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SITGES 2018 crónica 3: Respira, ya se pasa

Mandy; Aterrados; Elizabeth Harvest; Arctic

CHEMA PAMUNDI

Ray Zeta, el jefazo de Diario de Venusville, tiene una frase que reformula aquella que decía Matt Damon en Rounders, acerca del póker: “En todas las partidas de póker hay un primo; si no descubres al primo en la primera hora de partida, es que el primo eres tú”. La versión libre de Ray Zeta, referida al festival de Sitges, es aún mejor: “A la salida de los pases de prensa de Sitges siempre hay un rarito que defiende el típico tostón que no le ha gustado a nadie; si llevas un rato comentando una peli y aún no has detectado al rarito, es que el rarito eres tú”. En los tres días que llevamos de festival ya he detectado a cuatro o cinco raritos (uno al que no le gustó Mandy, otro al que le gustó Suspiria...), y he ejercido yo mismo de rarito en un par de ocasiones (una de ellas defendiendo Climax, que para mayor salto mortal ni siquiera me había acabado de convencer).

A menudo, en artículos de ediciones anteriores del festival, he explicado que el ver tantas películas de golpe, más el agotamiento que vas arrastrando, acaban deformando tu percepción de las cosas, de modo que cuando vuelves a tu vida normal y te da por revisionar alguno de los títulos que has visto en Sitges, es común que te sorprenda haberle puesto una nota tan alta o tan baja. Pero, además, hay otro factor que influye en tu criterio, y es no tener apenas tiempo para digerir las cosas. Hoy he visto una película que me ha chiflado (y que reseñaré en la próxima crónica), pero tal como aparecían los créditos finales he tenido que salir zumbando para otra sala donde se proyectaba mi siguiente sesión del día, que ya había empezado hacía cinco minutos. Entre eso, y que aún estaba masticando mentalmente lo que había visto antes, me ha costado horrores concentrarme y “entrar” en la acción. A ratos, se me iban los ojos a la oscuridad de la sala y volvía a rememorar escenas de la otra película. ¿Cómo no va a afectar eso a tus opiniones? Por tanto, y como también repito siempre, pido disculpas adelantadas por las posibles contradicciones, valoraciones absurdas y muestras generales de cortocircuito mental que puedan transmitir estas crónicas.

Las cuatro pelis de hoy:

 

MANDY (Panos Cosmatos, Bélgica-EUA, 2018)

Trailer, fotos, sinopsis y ficha

Mmmm, ¿ya está? ¿Esto era Mandy, el título llamado a revolucionar Sitges 2018? A ver, que sí, que estamos ante una buena (a ratos buenísima) película de venganzas violentas (a ratos violentísimas), cocinada a fuego lento (a veces lentísimo). Pero hale, ya está, no hagan olas. En lo nuclear, Mandy cuenta una historia sin apenas aristas (unos sectarios satánico-cenobitas drogadísimos matan a la mujer del prota, y luego el prota los mata a ellos; telón), que se vuelve compleja gracias a las capas y capas de narrativa contemplativa e imaginería bizarra que le ha aplicado el director Panos Cosmatos, y que toman por completo el control del relato: cielos multicolor que parecen pintados, filtros locos inundando la pantalla, escenas que se ralentizan hasta detenerse por completo, sueños representados mediante pasajes de animación, y una estética que es puro espíritu death metal (y, a ratos, todo lo que acabo de enumerar, mezclado). De hecho, más que como una película, Mandy parece estar estructurada como un álbum metalero conceptual. Su “cara A” (desde el prólogo hasta que los villanos ejecutan su masacre), más lenta, estaría compuesta por larguísimos y lisérgicos temas instrumentales, mientras que la cara B, más frenética, sería la de los hits tarareables, o sea Nicolas Cage arremangándose, forjándose un hacha de ciber-bárbaro cimmerio y liquidando a todo bicho viviente con generosas dosis de casquería.

