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SITGES 2012: INSENSIBLES crítica: Prison Freak

   

Prison Freak

En la Guerra Civil Española también hay
mutantes, mad doctors y asesinos freaks

Por Beto

 

<Los convulsos años treinta españoles, antes, durante y después de la Guerra Civil, han servido de fuente de inspiración para múltiples historias. De hecho, hará unos meses escribimos sobre El bosc (El bosque), película con tintes también fantásticos ambientada en plena Guerra Civil y que, al igual que Insensibles, se proyectó en el pasado Festival de Sitges. En este caso la combinación niños “especiales”, sanatorios carcelarios y Guerra Civil generan un cóctel muy interesante. Un grupo de niños no siente el más mínimo dolor aunque se quemen o hieran gravemente, lo que les hace peligrosos para el resto de críos del pueblo por su ignorancia sobre lo que es dañino para los demás (una nueva muestra de que el ser humano margina a los que son diferentes de la mayoría).

   Es tremenda la escena inicial donde una niña insensible con el brazo ardiendo como si fuese Johnny Storm le prende fuego a otra pensando que no le pasará nada (no se explica en ningún momento por qué sólo unos cuantos  tienen esta anomalía, pero nos lo creemos y punto). Para evitar que lastimen a otros son enviados a un sanatorio–prisión. Las historias carcelarias acostumbran a dar mal rollo, y más en este caso cuando los prisioneros son niños, buscando del espectador una reacción lacrimógena a las penurias sufridas por los chavales. Como ejemplo, en una de las escenas más impactantes, se ve a uno de los niños con camisa de fuerza y amordazado en el interior de su celda como si fuese Hannibal Lecter.

 

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"Cuando seas más mayor te compraremos una máscara de samurái"

 

   Berkano. Si tuviese que definir con una sola palabra Insensibles elegiría el nombre del personaje sobre el cual gira toda la trama del primer largometraje que dirige Juan Carlos Medina. El destino fatal de él y sus compañeros de cautiverio le impulsan a acabar convertido en un torturador digno de la Inquisición más recalcitrante y cuyo aspecto de adulto, rapado y con el cuerpo lleno de cicatrices, le haría ganador de un hipotético casting de cenobitas para una secuela de Hellraiser. En su celda, su pequeño universo, es el puto amo. Una de las mejores escenas de la película es la entrada del oficial alemán que lo bautiza con ese nombre (relacionado con las runas germánicas), que queda estupefacto cuando ve cómo Berkano ha decorado la pared de la celda con los restos del doctor que lo quiso enviar al otro barrio.

 

  "Berkano: sin duda alguna, unos de los personajes más inquietantes que hemos visto en el cine fantástico de los últimos años"  

 

   Sin duda alguna, uno de los personajes más inquietantes que hemos visto en el cine fantástico de los últimos años. A pesar de todo, su existencia desgraciada y los motivos que lo han impulsado a ser una máquina de torturar hacen que uno sienta lástima por el muchacho. De hecho, a lo largo de su vida siempre busca el afecto (la niña de la celda contigua, la enfermera del sanatorio o la prisionera que es abandonada en su celda) que su reclusión le ha privado de disfrutar. Por cierto, espectacular el papelón de Tomas Lemarquis como Berkano, que interpreta a su personaje sin decir ni una palabra en todo el film.

 

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"Soy una mezcla entre Cenobita y Danny, the dog"

 

   Pero no sólo de Berkano vive Insensibles, y Juan Carlos Medina entrelaza con acierto la historia de los niños con la de Álex Brendemühl, al que también vimos curiosamente en El bosc (El Bosque), un médico de nuestros días que a raíz de un accidente de coche descubre que necesita un trasplante de médula y, oh, sorpresa, un secreto acerca de sus padres que tiene relación con el sanatorio mencionado, iniciando una carrera contrarreloj para encontrar sus orígenes y su cura al mismo tiempo. A medida que la historia avanza, el interés por saber dónde convergen las dos historias va “in crescendo”, sin que en ningún momento el ritmo de la cinta decaiga. Insensibles avanza hacia su desenlace final sin prisas pero sin pausa, una historia donde el mensaje final nos dice que en muchas ocasiones los verdaderos monstruos no se encuentran encerrados, como sucede con los soldados que fusilan impunemente a milicianos y personal del hospital, el mismo doctor que busca una cura para los niños y les enchufa una inyección letal cuando las cosas se ponen feas, los carceleros que ordenan a Berkano que torture a los prisioneros que caen bajo sus manos o el oficial que roba impunemente un bebé (tema tan de moda actualmente) y ordena emparedar la celda de nuestro amigo cuando ya no les es necesario.

   Como único pero imputable a Insensibles está su final, parece que Juan Carlos Medina no hubiese sabido cómo rematar la historia. El encuentro de los dos protagonistas tras tantos años y en las circunstancias en que se produce no es muy creíble, como tampoco la escena del incendio final donde aparece… Mejor lo dejamos aquí, pero sólo diremos que o Berkano ha aprendido a embalsamar por correspondencia o algo  no acaba de encajar  en ese cuadro final./>

 

 
INFORME VENUSVILLE
     
 
Sentencia Quaid:
Copas de yate
     
     
 

Recomendada por Kuato a: el profesor Charles Xavier o Magneto. Este grupo de niños podrían encajar con su troupe de mutantes, ¿no?

     
 

No recomendada por Kuato a: los que esperan ver alguna pastilla de jabón en el suelo de la ducha del sanatorio. Esta peli no va de eso.

     
 

Ego-Tour de luxe por: la escena de identificación de milicianos por tener marcada la culata en el hombro. Digna de Sherlock Holmes.

     
 

Atmósfera turbínea por: la poca colaboración de los progenitores de Álex Brendemühl sabiendo que necesita  un trasplante. Eso es egoísmo, señores.

 

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