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VENGADORES: INFINITY WAR crítica: Hasta el infinito y más allá

Primer final de fiesta marveliano con todos los súpers invitados en Vengadores: Infinity War

CHEMA PAMUNDI

Vengadores: Infinity War marca el principio del fin de la llamada “fase tres” dentro de ese mastodonte fílmico que es el universo Marvel (la fase tres empezó hace un par de años con Capitán América: El soldado de invierno y acabará el que viene con la cuarta entrega de Los Vengadores). Se trata sin duda de la cinta de superhéroes más ambiciosa jamás rodada, que se dice pronto, y es todo lo buena que cabía esperar para una “película Frankenstein” de estas características, que intenta ejercer de gran crossover unificador de 18 títulos anteriores.

Eso, por sí solo, es un logro que merece no ya un aplauso, sino una ovación cerrada. Porque nadie antes había tenido las narices de intentarlo y porque, pese a ciertos achaques de abotargamiento narrativo que son comprensibles, el conjunto cumple de sobras con su objetivo: que cualquier fan digno de tal nombre salga del cine estremecido, tras un final que no es exactamente el cierre de una etapa ni el inicio de otra, pero que a la vez es ambas cosas; y que, en cualquier caso, es acojonante. Un puñetazo emocional similar al que supuso en su día El Imperio Contraataca para los seguidores de Star Wars. Ni más ni menos.

En Vengadores: Infinity War los héroes titulares no dan abasto, ni siquiera arrejuntándose con insignes estrellas invitadas como Spider-Man, Black Panther, Dr. Strange o los Guardianes de la Galaxia al completo, para frenar a Thanos el conquistador de mundos, una especie de luchador de wrestling de color púrpura que tiene bastante pinta de ser la mayor amenaza que haya recorrido alguna vez los multiversos, hasta el punto de que todas las peripecias que hemos visto pasar a los Vengadores en anteriores largometrajes parecen ahora meros entrenamientos de sala Peligro, destinados a prepararles para la movida que nos ocupa. ¿Ultrón? Una coña marinera al lado de este cafre.

 

Vengadores. Infinity War

"Daremos número para organizar turnos a medida que los súpers vayan llegando"

 

Thanos es la fuerza centrífuga de la película, por encima de cualquier otro de los muchos personajes que se pasean por la pantalla. No sólo por el escalofriante nivel de poder del que hace gala (y que además va aumentando de manera exponencial a medida que avanza la acción), sino también por la gama de grises morales en la que se mueve, y que resulta muy poco habitual en este tipo de cine de entretenimiento. A ver, villanos con tortura interior, de esos que son malos “porque el mundo los ha hecho así”, hemos visto a cascoporro; y villanos más interesantes que los héroes de los que son némesis, también (esto le ocurre a Batman todo el rato). Lo que no hemos visto tan a menudo es a un villano que, si dejamos las consideraciones morales al margen, pueda llegar a convencernos de que su plan megalómano es inquietantemente eficiente: Thanos está seguro de que, si cumple sus objetivos, hará del universo un lugar mejor. Como el científico dispuesto a matar a un ratón de laboratorio para salvar a otros dos.

Eso hace que todas sus apariciones sean interesantes, tanto si son para partirle la crisma a alguno de los Vengadores que intenta frenarlo, como si son para mantener uno de sus habituales diálogos intimidatorios en plan “Vuestra resistencia es inútil” (no va muy desencaminado, no). Thanos transmite un carisma, peligro e inevitabilidad mayúsculos, pero también una tristeza desoladora, tras haber llegado a la resignada conclusión de que la misericordia no tiene cabida en su marco mental, de que el fin justifica cualquier medio (a este respecto, la interpretación de Josh Brolin, oculto tras una montaña de efectos digitales, es impecable). A menudo se ha dicho que un superhéroe es tan buen personaje como lo sean sus villanos. Bueno, pues el peso dramático de Vengadores: Infinity War se sostiene casi por completo sobre las espaldas de Thanos; y el tío lo aguanta sobrado. Un malo D-E-S-C-O-M-U-N-A-L, que compensa con creces todas las carencias de la obra.

"Vengadores. Infinity War es sin duda de la cinta de superhéroes más ambiciosa jamás rodada, que se dice pronto"

Porque, carencias, tiene unas cuantas, casi todas derivadas de la exagerada profusión de personajes que toman parte en ella (cerca de ochenta), de la media docena de subtramas que intenta enlazar, y del peaje que supone tener que incluir cada dos por tres una secuencia de tortas en la que todo el mundo tenga su minutillo de gloria. El argumento central, sin ir más lejos, queda reducido a un esqueleto de lo más básico: Thanos yendo arriba y abajo para reunir unos pedrolos mágicos conocidos como “Gemas del Infinito” (algunas de las cuales ya han aparecido en anteriores pelis) que le harán el tipo más omnipotente a este lado de la galaxia, y los Vengadores intentando montarle una emboscada en cada “pantalla del videojuego” para impedírselo; y, pese a esa simplicidad, el guion cae en alguna que otra inconsistencia ante la cual no te queda más remedio que hacer la vista gorda. No merece la pena entrar en spoilers, pero digamos que, si tienes en tu poder una gema que manipula el tiempo y otra que manipula la realidad... ¿de verdad te hace falta seguir resolviendo los problemas a hostia limpia? Bueno... sí... porque eso es lo que se supone que hacen los superhéroes.

