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STORM rueda: Marlind y Stein: hacerse el sueco

Cómo conocimos a Mans Marlind y Bjorn Stein cuando no eran más que un par de dires fumetas

RAY ZETA

Una de las gracias, de las muchísimas que tiene, el Festival de Sitges, es poder conocer a directores cuando no son nadie. O para ser más exactos, cuando por juventud e inexperiencia son unos mataos a los que no conoce ni el tato, y por eso se muestran encantados de que se les preste atención, ya sea interesándose por su película, fotografiándoles, entrevistándoles y/o asistiendo a su rueda de prensa, aún cuando en esa misma edición se ven eclipsados por el interés mediático que suscitan otros directores de renombre como han podido ser Paul Verhoeven, Terry Gilliam, Joe Dante, Guillermo del Toro o David Cronenberg.

Tan encantados se muestran que hasta parece que nace una “bonita amistad”, que decían en Casablanca, que se mantiene cada vez que se coincide en el Gran Melià con ellos, hasta el punto que uno diría que no dudarían aceptar irse de copas a Pachá si así se les propusiera. Y luego, con el paso de los años, algunos de ellos llegan a dar el salto a las ligas mayores, y uno puede recordar con el cariño y la nostalgia que otorga el paso del tiempo cómo los conoció cuando aún no eran nadie.

 

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Sitges 2006: Marlin y Stein posan empanados con el Diario de Venusville

 

Un año conoces a un director sueco con cara de sabio despistado que presenta una peli de una niña vampiro (Déjame entrar), y un día triunfa dirigiendo a actores de la talla de Gary Oldman, Colin Firth y John Hurt, en un thriller de espías a la inglesa como El topo (Tomas Alfredson). Otro año, es un director danés con pinta de profesor de ciencias que presenta una peli de vikingos que provoca abandonos masivos en la sala (Valhalla Rising), y pocos años después obtiene un éxito sin precedentes ganando el premio a mejor director en el festival de Cannes con un peliculón como es Drive (Nicolas Winding Refn). Y otro conoces a una pareja de jóvenes suecos con pinta de fumetas que presentan una mala copia de Matrix (Storm), y un día desayunas con la noticia que han sido elegidos por Len Wiseman para dirigir la cuarta entrega de la franquicia vampiro-licántropa Underworld: Mans Marlind y Bjorn Stein.

Fue en la edición del Festival de Sitges de 2006, a la que acudieron para presentar su citada ópera prima Storm. Uno vestido como un estudiante universitario, y el otro como un camarero de un bar polinesio, y haciendo gala de un excelente humor, Mans Marlind y Bjorn Stein prometieron desde el escenario del Auditori que estarían encantados de solventar todas las dudas que suscitara la peli una vez proyectada, así que con esa idea me presenté a la rueda de prensa, al igual que los otros cuatro gatos que asistieron. La pregunta fue unánime: "¿De qué coño va la peli?" Pregunta que la pareja de jóvenes suecos capearon vilmente desde todos los ángulos posibles. Que si sus influencias eran el cine de acción y los cómics, que si eran fans de Alejandro Amenábar, que si Matrix era la nueva Biblia del cine fantástico…

"Uno vestido como un estudiante universitario, y el otro como un camarero de un bar polinesio, y haciendo gala de un excelente humor"

Sí, sí, todo eso está muy bien, pero volvamos a la pregunta: "al final lo que se ve en la peli, ¿pasa de verdad o de mentira?" Su respuesta, lo duro que fue el rodaje y lo mucho que se entrenaron los actores físicamente. Tercer intento: "pero si al final la poli aún busca al prota, es que la muerte de la tía es real, ¿no?” Momento perfecto para dejar claro cuánto les gustaba España y lo bien que les estaban tratando en el Festival.

Nada, que no había manera de sacarles ni pum. Me recordó la rueda de prensa que protagonizó Elio Quiroga en el 96 al presentar Fotos, otra ida de olla aún más surrealista y descojonante. Ese día la sala Tramuntana estaba abarrotada de periodistas que querían enterarse de qué coño habían visto, a lo que Quiroga, también presente en la edición del 2006 con La hora fría, declaró sobrepasado por la expectación que "cada uno ve en una película lo que quiere ver" como única aclaración y se quedó tan pancho.

 

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Marlind y Stein en la actualidad: por fin desempanados

 

Con Marlind y Stein pasó algo similar. Escribiendo y dirigiendo a cuatro manos, nos contaron en Storm una historia que empezaba como  Matrix, continuaba como  Trainspotting y acababa como el “Cuento de Navidad” de Charles Dickens, con tantos giros imposibles de guión que uno al final ya no sabía lo que estaba viendo (¡para hermanos Wachowski ya están los Wachowski!).

Último intento, ya en privado, de freak a freak y guiñándoles un ojo en busca de la complicidad que proporcionan las distancias cortas: "vosotros al menos sí que sabéis de qué va la peli... ¿O tampoco tenéis ni idea?" En lugar de responder alabaron el Diario de Venusville mientras lo ojeaban carcajeándose a mandíbula batiente de los montajes fotográficos publicados (lo único que podían entender, los pobres), y posaron felices y sonrientes con él. No hay nada como ser sueco para hacerse el sueco.

 

UNDERWORLD: EL DESPERTAR. Estreno en Venusville: 27/01/2012

 

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