AVES DE PRESA (Y LA FANTABULOSA EMANCIPACIÓN DE HARLEY QUINN) crítica: Pajaritos por aquí, pajaritos por allá

Spinoff de Escuadrón Sucida con Harley Quinn disfrutando de su soltería en Aves de presa

Tengo una noticia buena y una mala. La buena noticia es que, chorrocientas películas más tarde, parece que Warner Brothers por fin ha decidido lo que quiere hacer con sus películas del universo DC: ocupar el nicho transgresor y pasado de vueltas en el que Marvel hasta ahora no se ha atrevido a entrar (sólo con cosas producidas por Sony y Fox, como Venom o Deadpool) para no asustar al público familiar al que lleva trabajándose más de una década. La mala noticia es que eso no garantiza que la nota media de los nuevos proyectos DC vaya a dispararse, y de momento Aves de presa lo confirma con una trama un tanto holgazana, una galería de personajes secundarios a los que les falta un poco de fuelle y ciertas dificultades para generar un meta-trasfondo que se expanda más allá de los confines de la propia película (salvo por unas cuantas menciones al Joker y a Batman, su historia sucede en Gotham como podría hacerlo en Murcia). ¡Pero, espera, que tengo una segunda buena noticia!: a pesar de todo eso, Aves de presa es un entretenimiento notable, con excelentes escenas de acción, mala hostia/humor negro a raudales y un personaje titular adecuadamente iconizado por una Margott Robbie que se deja la piel en el papel.

Quien diga ahora que Aves de presa tenía buena pinta, miente: una película DC menor, encajada un poco a martillazos entre macroproyectos como Joker y Wonder Woman 1984, y que además era spin-off directo de Escuadrón suicida, uno de los mayores estropicios que ha dado el cine reciente de superhéroes. No, la cosa apestaba a despropósito. Sin embargo, mira tú por donde, todas las desventajas que se le detectaban a priori se han acabado convirtiendo en valores: el hecho de ser una cinta pequeña y sin expectativas parece haber quitado presión a sus creadores, librándoles del agarrotamiento acartonado común a tantos títulos DC; y, en cuanto a su relación con Escuadrón suicida, se limita a un mcguffin de inicio que parece escrito ex profeso como una operación de rescate de Harley Quinn, único personaje reaprovechable de aquel semi-bodrio. Esta es una película, por suerte, con personalidad propia.

"Aclárate y dime cuál de los cinco Jokers es tu novio"

El mcguffin en cuestión es que el Joker acaba de cortar su tormentosa relación de pareja con Harley Quinn, y ella está pasando la típica depresión post-ruptura antes de decidir cómo seguir adelante con su vida. Es un inicio potente y astuto, que permite no solo hacer borrón y cuenta nueva sino mostrar al personaje como la chiflada hija de perra que tiene que ser, y al mismo tiempo generar la necesaria empatía en el espectador (recordemos que en Escuadrón suicida blanquearon a Harley Quinn de manera lamentable, convirtiéndola en una gamberrilla de fin de semana que lo más criminal que hacía en toda la peli era romper un escaparate para mangar un bolso). A partir de ahí el resto de la trama de Aves de presa es, hay que reconocerlo, una mierda como un castillo, una peripecia tontísima cuyo resumen es que Harley, por una serie de carambolas idiotas, deberá proteger a una niña a la que todo el mundo anda buscando porque se ha tragado un diamante que vale un dineral. Pero, mira, ¿sabes qué? Que da lo mismo.

"Los mínimos que tienen que funcionar para que Aves de presa divierta, funcionan"

Da lo mismo porque los mínimos que tienen que funcionar para que Aves de presa divierta, funcionan. El ritmo, la puesta en escena cutre-colorista, los gags estilo dibujos animados, las referencias pop (empezando por el título completo, Aves de presa y la fantabulosa emancipación de Harley Quinn, que parodia el título de Birdman o la inesperada virtud de la ignorancia), y los momentos de acción dinámicos, ocurrentes, extremos: la entrada de Harley Quinn en una comisaría, tumbando polis a base de disparos de bolas de confetti, es un puñetero ballet; y hay incluso algunas pinceladas de gore cachondo en el tratamiento de la violencia, que se agradecen en un género que suele evitar mostrar la más mínima gota de sangre. La dirección de Cathy Yan (primera mujer asiática en hacerse cargo de una cinta de superhéroes) es enérgica pero no intrusiva, con un punto old school, dejando respirar las escenas en lugar de caer en la histeria de cortar constantemente los planos para forzar la sensación de “¡Ay, qué loco es todo!”. Aves de presa transmite caos, pero es un caos orgánico; y, por encima de todo, tenemos la estupenda construcción del personaje titular, apoyada en una serie de flashbacks y flashforwards dispuestos un poco al tun-tun, lo cual resulta de lo más oportuno en una película que está narrada en primera persona por una tipa con unas maracas por cerebro.

