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LA FORMA DEL AGUA rueda: Guillermo Del Toro, el padrino

Guillermo Del Toro presenta La forma del agua como padrino de honor del 50 Festival de Sitges

RAY ZETA

FESTIVAL DE SITGES, 05/10/2017. Guillermo Del Toro forma parte de la familia del Festival de Sitges, tiene proyección internacional, es latino, y es un tipo de puta madre, así que no se me ocurre a nadie mejor para ejercer de padrino del Festi en su 50 aniversario. Porque sí señores, el niño ya hace tiempo que ha pegado el estirón, pide las llaves del coche y vuelve más tarde de las diez de la noche. Nuestro amado Festival de Sitges cumple 50 años, y lo celebra inaugurando por la puerta grande con Guillermo Del Toro trayendo su última película bajo el brazo, La forma del agua, historia de amor entre una mujer y un monstruo, reciente León de Oro en el Festival de Venecia.

Del Toro empieza declarando su amor incondicional al Festival de Sitges, que le dio su primera oportunidad con Cronos hace 25 años en 1992... Y doy fe de ello, pues ese año en la proyección de una película de chinos en el Auditori titulada Wicked City, me tocó sentarme al lado de un joven con barbita y gafitas que no paró de reírse a carcajadas durante toda la peli de lo mala que era. "Es el director de una peli mexicana de vampiros llamada Cronos", me dijeron... Trece años más tarde, ese director mexicano regresó al festival convertido en estrella con El laberinto del fauno, y ahora está delante nuestro presentando La forma del agua.

 

La forma del agua

"A partir de ahora llamadme Don Guille Toroleone"

 

Y de tan simpático, enrollado y amigable que es, Guillermo Del Toro no calla. Apenas cuatro preguntas le dan para pulirse treinta minutos de rueda, y entre muchos otros detalles de La forma del agua, nos cuenta que escribió los personajes para los actores que los interpretan, y que quiso hacer una La bella y la bestia, pero con una bella que no fuera una princesa Disney ("que hierve huevos, se masturba por la mañana, y se va a trabajar", explica, "como hace todo el mundo", apuntilla sardónicamente. Sí, Guillermo, al menos Kevin Spacey en American Beauty lo hace), y una bestia que no se convirtiera en príncipe.

Tomando prestado como modelo, claro, la criatura de La mujer y el monstruo, de Jack Arnold, película que vio a la edad de 6 años quedando tan fascinado por su arte y por su belleza, que hasta padeció el síndrome de Stendahl. Guillermo tardó tres años en diseñar a su monstruo, un reto mayúsculo por deber reunir tres condiciones como hilo argumental de la película: ser un dios, ser un animal, y ser el protagonista masculino de la peli (ahí es ná). Y es hablando del monstruo cuando a Del Toro le brillan los ojos, y pide permiso para explayarse en la respuesta hablándonos de las técnicas de construcción, color e iluminación, con la ilusión de un niño que enseña sus juguetes.

"La forma del agua es una La bella y la bestia, pero con una bella que no es una princesa Disney y una bestia que no se convierte en príncipe"

Nos cuenta también que decidió hacer La forma del agua cuando preparando Pacific Rim 2 le salieron seis meses de descanso, y que lo hizo empeñando todo su sueldo "y un montanal más". 13 millones de euros, pero quería que se viese como de 60. Y que fue una película espantosa de filmar porque todo lo que podía salir mal, salió mal, con casi atropellos, vientos huracanados, temperaturas bajo cero, tormentas de arena, lluvia en horizontal... Y como salta de un tema a otro con la misma facilidad que un pitufo, introduce que La cumbre escarlata fracasó porque se vendió como una película de terror de Halloween pese a ser un romance gótico.

Porque Guillermo Del Toro habla sin complejos tanto de sus éxitos como de sus fracasos, y lo hace con toda honestidad. Como su proyecto fallido de adaptar "En las montañas de la locura" de H.P. Lovecraft. "Uno es un comercial que va con su mercancía en una maletita", reconoce, "y a veces compran y a veces no". Y explica que tiene todas las esculturas hechas para ese proyecto, actualmente delante de la ventana de la habitación en la que ve televisión, para que tapen la luz, "lo que es muy humillante", ironiza, y se pone filósofo al reconocer “que la trayectoria en un director no es una maniobra planeada, sino un accidente a cámara lenta".

 

La forma del agua

"Por eso de Hellboy 3 pasé a mil por hora"

 

Y sigue contándonos que pese a que en más de una ocasión se le etiquete como director de terror, él nunca se ha considerado como tal. "Por eso cuando me dicen que yo soy un cineasta de horror, debe ser que soy un horror de cineasta porque nunca me he considerado de terror. A mí lo que me atrae del género es la poesía de las imágenes. Los elementos mecánicos como el susto y la sangre me atraen mucho menos". Y pone como ejemplo imágenes tan poéticas como la criatura de la laguna negra nadando, King Kong en el Empire State, Peter Lorre resucitado en Las manos de Orlac, Nosferatu en el dintel de la puerta...

Y en cuanto a las referencias elegidas para salir en La forma del agua, nos revela que en la vida ha procurado no ser post-moderno y nunca hacer referencias sólo como referencias. "Si así fuera sacaría Cantando bajo la lluvia, Ciudadano Kane, El halcón maltés... Y dije 'vamos a poner películas cutres'. Las películas que muchas veces te salvan la vida son películas de domingo. Lo que celebro es el cine, no ciertas películas". Y acaba con una cita que debería figurar en todos los libros de texto del mundo: "el cine es vital, sea bueno, malo o regular". Y los asistentes estallamos en aplausos vitoreando al mejor padrino que el Festival de Sitges podría tener. Nuestro padrino.

 

 

La forma del agua

Guillermo Del Toro con la forma de Venusville

 

■ LA FORMA DEL AGUA. "The Shape Of Water" (E.U.A., 2017). Dirección: Guillermo Del Toro. Guión: Guillermo del Toro y Vanessa Taylor. Reparto: Sally Hawkins, Octavia Spencer, Michael Stuhlbarg, Richard Jenkins, Michael Shannon y Doug Jones. Estreno en Venusville: 16/02/2018.

 

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