 

SITGES 2018

"Listo para rodar Ghost Rider 3"

 

Y hablando de Cage, que junto a la dirección artística es la fuerza motriz de Mandy, un par de apuntes: el primero es que me parece descacharrante que de pronto la crítica de postín se ponga a reivindicarle (tras haberse pasado la última década manteándole y dando su carrera por finiquitada) por una película como ésta, en la que pone básicamente los mismos jetacos de lunático que ha estado poniendo en sus últimas quince películas de acción. El segundo apunte es que, sí, desde luego el tipo está en su salsa, con los tornillos tan sueltos como de costumbre, gritando, llorando, riendo histéricamente y abriendo los ojos hasta ese punto en que parece que vayan a estallarle... pero aun así, cuando tiene que dar el “do de pecho” interpretativo, durante una escena en la que se dedica a beber vodka de manera compulsiva mientras aúlla de rabia y dolor por el asesinato de su esposa, sobreactúa y desfasa de mala manera, convirtiendo en autoparodia involuntaria lo que debería ser un momento definitorio del personaje.

Mandy resume muy bien por qué Cage es tan efectivo en esta clase de papeles, pero también revela por qué Hollywood prácticamente ha dejado de llamarle para que haga papeles de otra clase. En resumen, Mandy es una obra alucinada y alucinante (y no estoy de acuerdo en que sea demasiado larga; yo no le eliminaría ni una escena), pero quizás varios peldaños por debajo de la obra maestra que se vaticinaba.

 

Venusentencia: Copas de yate

INF VNV 4

 

ATERRADOS (Demian Rugna, Argentina, 2017)

Trailer, fotos, sinopsis y ficha

Peli de encantamientos fantasmales (varias casas en una misma calle de Buenos Aires), con explicación rebuscada, FX resultones y sustitos de túnel del terror. Dos escenas impactantes a más no poder (una muy al principio, otra hacia la mitad) son suficientes para mantenerte pendiente hasta el final, con expectativas de que en algún momento la cosa levante definitivamente el vuelo. Pero no, todo lo contrario, a medida que avanza se va estropeando hasta el punto de que llegues a preguntarte si el esfuerzo de verla entera ha merecido la pena. Al menos a mí, me ha acabado pareciendo una murga ectoplásmica que cojea por la misma pata que gran parte de ese cine de espectros y demoniejos de la factoría James Wan (La monja, Annabelle y compañía), al que quiere parecerse con desesperación: las reglas de lo sobrenatural convertidas en una especie de receta de cocina rollo “si hacemos A y luego B, el fantasma hará C”. De un tiempo a esta parte, cuando ves aparecer a un investigador paranormal en una película de terror ya puedes imaginarte que van a haber demasiadas explicaciones. En Aterrados no sale un investigador paranormal, sino tres.

 

SITGES 2018

"En ocasiones veo fantasmas"

 

La puesta en escena no está mal (aunque la fotografía tiene un puntito acartonado, como de producción televisiva), hay un monstruo del armario que da bastante dentera las dos primeras veces que aparece (luego ya te acostumbras), son de agradecer los toques de comedia en los diálogos, y se esparcen aquí y allá buenos detalles de planificación para mantener la tensión, como los saltos de un personaje a otro mientras investigan habitaciones distintas de una misma casa (y cada uno de ellos va sufriendo putaditas diferentes), pero al fin y al cabo esto no es nada más que una acumulación de trucos fáciles sin dirección argumental más allá de buscar el respingo inmediato. A muchos aficionados entusiastas les bastará con eso para quedarse más que contentos con Aterrados. Yo he respingado diría que un par de veces. El resto, indiferencia y bostezos.

 

Venusentencia: Dos Caras Harvey

INF VNV 3

 

ELIZABETH HARVEST (Sebastián Gutierrez, EUA-Reino Unido, 2018)

Trailer, fotos, sinopsis y ficha

Un matrimonio de recién casados (interpretados por Abbey Lee y Ciarán Hinds) se instala en el casoplón del marido, en plena naturaleza. La esposa (la Elizabeth del título), no tarda en empezar a aburrirse y comerse la cabeza pensando en por qué un hombre tan brillante (es un científico eminente, ganador del premio Nobel) ha accedido a casarse con ella, una muchacha notoriamente más joven, de físico ideal pero de educación bastante simple. La casa, ultramoderna y ultrasegura (todas las puertas funcionan con detector de huellas) es un lugar un tanto siniestro, en el que además de la pareja habitan una sirvienta con tendencias fisgonas (Carla Gugino) y un jardinero ciego. Un buen día, la ociosa Elizabeth abrirá una puerta del sótano, la única a la que su marido le había prohibido el acceso, y ahí saltará el cuco...

