TOY STORY 3 crítica: De niña a mujer

De niña a mujer Situación de DEFCON 1 para Woody y Buzz: Andy cambia los juguetes por las revistas porno bajo el colchón Por Ray Zeta

<Si les digo que en este episodio final de Toy Story hay una escena de western clásico en la que Woody persigue el ferrocarril a caballo y se enfrenta a Mr. Potato al más genuino estilo Clint Eastwood; otra en la que los juguetes protagonistas escapan de una cárcel trazando un plan de fuga maestro en una parodia clara de La gran evasión; o que asistiremos al pase de modelos que Ken ofrece a Barbie en lo que es la crítica más ácida y demoledora hacia la clase pija, tonta y frívola (léase Paris Hilton, Victoria Bekham, Tamara Presley y compañía) de los últimos tiempos, entre otras escenas igualmente inspiradas, pensarán que estamos ante una nueva obra maestra de Pixar que no tiene nada que envidiar a las dos primeras entregas de la misma saga, ¿verdad?

   Pues nada más lejos de la realidad. Este Toy Story 3 es una peliculita correcta, pero ni llega en ningún momento al nivel alcanzado por Pixar en su cada vez más extensa lista de obras maestras indiscutibles (como Los increíbles, Wall-E, Up y el mismo primer Toy Story), ni, como ya habrán deducido, al de sus episodios predecesores. Y la razón es, quién lo hubiera imaginado nunca, el guión.

"Malas noticias: a partir de ahora deberemos compartir la caja con ejemplares del Playboy"

   Un guión firmado por Michael Arndt, ganador del Oscar al mejor Guión original ahora hace tres años por Pequeña Miss Sunshine (su otro único trabajo, que no nos engañemos, tampoco había para tanto), que contiene escenas tan magistrales como las mencionadas, de acuerdo, pero que comete el grave error de que se acaban comiendo la trama principal relegándola a un tristísimo segundo plano.

   Me pregunto qué cojones vería John Lasseter en este guionista (un Oscar ganado por su primer trabajo, claro…). Las escenas citadas son cachondas a más no poder y una lección de hacer cine en sí mismas, eso nadie lo pone en duda, pero nada tienen que ver con de lo que va la peli realmente, que es cómo se toman y qué va a ser de los juguetes ahora que Andy se ha hecho mayor y se va a la universidad. Ese es el tema, el miedo al fracaso y al abandono, y ahí está la verdadera película, no en que se pierdan por accidente y hayan de volver a casa antes de que el chico se marche.

   Perderse y tener que regresar en un tiempo límite además, ya lo habíamos visto en las partes anteriores, por lo que tampoco es ninguna novedad. Sin ir más lejos, la primera parte tiene la escena memorable de Woody y Buzz utilizando el cohete para alcanzar el camión de la mudanza. La diferencia es que ahí esa escena (igual que todas las de la peli), no se come la trama principal, que es cómo afecta a los juguetes de un niño, y en especial al líder de éstos, la llegada de un nuevo juguete mucho más moderno, y eso es a su vez lo que convierte a Toy Story en una puta obra maestra.

   Porque las películas de Pixar no son simples aventuritas de dibujos animados. Son películas que profundizan en los personajes y hacen de las relaciones de éstos, de sus motivaciones y de sus conflictos, la verdadera esencia de la película.

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   Y eso no ocurre en Toy Story 3. En Toy Story 3 te informan de la partida de Andy (en un montaje de vídeos caseros que es “bocata di cardinale”, eso sí), estalla el consiguiente conflicto entre los juguetes, y cuando más expectativas se le han creado al espectador, zas, tal como he explicado los juguetes se pierden y están toooooda la peli para volver. Luego claro, se retoma la trama de Andy, y vemos por fin qué es de ellos en un final tan ñoño como esperado, pero que resulta a todas luces demasiado tarde.

   Así que Michael Arndt, por el poder que se me otorga por la gracia de Venusville, yo te despojo del Oscar al mejor Guión original ganado por Pequeña Miss Sunshine, y te condeno a reescribir el libreto de esta tercera parte juguetera de principio a fin. Woody y Buzz se lo merecerían./>

INFORME VENUSVILLE
		Sentencia Quaid: Dos Caras Harvey
		Recomendada por Kuato a: quienes siempre quisieron ver a Ken y a Barbie practicando sexo seguro (no necesitan comprar condones porque como dice Chucky en La novia de Chuky, al estar hechos de plástico son como condones gigantes).
		No recomendada por Kuato a: los guionistas de Toy Story y Toy Story 2. Cuando la vean, fijo que le retiran la palabra a John Lasseter.
		Ego-Tour de luxe por: el montaje inicial citado a base de vídeos caseros que explican la vida de Andy desde su nacimiento hasta la actualidad. No es el principio de Up pero casi.
		Atmósfera turbínea por: la ñoñería, ramplonería y fifonería del final. No sabía si estaba viendo una de Toy Story o una de Sissi en dibujos.

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