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SITGES 2023 crónica 5: No por mucho madrugar amanece más temprano

El reino animal; Pobres criaturas; Hundreds of Beavers; Cuando acecha la maldad

CHEMA PAMUNDI

Hoy el festival de Sitges me ha proporcionado una mañana de felicidad absoluta. Como fanático kubrickiano hasta niveles enfermizos, esperaba con fervor religioso el pase matinal especial de El resplandor en el pantallón del Auditori. Era lo que se conoce como “US cut”, es decir, el montaje original que hizo Kubrick de la película, con unos 20 minutos más de metraje que el que se estrenó en Europa, y además se proyectaba por primera vez en calidad 4K. Lo que no me esperaba, porque no lo sabía, es que Jan Harlan (cuñado de Stanley Kubrick y productor ejecutivo de todas sus películas desde La naranja mecánica en adelante) viniese como invitado a presentar dicho pase y recibir el Gran Premio Honorífico del festival.

Ha sido una gran alegría (de hecho me he puesto a llorar como una magdalena); y la alegría se ha convertido ya en euforia cuando acto seguido he descubierto que, ADEMÁS, el pase de la película venía precedido por una charla a cargo de Lee Unkrich, director de películas como Toy Story 3 y Coco, y quizás el mayor experto en El resplandor a nivel mundial.

 

Stanley Kubrick y el cuñao

 

Durante una hora, Unkrich ha desgranado los orígenes de su amor incondicional por la película y nos ha atiborrado de anécdotas (algunas de ellas desconocidas para mí, como la visita de Werner Herzog al set de rodaje y su influencia para que Kubrick no eliminara los bruscos cambios de sonido que provoca el triciclo de Danny cuando rueda por el parqué y las alfombras del hotel Overlook). Eso, y un montón de imágenes del rodaje que nunca antes se habían visto y que se recopilan en su obra "Stanley Kubrick’s The Shining", que publicará próximamente Taschen en una edición limitada de 1000 copias.

Una caja llena de contenido que es una auténtica pieza de coleccionismo cinéfilo: un exhaustivo libro narrando el making of de la película casi día a día (el tío ha logrado entrevistar incluso a las hermanas Louise y Lisa Burns, que interpretaban a las dos niñas gemelas), varios otros volúmenes de arte conceptual y fotos inéditas, y hasta los facsímiles de los 400 y pico folios distintos en los que Jack Torrance escribía a máquina la frase “All work and no play makes Jack a dull boy”. Solo costará 1.500 pavos, por si alguien está interesado. Espero que Taschen saque una edición estándar asequible para pobres, porque mi estantería dedicada a Kubrick necesita ese puto libro.

Voy con la matraca de hoy:

 

EL REINO ANIMAL (Thomas Cailley, Francia, 2023)

Trailer, fotos, sinopsis y ficha

En algún punto inconcreto del futuro inminente, aparece una nueva enfermedad que hace mutar a los afectados transformándolos paulatinamente en animales. No se saben las causas que la provocan ni las pautas que sigue (de hecho, hasta la bestia “que te toca” parece ser aleatoria: a lo largo de la película vemos humanos semi transformados en cabra, águila, oso, perro, morsa…). Tampoco se ha encontrado ninguna cura o solución, salvo algunas medicinas para ralentizar el proceso que son más placebo que otra cosa, y el internamiento en centros cuando los pacientes se vuelven peligrosos (a ver, que el abuelo se convierta en una pantera negra es manejable hasta que intenta comerte). Precisamente, la pareja protagonista de la película, un chef llamado François y su hijo adolescente Émile, se acaban de mudar a una pequeña localidad francesa rodeada de bosques, para estar cerca del centro en el que estará recluida su madre, ya en un avanzado estado de enfermedad.

 

"Si consigues quedarte a media mutación, te conviertes en X-Men"

 

Sin llegar a ser el peliculón imprescindible que se nos anunciaba por todas partes, esta fábula sobre el miedo al cambio y el amor incondicional funciona rematadamente bien, porque sabe desarrollar con verosimilitud una premisa de lo más extrema (el estupendo trabajo de efectos especiales para mostrarnos unos híbridos animales creíbles suma bastante en este aspecto), porque su atrevido traje de referencias tan dispares como La mosca, E.T., La isla del Dr. Moreau, El planeta de los simios o X-Men está cosido con gran habilidad y porque construye una pareja de protagonistas padre/hijo con los que empatizas a muerte.

Puede que El reino animal se resienta de algún pasaje demasiado alargado en su parte central, pero en conjunto es una valiente mezcla de distopía apocalíptica “suave”, body horror cotidiano y drama paterno filial comedido, que consigue desplegar su worldbuilding en paralelo a las vicisitudes de sus personajes sin detener la acción, soltarte chapas ni cargar las tintas en la ñoñería (aunque veas venir desde el principio que la cosa va a tener muy mal arreglo). A mí al menos me ha mantenido intrigado, sorprendido e implicado hasta su intensa escena final. La verdad es que cuanto más la pienso, más me gusta.

