SPIDER-MAN 2 crítica: Tentáculos VS. telarañas

Tentáculos VS. telarañas

Tanto bueno hay que remojarlo. !Ánimo
Spidey, que en la III te cepillas a M. J.!

Por Mr. Moore

<Superproducción esperadísima. Expectación. Nuestro único deseo es quitarnos el sabor agridulce de la primera entrega, y lo conseguimos. Sin llegar a ser una obra maestra, Spider-Man 2 es un film de notable alto. Eficaz, bien dirigido por Sam Raimi, espectacular, y sobre todo dinámico. Mejora en muy mucho algunos peros del anterior Spider. Enumeremos: el malo. Esta vez, la némesis de Parker es el Doctor Otto Octavius, el archiconocido Dr. Octopus. Un malo maloso con más carisma que el anterior, el Duende Verde, más que nada porque el personaje interpretado por un siempre acertado Willem Dafoe parecía salido de un episodio de los Power-Rangers, con su malla a lo masilla, y la verdad, a veces daba más risa que inquietaba. En cambio Alfred Molina, con una interpretación más sobria, consigue llenar la pantalla con la arrolladora presencia con la que dota al Dr. Octopus. Un villano más agradecido y con mucha más salsa que el de Dafoe.

Más mejoras: si en la primera parte Kirsten Dunst parecía una pilingui mitad Alaska mitad Pippi Langstrum, aquí se nos pone más guapilla y adecentada, eso sí, no nos confundamos, sigue siendo una zorra con mayúsculas, porque repasemos... Empieza liada con el mazas deportista del instituto (qué original, ¡Dios!), sigue con el amiguito del prota, Osborn Jr., luego se moja las bragas (¡porque la escena era con lluvia, salidos!), con Spiderman y, finalmente, parece que le tire el empanado mental de Parker (Tobey McGuire nominado a los premios “La faz más alelada de la Costa Oeste” junto con Ewan McGregor y Elijah Wood). ¡Y eso sólo en la primera película! Señores, no sé en la Tierra, pero aquí, en los barrios más suburbiales de Marte, eso se conoce como “chica multi-ball”. Vaya, que la moza es un caso perdido… De hecho, en la película que nos atañe nos sorprende con una nueva conquista, John Jameson, hijo de J. Jonah Jameson, editor del Daily Bugle. No me extraña que el sentido arácnido del iluso de Spiderman esté “zumba que te zumba” toda la peli (perdón, un chiste malo).

"Le pediré al Dr. Octopus que me implante un tentáculo donde tú sabes"

Seguimos comparando. En esta segunda parte la historia se centra más en las miserias personales del propio Parker, más que en las penurias que pasa Spiderman (que las pasa...). Por lo tanto, se nos define mejor la figura del héroe en su vertiente más humana, mostrándonos así sus conflictos íntimos, en casa, en la universidad…. De este modo se nos redondea al prota, aunque eso sí, por el contrario se dota a la peli de más momentos empalagosos. Especialmente pasteloso es ver a Mary Jane correr cual Julia Roberts en Novia a la fuga por Central Park para encontrarse con su amado “Toby” (el McGuire, no el chucho de Escobar), y con Rowling matando la escena con la cachondísima frase: “dile que no abra el caviar”. ¡Actorasso!

"Eficaz, bien dirigido por Sam Raimi, espectacular, y sobre todo dinámico, Spider-Man 2 mejora en muy mucho algunos peros del anterior Spider"

Cambiemos de tercio y vayamos al plano que realmente da el atractivo a la peli, para qué nos vamos a engañar... Estamos hablando de los efectos especiales, vaya, que para eso pagamos nuestros euros por verla. Mejorando y puliendo lo ya visto en la primera parte, (está claro que a más tiempo transcurrido, más perfección) Spider-Man 2 nos deleita con unos efectos especialmente trabajados. Las piruetas y semenazos de Spidey ya los conocíamos, pero lo que realmente nos impresiona agradablemente son los tentáculos del tal Otto. Una delicia visual, coordinados como en una coreografia, los cuatro brazos metálicos de Octopus son los verdaderos protagonistas de la película, con momentos estelares como las conversaciones a base de pitidos con su amo (aunque no se sabe quién dirige a quién) al más puro estilo R2-D2 y C-3PO. También nos recuerdan las parrafadas que vomitaba Gollum (“¿que robe el banco? ¡No! yo no soy ningún criminal...”) en otra famosa trilogía, y es que los tentáculos, pillos ellos, se apoderan del pobre Octavius creándole una trastorno de personalidad considerable. Resumiendo, que los tentáculos tienen más vida que los de Maniac Mansion, y verlos en acción da tanto gusto que hace que las palomitas sepan a canard aux fines herbes...

"¡Putos taxis! Ni uno solo quiere cogerme..."

En cuanto al cómic, Monsieur Octopus está muy correctamente adaptado, de hecho, y no es coña, tengo en mis manos el Spiderman num. I (“Daily Strips” del 77 dibujado por John Romita). Este recopilatorio contiene el relato “Tía May y el Doctor Octopus”, donde el propio villano nos explica su origen, narrado originalmente por Stan Lee y Steve Ditko, y vaya, el experimento no es tan espectacular como el de la gran pantalla, pero se nos muestra a “Doc Oc” faneando con sus tentaculines y unos tubos de ensayo... Y es que el cine siempre lo magnifica todo. El resto de personajes, correctos también, especialmente inspirado el jefe de Parker antes mencionado, interpretado aquí por J. K. Simmons, y, hombre, por ser fieles, hasta M. J. (aunque prefiero la del cómic, la verdad) pues llama tigre a Peter como en las viñetas originales.

En fin, que tenemos Spidey para rato, de hecho el desenlace del film que nos atañe nos da la pista, o vaya, nos dice directamente quién será el próximo enemigo del trepamuros. Ustedes ya lo saben, el Duende verde II, que si nos hemos de tragar a todos los Green Goblins y Hobgoblins vamos apañados... Por ello, espero, y estoy casi seguro de que así será, en la nueva entrega de Spider-Man, me imagino que habrá no uno, sino dos archienemigos: el mentado Duende Verde (hijo del original) y otro más (¿el Dr. Muerte, maybe?) Ya verán, ya, intuición que tiene uno. Y es que es normal que Harry Osborn se quiera vengar... A mí me deja en la cama a mi difunto padre un fantoche en pijama que se acaba de colar por la ventana y vaya, no pensaría que la doble perforación en la ingle se la ha hecho él solo... Nada más señores, les dejo, que me acabo de apuntar a un curso de escalada y caída libre. ¿Ustedes creen que me dejarán entrar con el chandal de la Roja hecho jirones y con esta tarántula de pega enganchada al pecho? Pa mí que no./>

INFORME VENUSVILLE

		Sentencia Quaid: Copas de yate



		Recomendada por Kuato a: los comiqueros que nunca se follaron a la diosa de la clase y que luego tejían “telas de araña” en su pijama con sus poluciones nocturnas.

		No recomendada por Kuato a: los que quieran ver más vísceras y líquido rojo, pues Spider no se carga ni a un solo malhechor (al menos dolorosamente).

		Ego-Tour de luxe por: los tentáculos (¿lo he dicho antes?); la escena del tren con una NY post 11-S la mar de solidaria; y por el cameo de Bruce Campbell, detallito a cargo de su/nuestro amiguete Sam Raimi.

		Atmósfera turbínea por: los momentos más edulcorados a cargo de la facilona de M. J. y las penas de tía May.