VIUDA NEGRA crítica: La viuda alegre

Por fin el standalone de Black Widow con protagonismo absoluto de Scarlett Johansson

De un tiempo a esta parte, siempre que reseño un estreno Marvel tengo la sensación de estar repitiendo un poco lo mismo. Pero es que el llamado “Marvel Cinematic Universe” lleva ya varios lustros autocopiando una plantilla de éxito perfectamente trazada, que parece garantizar resultados del notable para arriba casi con precisión matemática. Si en los 80 y los 90 se decía que podías ir a ver cualquier nueva película de Woody Allen con la seguridad de que ibas a salir de la sala más que satisfecho, ahora ocurre lo mismo con las producciones de La Casa de las Ideas, ya sean en cine o en televisión. Tres cosas se mantienen inexorables en estos tiempos de cambios sociales acelerados: la muerte, Hacienda y Marvel.

En fin, pues ahí va de nuevo eso que, según decía en el párrafo anterior, repito siempre: uno de los mayores aciertos de la macrosaga superheróica por excelencia ha sido saltarse los márgenes de su propio género para acabar ocupando TODOS los géneros del cine de escapismo puro, desde el terror hasta la ciencia-ficción, pasando por la fantasía, la comedia, el thriller y lo que se tercie. Eso, aparte de generar un “worldbuilding” tan rico en matices como el de los tebeos en los que se inspira, ha hecho posible una conga de casi 30 títulos que, mejores o peores, en conjunto no cansan ni parecen tener fecha de caducidad. Viuda Negra se adscribe a pies juntillas a ese plan, vistiéndose de cinta de tecnoespías en una onda similar a Capitán América: Soldado de Invierno, pero en este caso con una trama mucho más directa y sencilla, equidistante entre la energía dramática de El caso Bourne y la gracia gamberra de las últimas entregas de Misión Imposible. No son elogios menores.

"Si me sucedes, no olvides salir en los posters con cinturita de avispa"

Viuda Negra se ha hecho famosa por el retraso de su estreno debido a causas pandémicas, pero lo cierto es que Marvel ya iba con retraso desde hacía unos cuantos años: era bastante escandaloso que Natasha Romanoff fuera la única integrante de Los Vengadores sin aventura propia. El presente largometraje corrige el patinazo, pero deja el sabor agridulce de certificar que el personaje tenía el carisma y la complejidad emocional suficiente como para haber disfrutado de su propia trilogía, igual que Thor o Iron Man, y que ahora ya es demasiado tarde para eso. Aunque la buena noticia es que su relevo generacional, la Yelena Belova que debuta aquí, tiene por delante un futuro con mucho potencial para mejorar esos resultados.

Viuda Negra se sitúa como una semi-precuela que tiene lugar entre la parte final de Capitán América: Civil War y el inicio de Vengadores: Infinity War, y sirve tanto para explicarnos los orígenes del personaje como para presentarnos a su peculiar familia: unos falsos padres que son espías rusos viviendo de incógnito en los Estados Unidos, muy en la línea de los protagonistas de la serie The Americans, y una hermana pequeña igual de falsa, Yelena, que llegado el momento será entrenada a la fuerza junto con Natasha, para formar parte de la siguiente generación de agentes a sueldo de Moscú. A partir de ahí, el resto de la cinta narra básicamente las aventuras de Natasha y Yelena para vengarse de la organización que las captó, las mutiló (cabe recordar que, según ya nos habían contado en Vengadores: La era de Ultrón, Natasha fue esterilizada) y trató de convertirlas en asesinas sin alma.