Aparte de lo anterior, los Vengadores se pasan todo el metraje separados en varios minigrupos, cada uno a lo suyo, y los temitas personales entre ellos apenas avanzan, o bien se resuelven con un cruce de miradas/apretón de manos en plan “pelillos a la mar, tío, que se acaba el mundo y no tenemos tiempo para andarnos con mierdas”. De hecho, quitando a los protagonistas evidentes (Iron Man, Dr. Strange, Thor, Spider-Man, Star-Lord...), bastantes de los héroes que aparecen tienen un papel de lo más esquemático (el Capitán América, Black Panther o la Viuda Negra apenas sueltan cuatro o cinco frases funcionales, reparten algunas leches... y eso es todo). Algunos incluso resultan redundantes. ¿Para qué salen Bucky Barnes o el Halcón? Pues yo qué sé. Por salir.

 

Vengadores. Infinity War

"La próxima vez venimos antes, que por llegar tarde casi nos quedamos sin salir"

 

Y aun así, de algún modo el resultado global brilla. La labor de dirección de los hermanos Russo quizás no alcance la grandeza creativa que demostró Joss Whedon en los dos capítulos anteriores (cada plano era una puñetera viñeta en movimiento), pero es una buena metadona. Las dos horas y media de metraje pasan livianas pese a la profusión de escenas explicativas, y la historia nunca pierde el foco ni se estanca; y depara sorpresas que te dejan sin habla; y cada vez que la acción salta de un cliffhanger a otro, abres los ojos como platos porque ya no te acordabas de lo mal que pintaban las cosas en esa subtrama concreta; y, es más, ninguna de las subtramas te parece de relleno; y Tony Stark sigue siendo la hostia cada vez que abre la boca, y su tensión con Stephen Strange es chula, y su química mentor/aprendiz con Peter Parker es aún más chula; y ves a Thor llamando “conejo” a Rocket Racoon y te parece lo más molón y Marveliano que has visto en tu puñetera vida.

El acierto principal de Vengadores: Infinity War, no obstante, es su milimetrado tono apocalíptico y crepuscular. Es un tono orgánico, que no queda postizo ni traiciona el colorismo habitual de la Marvel; no faltan los chistes malos en pleno combate ni las metareferencias pop de siempre (varios de los Guardianes de la Galaxia siguen creyendo que el Kevin Bacon de Footloose es un gran héroe en la Tierra), pero de fondo se filtra una sensación de desasosiego que acaba impregnándolo todo. Es una película en la que los héroes avanzan pifiándola. Nada les sale bien del todo, la improvisación y la necesidad de cambiar de plan es constante, las dudas y la desesperación les atenazan (uno no ve llorar a Thor todos los días). Poco a poco se instala en todos ellos la certeza de que se están enfrentando a la hecatombe definitiva; de que, si no ganan este round, se acabó lo que se daba; y de que, hay que joderse, no lo van a ganar. Por momentos, la intensidad pone los pelos de punta.

Para el gran público, Vengadores: Infinity War será un entretenimiento muy sólido. Para cualquiera que haya crecido leyendo a Los Vengadores, es pura epopeya cósmica superheroica, lo más parecido a un tebeo de Roy Thomas y Neal Adams puesto en imágenes. Aún con todos sus problemas, si un genio disfrazado de Stan Lee se hubiera materializado delante mío y me hubiera dicho “Pídeme un deseo para la siguiente peli Marvel”, el resultado se parecería bastante a Vengadores: Infinity War.

 

INFORME VENUSVILLE

Venusentencia: Copas de yate

INF VNV 4

Recomendada por Kuato a: quien esté de acuerdo en que lo mejor del cine de superhéroes son los supervillanos.

No recomendada por Kuato a: quien no no conozca el MCU porque las películas de Marvel han llegado ya a un punto de dependencia mutua insalvable. Para entender Vengadores: Infinity War hace falta haber visto antes Capitán América: El soldado de invierno, Capitán América: Civil War, Spider-Man: Homecoming, Thor: Ragnarok, Black Panther...

Ego-Tour de luxe por: su viraje hacia el terreno de la ciencia-ficción, con un extenso tour por varios puntos calientes de la galaxia. No sólo por lo refrescante que resulta, sino porque justifica magníficamente algo tan bizarro como mezclar a los Guardianes de la Galaxia con Spider-Man.

Atmósfera turbínea por: Los nuevos escuditos wakandianos del Capitán América, y en general el uniforme negro que lleva, como de ninja hortera. Feísimo todo.

 

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1 Respuesta

  1. Me parece una reSEÑA FANTÁSTICA QUE REFLEJA PERFECTAMENTE LO QUE EXPERIMENTÉ VIÉNDOLA, PERO CREO QUE TE HAS DEJADO UNA SOLA COSA QUE ME PARECIÓ REALMENTE BRUTAL. cUANDO ACABA LA PELÍCULA Y EMPIEZAN A APARECER LOS CRÉDITOS, CREO QUE ES LA PRIMERA VEZ EN UNA SALA REPLETA QUE NADIE SE LEVANTA, Y RESULTA ESTREMECEDOR Y EMOCIONANTE COMPROBAR COMO TODOS LOS ESPECTADORES CONTIENEN LA RESPIRACIÓN ESPERANDO ESA ÚLTIMA ESCENA TRAS LOS CRÉDITOS PORQUE SE NIEGAN QUE ESO SEA EL VERDADERO FINAL. HACER ESO, CONDUCIR UNA SAGA CINEMATOGRÁFICA MASTODÓNTICA Y HACERLA CONVERGER EN ESE PRECISO Y ÚNICO INSTANTE, ES MARAVILLOSO.

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