 

Venusentencia: Copas de yate

INF VNV 4

 

 

POBRES CRIATURAS (Yorgos Lanthimos, EUA, 2023)

Trailer, fotos, sinopsis y ficha

Bella Baxter (Emma Stone), es la nueva creación del Dr. Goodwin Baxter (Willem Dafoe), un cirujano puntero en la reanimación de cadáveres y la creación de criaturas híbridas (el jardín de su mansión está poblado de pollos-cerdo, perros-pato y aberraciones similares). Según deducimos, el tipo vendría a ser el monstruo de Frankenstein original si su padre le hubiera dado un cerebro en condiciones y una educación que le permitiera seguir su estirpe como científico de vanguardia. Bella tiene el cuerpo de una mujer pero la mente de un bebé, apenas sabe hablar, camina a trompicones, y cuando quiere mear se mea encima y a otra cosa.

Sin embargo, su mente se desarrolla a velocidad acelerada, acumulando información y experiencias de manera atropellada, sin filtros ni orden de magnitud, casi sin filtrarlas (sabe lo que significa la palabra “empíricamente” pero no entiende lo que es una rana). A este ritmo de aprendizaje acelerado, Bella no tardará en adquirir conciencia de que la mansión en la que vive es una placa de Petri demasiado pequeña para saciar su curiosidad, y se lanzará a experimentar el mundo sin saber lo que es el miedo, las convenciones sociales. En una época como la victoriana, que se considera un cenit del encorsetamiento y la represión de libertades, Bella mete el dedo en todos los enchufes y cada nueva electrocución le parece la hostia (cenando en un restaurante les dice al resto de comensales que la disculpen un momento, mientras se levanta para intentar hacer callar de un puñetazo al bebé llorón de la mesa de al lado).

 

"La lección de hoy será enseñarte a cantar el 'Puttin' on the Ritz'"

 

Yorgos Lanthimos deconstruye el mito de Frankenstein creando un coming of age feminista arrollador tanto en su lucidez temática (los tabúes sociales brillan en toda su ridiculez cuando son descubiertos a través de los ojos de alguien que carece de contexto), como en su imaginación visual (un diseño de producción hipnótico), todo ello puesto al servicio de una Emma Stone que se come la pantalla en el dificilísimo papel de una mujer cuya personalidad, convicciones y gestión emocional evolucionan constantemente, de una escena a la siguiente. Pobres Criaturas es una película sorprendente, emocionante y valiente, pues no es nada común ver producciones de este calibre que defiendan abiertamente la liberación sexual sin atribuirle connotaciones negativas, y menos aún que lo hagan desde la celebración de lo raro, de lo que se sale de la norma.

Lanthimos, que acumula una filmografía sin un solo paso en falso, sube en Pobres criaturas varios escalones de golpe en cuanto a nivel de ambición, claridad de discurso y potencia icónica. Es un retorno a su cine más experimental (Canino, Langosta…), bañado por la ironía y el humor absurdo al que nos tiene acostumbrados, pero por primera vez con la mirada puesta en el gran público. En este aspecto, su interés por las simetrías barrocas y las lentes que deforman a los personajes para transmitir amenaza recuerdan al Kubrick de La naranja mecánica, mientras que el miniaturismo hiperdetallista de algunos decorados es puro Wes Anderson. La película más apabullante sobre la dinastía Frankenstein desde que Elsa Lanchester colgó la peluca. Cine total. Estoy estremecido.

 

Venusentencia: Venus Hall of Fame

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HUNDREDS OF BEAVERS (Mike Cheslik, EUA, 2023)

Trailer, fotos, sinopsis y ficha

En una remota región boscosa perpetuamente nevada, Jack se pasa los días ebrio, bebiendo feliz del grifo de una destilería de brandy de manzana. Esto es, hasta que una infestación de castores llega a la zona y empieza a mordisquear los barriles y los pilones de soporte, provocando finalmente un accidente que hace saltar la destilería entera por los aires. Jack se encuentra de pronto tirado a la intemperie ante la llegada del invierno, virtualmente en pelotas y sin nada que llevarse a la tripa; de modo que, animado por un comerciante cercano que compra pieles de castor, decide tomarse una merecida venganza contra sus peludos enemigos convirtiéndose en el mejor cazador de castores que jamás se haya visto, y ya de paso tratando de llamar la atención de la joven hija del comerciante, que busca marido. Es un plan perfecto, pero los castores no opinan lo mismo, y digamos que las habilidades cazadoras de Jack están más cerca de las de Wile E. Coyote que de las de un trampero profesional.