"Me pregunto si el Sombrero Loco seguirá libre y disponible"

Harley Quinn es el alfa y el omega de la función, y Margott Robbie, ya lo hemos apuntado, la hace absolutamente creíble en cualquier situación, ya esté liquidando oponentes armada con un martillo gigante y unos patines de ruedas, o salivando ante la idea obsesiva de zamparse un sandwich de huevo antes de que la trinque la poli. Los personajes que la acompañan en sus aventuras están desarrollados en general de manera más regulera. Huntress (Mary Elizabeth Winnstead) aún se sostiene pese a un background tan manido como ridículo, pero por ejemplo nadie nos explica de dónde le han salido los poderes a Black Canary (Jurnee Smollett-Bell). Tampoco sabemos muchas cosas de la malcarada detective de policía Renee Montoya (Rosie Perez); y en cuanto al supervillano Roman Sionis/Black Mask (Ewan McGregor), es un mafioso psicópata bastante estándar. Sin embargo, a donde no llegan los personajes sí que lo hacen los actores que los interpretan, y desde luego están todos en su salsa.

Y bueno, la trama es bastante chusca, cierto, pero como película de castañazos protagonizada por un casting puramente femenino, el guión está escrito de manera inteligente. En lugar de dar la brasa con parrafadas post-me too cargadas de tópicos, utiliza recursos mucho más sutiles, cómplices y efectivos. Las protagonistas son un grupo de supermujeres que no necesitan verbalizar que están hasta los ovarios de que los tíos las pisen: se les nota; y la escena de Harley ofreciéndole a Black Canary una goma para sujetarse el pelo en medio de una ensalada de hostias dice cosas más lúcidas sobre la sororidad de lo que se lograría con cualquier discursito postizo mirando a cámara. Como cine feminista, Aves de presa está más cerca de Kill Bill que del reciente remake de Los ángeles de Charlie; y eso es una buenísima noticia. En general, Aves de presa es una buena noticia que casi nadie esperaba recibir.

INFORME VENUSVILLE

Venusentencia: Copas de yate

Recomendada por Kuato a: cualquiera que haya salido cabreado del cine tras ver un título de DC con el que tenía las expectativas altas. Aves de presa es justo lo contrario. Contra pronóstico, resulta que mola.

No recomendada por Kuato a: quien espere una cosa familiar y blanquita, para toda la familia. A un tío le arrancan la cara de cuajo, no digo más.

Ego-Tour de luxe por: ver una película de DC en la que por fin da la sensación de que todo el equipo se lo ha pasado bomba haciéndola. Ha costado, pero aquí está.

Atmósfera turbinea por: la cagarreta que le ha entrado a Warner al ver los pobres resultados de taquilla el fin de semana del estreno. Decidieron cambiar deprisa y corriendo el título de la peli por el de Harley Quinn: Birds of Prey y toda su cartelería, pensando que la gente no iba a verla porque no reconocía a Harley Quinn. No, hijos míos, la gente no va a verla porque ya no se fía de vosotros. Porque son ya muchos años de maltratar a los personajes DC haciéndonos tragar mediocridades.

■ AVES DE PRESA (Y LA FANTABULOSA EMANCIPACIÓN DE HARLEY QUINN). “Birds of Prey (And the Fantabulous Emancipation of One Harley Quinn)” (EUA, 2020). Dirección: Cathy Yan. Guión: Christina Hodson. Reparto: Margot Robbie, Mary Elizabeth Winstead, Derek Wilson, Ewan McGregor, Matthew Willing, JurneeSmollet-Bell, Chris Messina y Rosie Perez. Estreno en Venusville: 07/02/2020.