“Viuda Negra consigue desarrollar carácter propio y no verse como un pegote dentro del universo Marvel”

Pese al aluvión de thrillers de acción a los que fusila, y los fusila de coña por cierto, Viuda Negra consigue desarrollar carácter propio y no verse como un pegote dentro del universo Marvel gracias a la excelente labor de dirección de Cate Shortland (sobre todo en una serie de escenas de bofetadas, tiros y persecuciones que transmiten vértigo y adrenalina), y al gancho innegable de los cuatro intérpretes que encarnan a los personajes principales: Scarlett Johansson tan en su sitio como siempre, David Harbour como padre de Natasha Romanoff y estrafalario supersoldado ruso venido a menos, Rachel Weisz como la madre y quizás primera superagente en haber vestido el uniforme de Viuda Negra y, sobre todo, Florence Pugh como hermana de Natasha y más que presumible “Viuda Negra 2.0”.

Porque sí, el objetivo REAL de esta peripecia, aparte de despedir con honores a Natasha Romanoff/Scarlett Johansson (que no tenía ni una mala escena de funeral en Vengadores: Endgame, pese a haberse sacrificado para salvar a toda la humanidad), es sin duda introducirnos a su heredera en el traje negro. Florence Pugh, de 25 años, es una actriz más completa de lo que Scarlett Johansson era a su edad, y aquí se adueña de la peli casi desde su primera aparición, otorgando a Yelena unos rasgos de carácter borde, gélido y mundano (es muy gracioso el momento en el que se burla de Natasha acusándola de “hacer poses” de superheroína en los combates) que la acercan más a la versión cómic de la Viuda Negra que desarrollaron autores como Frank Miller o Brian Michael Bendis.

"Que sea la última vez que decís que Hulk os parece más guapo que Hellboy"

En conjunto, la función solo se resiente de una duración algo excesiva, que empieza a notarse durante una escena de “reencuentro familiar” a la que le sobran charlas TED sobre relaciones paternofiliales disfuncionales y sobre los planes de los malos; unos malos, ya que estamos, que como en tantos títulos Marvel vuelven a ser los personajes que despiertan menos interés (aquí dan la sensación de estar aún en prácticas para sacarse el diploma de supervillanos). Por suerte, el tramo final recupera su velocidad de crucero con tanto estilo que incluso se le perdonan ciertos atajos de guion implausibles incluso para un tebeo palomitero (una base ultrasecreta con un nivel tecnológico que ni Tony Stark, pero unos sistemas de seguridad estilo Mortadelo y Filemón).

Viuda Negra es, pues, un blockbuster eficiente, divertido y necesario, que pone a los personajes femeninos en el centro con inteligencia y clase. Debería haber ocurrido mucho antes, pero dado que eso ya no tiene remedio solo cabe esperar que suponga una corrección de rumbo en el futuro de Marvel, y que este cambio de testigo en el personaje titular sirva para dar a la nueva Viuda Negra el peso específico que merece en el panteón superheróico post-Thanos.

INFORME VENUSVILLE

Venusentencia: Copas de yate

Recomendada por Kuato a: quienes dudaban de que el cine Marvel fuese capaz de seguir ilusionando tras Vengadores: Endgame.

No recomendada por Kuato a: los megafans de Natasha Romanoff/Scarlett Johansson, que pueden quedar decepcionados al ver que ésta es una obra bastante más coral de lo que apuntaba, con el protagonismo muy repartido entre varios personajes.

Ego-Tour de luxe por: dotar de trasfondo y humanidad a una heroína fabulosa, a la que hasta ahora los guionistas habían ceñido demasiado a repartir coces, vestir atuendos ajustados y dar réplica al resto de Vengadores.

Atmósfera turbínea por: ¿una base secreta que se puede ir al carajo de un solo disparo, y todas las tropas que la defienden se dedican a pegar tiros alegremente como si no hubiera Dios? Va hombre, va.

■ VIUDA NEGRA. "Black Widow" (2020). Dirección: Cate Shortland. Guión: Ned Benson y Jac Schaeffer. Reparto: Scarlett Johansson, Florence Pugh, Rachel Weisz, David Harbour, Ray Winstone y O-T Fagbenle. ESTRENO EN VENUSVILLE: 09/07/2021.