TRANSPORTER LEGACY crítica: Angelitas rusas al rescate

El transporter de Transporter Legacy es un ñiclis que ni es un coco pelado ni es Jason Statham

■ ROBERT THORNHILL

Gloriosa la idea del que algún día en un momento de lucidez sin precedentes pensó que se podía volver a hacer una película variando un poco el argumento y con unos personajes similares dedicando todo su esfuerzo a elegir unos actores que diesen el pego y que no desmereciesen a los originales. Este fenómeno con un nombre tan cool como rimbombante como es "reboot", se ha convertido en una nueva gallina de los huevos oro para los ricachones de la industria del cine, que han visto en estos remakes 2.0 un negocio que van colando entre una audiencia que en el fondo va al cine a pasar un buen rato, sin preocuparles quienes sean los actores protagonistas.

Otra cosa es valorar el resultado final y la necesidad de muchos de estos reboots. Batman Begins y El origen del planeta de los simios dieron un salto de calidad respecto a sus predecesoras, mientras que en el caso de The Amazing Spider-Man (del que incoceblimente ya se está gestando el segundo reboot), Superman Returns, Robocop, y sobre todo esta última versión de Cuatro Fantásticos, no se han comido mucho el tarro a la hora de intentar marcar distancias respecto a la anterior y sólo son burdas copias prescindibles y sin personalidad.

"¡Eso por decir que comparado con Jason Statham soy un nenaza!"

Mucho ha tardado en darse cuenta uno de los máximos gurús del cine espectáculo y palomitero Luc Besson (con permiso del rey Jerry Bruckheimer) de que esto de los reboots es jauja, y ha descubierto que aparte de hacer reversiones americanas de sus obras francesas (como ese Brick Mansions del difunto Paul Walker), como hacen sin pudor los yanquis con toda peli asiática que les haga tilín, no se tiene por qué sentir ningún trauma artístico si se reinicia por todo el morro una franquicia manteniendo intacta la fachada pero con materiales diferentes.

"Un Ed Skrein que con esa cara de guapito y cuerpo escultural, es más adecuado para verlo de rico aficionado al sado en 50 sombras de Grey que para el papel del leñero Frank Martin"

Además, en el caso de Transporter Legacy (manda huevos con la traducción), tampoco es que estemos hablando de una franquicia que haya sentado cátedra ni tenga legiones de fans que se puedan sentir ofendidos por deshonrar la memoria de un personaje como Frank Martin (alias el Transporter), porque no nos engañemos si decimos que si el mamporrero y auténtico exponente del cine de acción actual Jason Statham no hubiera protagonizado la trilogía anterior, su destino hubiera sido las estanterías de los videoclubs de barrio.

Así pues, este reboot de Transporter parte con el arduo propósito de hacernos olvidar la ausencia del mayestático Jason y sin la presencia en la sombra del mago francés Luc Besson, con lo que el peligro de fiasco se podría preveer tal como sucedió, sin ir más lejos, con El legado de Bourne sin Matt Damon ni Paul Greengrass. Han entrado los chinos para poner pasta, y ya sabemos lo que les va a los chinos: copiar todo lo que se pueda de ese inconfundible estilo Besson que impregna a todas sus pelis. A saber: malos-malotes procedentes de los países del este (en este caso rusos), diálogos minimalistas con uso abusivo de frases lapidarias y, sobre todo, escenas de acción adrenalíticas dignas de recordar con aires de Misión Imposible o James Bond, que nos hagan olvidar que los actores son planos y la trama es inverosímil.

"Tú ni caso, te tienen envidia porque tienes más pelo que Jason Statham"

Una fórmula perfecta a la que esta vez se añaden cuatro hermosuras como cuatro soles como si fueran los ángeles de Charlie, que ponen el toque picantón (pero sin pasarnos, eh, que el estilo santurrón de Tom Cruise de mirar-pero-no-tocar parece que tristemente se impone en el cine de acción moderno), y equilibran la evidente falta de presencia de un Ed Skrein que hace lo que puede chupándose el mentón para parecerse a su majestad Statham, pero que le falta la tosquedad y la mirada asesina de Jason, con esa cara de guapito con sus ojos azules y cuerpo escultural que le hacen más adecuado para verlo de rico aficionado al sado en 50 sombras de Grey o en algún producto de la factoría Nicholas Sparks, que para el papel del irreverente y leñero Frank Martin.

Lo cierto es que la peli no desmerece demasiado a las anteriores, aunque también es verdad que la saga Transporter ha tenido un éxito relativo y dudamos de que Jason Statham sea recordado de por vida por ese papel, pero bueno, su presencia no deja de sobrevolar en este Transporter Legacy que poco o nada añade a sus tres predecesoras.

INFORME VENUSVILLE

Venusentencia: Dos Caras Harvey

Recomendada por Kuato a: los incondicionales del cine de Luc Besson: Venganza, Taxi… incluso 3 días para morir. Esto es más de lo mismo.

No recomendada por Kuato a: quien considere que sería una herejía hacer un reboot de Harry, el sucio con James Marsden substituyendo a Clint Eastwood  .

Ego-Tour de luxe por: esa escena imposible en el avión y el coche descapotable, donde veríamos disfrutar a Tom Cruise haciendo fantasmadas.

Atmósfera turbínea por: esas cuatro chicas florero, que aunque sean las coprotagonistas de la función tienen un toque Club Disney que asusta. ¿Dónde están esas Milla Jojovich o Scarlett Johansson que tanto nos ponen?

■ TRANSPORTER LEGACY. Estreno en Venusville: 11/09/2015