Tenía bastante claro que Hundreds of Beavers me iba a gustar, pero no esperaba que me gustase tanto. Esto es un orgásmico homenaje a los Looney Tunes en blanco y negro que mezcla actores reales, animación artesanal y cientos de disfraces de castor de peluche. Su formato y su propuesta pueden echar para atrás al espectador que no sepa dónde se mete: no en vano estamos hablando de una película con narrativa de cine mudo, que carece de diálogos más allá de algunos monosílabos (“Yes”, “No”, “What?”) gruñidos, gritos, exclamaciones y carteles con texto, que dura 100 minutazos y cuya trama troncal es Jack intentando matar castores de mil maneras. Sin embargo, el resultado es una ametralladora de gags físicos hilarantes, con una sensación de crescendo permanente y sin un solo momento que no sea una maravilla de inventiva, ritmo y puesta en escena. Jack está encarnado por Ryland Brickson Cole Tews, un tipo que es un auténtico cartoon humano, con un lenguaje corporal y una disciplina cómica milimétrica para saber cuándo tiene que exagerar al máximo una caída y cuándo debe limitarse a soltar un simple “What?”

 

"Todo mi brandy de manzana por un cohete marca ACME"

 

La inspiración de Hundreds of Beavers no se limita a los dibujos animados clásicos de la Warner, hay también referencias a los videojuegos de plataformas (el contador de castores muertos que te indica a cuántas pieles está Jack de poder comprarse una nueva arma más potente que la anterior en la tienda del comerciante), a la animación stop-motion checa (toda la parte final en la fortaleza de los castores es para llorar de gusto) o a la irreverencia gore de Robot Chicken o South Park (aunque tratándose de peluches sea gore cuqui); y todo ello tiene razón de ser, no solo estética sino también dramática.

No veo muchas posibilidades de que una película como Hundreds of Beavers tenga tracción suficiente para ser estrenada en salas (quizás en Phenomena, aunque más bien tiene pinta de irse directa al fondo de armario de alguna plataforma como Amazon Prime o Filmin), lo cual convierte su paso por Sitges 2023 en un acontecimiento que quedará en el recuerdo de quienes hemos tenido la suerte de vivirlo. Porque esto, damas y caballeros, es ni más ni menos que una obra maestra de la comedia moderna.

 

Venusentencia: Venus Hall of Fame

<INF VNV 5

 

 

CUANDO ACECHA LA MALDAD (Demián Rugna, Argentina, 2023)

Trailer, fotos, sinopsis y ficha

Dos hermanos de una zona rural de Argentina descubren que en una granja cercana a su casa hay un tipo a punto de parir a un demonio. En el mundo que plantea Cuando acecha la maldad eso no es algo poco común, porque según nos cuenta la película, la humanidad entera está lidiando con ese problema: una plaga de entidades infernales que poseen a la gente y se gestan dentro de sus cuerpos, como en un mix de El Exorcista, Alien y tu película de zombis favorita. Lo que ocurre es que, al parecer, la mayoría de casos de “embichados” (que así se les llama; nombrazo) se dan en las grandes ciudades, y esa es la primera vez que ocurre en el pueblo. Pero vamos, un drama, porque según parece, un único caso podría ser suficiente como para acabar “embichando” toda la región.

Ya en su día Aterrados, el anterior largo de Demián Rugna, me divirtió sin fliparme (a diferencia de un montón de gente a la que le encantó), y más o menos lo mismo me ha pasado con esta historia de demonios poseyendo humanos a tutiplén, cuya estructura básica es la del cine de pandemia zombi de toda la vida, pero que intenta aportar novedades creando una mitología diferente a la habitual para este tipo de monstruos. El problema es que dicha mitología es un poco un guirigay de conceptos explicados solo a medias, y que además presenta tantas contraindicaciones a la hora de hacer frente a los poseídos (no puedes usar la electricidad, no puedes matarlos de un tiro, no puedes moverlos de sitio, no puedes estar cerca de animales, no puedes ponerte dos veces la misma ropa…), que enseguida ves claro que los protagonistas no tienen la menor posibilidad de llegar al final de la película con la faena hecha. Eso, la verdad, destensa un poco el suspense.

 

"Y yo que pensaba que 'Embichao" era el título de una canción reggaeton"

 

Y ese no es el único lunar de Cuando acecha la maldad. El desarrollo de la historia es una montaña rusa de altibajos, pasando constantemente de lo estupendo (hay un ataque de un perro que es un prodigio de planificación y gestión del suspense) a lo tosco y atropellado (toda la resolución final flojea). Si la película aguanta el tipo sin empujarte a mirar el reloj es más por los personajes en sí, que por las situaciones en las que se meten. Sus diálogos tienen chispa y sus reacciones emocionales son siempre verosímiles. Casi preferirías que dejaran de huir, pegar escopetazos y meterse en lugares oscuros donde no les espera nada bueno, y en lugar de eso se pasaran toda la película hablando sobre lo que está ocurriendo (y eso sí que sería original en una película de este tipo).

Demián Rugna es un director al que se le nota personalidad, talento y pasión por lo que hace, así que seguiré esperando pacientemente la película en la que por fin logre enamorarme tanto como al entregado público del Retiro, que no le ha escatimado los vítores y los aplausos antes, durante y después de la proyección.

 

Venusentencia: Dos Caras Harvey

INF VNV 3

 

SITGES 2023

 

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