 

SITGES 2018

"El 'Be our guest' no me la sé, pero si quieres te canto la de Gaston"

 

Elizabeth Harvest es, no lo dudo, una película que encontrará su público. Un público que sepa apreciar sus golpes de efecto, sus giros de trama (in)esperados, sus prolijas justificaciones y su vaivén de géneros entre el terror y la ciencia-ficción. Yo, lamentablemente, no soy ese público. Durante la primera media hora, los ecos nada disimulados de Rebeca, de La bella y la bestia, y sobre todo de Barbazul, aún logran mantener a raya el tedio y generar algo parecido al suspense (Sebastián Gutiérrez, director y guionista, se lo curra para que la casa transmita sensación de amenaza, de trampa, utilizando recursos visuales como las pantallas partidas y los planos fijos de habitaciones vacías). No obstante, a medida que el elemento fantástico gana terreno, la cosa se va volviendo reiterativa, y ya cuando empiezan los flashbacks con voces en off para contarte con pelos y señales lo que está pasando, el filme descarrila por completo. Porque, además, lo que resulta estar pasando no hay quien se lo trague. Un episodio de Black Mirror mal estirado.

 

Venusentencia: Congelada en carbonita

INF VNV 2

 

ARCTIC (Joe Pena, Islandia, 2018)

Trailer, fotos, sinopsis y ficha

Arctic cuenta las andanzas de un piloto que se ha estrellado en el círculo polar ártico con su avión, y al que no le queda otra que tirar de ingenio para sobrevivir; es decir, una especie de versión minimalista de Náufrago o Marte. Minimalista porque, a diferencia de los dos ejemplos citados, Arctic carece del más mínimo glamour. Aquí no hay ningún Wilson que sirva de alivio cómico, no hay sistema de vídeo en el que ir grabando un diario molón, no está la típica escena de alucinaciones en la que el héroe ve a su madre o a su novia, y el sufrimiento no es episódico y compartimentado (como cuando a Tom Hanks se le infectaba una caries, se arrancaba la muela y la película seguía adelante), sino algo constante, fluido, inapelable. Ni siquiera tenemos una escena-espectáculo que nos muestre el accidente de avión: la película empieza días después del siniestro, in media res, sin apenas contexto. El protagonista ya ha perdido algunos dedos por congelación, pero no hace un drama de ello.

 

SITGES 2018

"Mientras no tenga que utilizar mi propia mierda como en Marte, todo irá bien"

 

Arctic es en un 50% sus tremebundos escenarios naturales (un inmisericorde e infinito manto blanco en el que el protagonista, a menudo filmado en lejanos planos generales, es apenas una mota) y en otro 50% Mads Mikkelsen, que se come la pantalla con una interpretación portentosa, todo contención, alejada de cualquier tic oscarizable (cuando lo común en este tipo de producciones es que el superviviente piense mucho en voz alta y en general se comporte como si fuera consciente de que hay espectadores mirando). El prota de Arctic sabe que sus únicas opciones de salir vivo de esa situación miserable pasan por mantener el autocontrol, descartar el pánico y la ira y centrarse en analizar lo que puede hacer para superar cada obstáculo; el tío no cae en los aspavientos ni cuando el oso polar de turno (pues claro que sale un oso polar) se le zampa las reservas de pescado. Una survival-movie pura y dura, en la que cada decisión desata consecuencias y cada gruñido de dolor te hiela (nunca mejor dicho) la sangre.

 

Venusentencia: Copas de yate

INF VNV 4

 

SITGES 2018

 

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