BALADA TRISTE DE TROMPETA crítica: ¿Cómo están ustedeeeees?

¿Cómo están ustedeeeees?

Si creen que el Joker y el Capitán Spaulding acojonan, esperen a ver estos Payaso Triste y Payaso Tonto

Por Ray Zeta

<Después de haber realizado una película tan académicamente formal y sobria como Los crímenes de Oxford, Álex de la Iglesia se saca la escoba del culo y regresa al cine que más le gusta, a la comedia grotesca cargada de mala leche. Es que se lo pedía el cuerpo. Igualito que la alumna de un internado monjil que tras estar toda la semana vistiendo un recatado uniforme de cuadritos, se despoja de él cuando llega el finde en favor de una minifalda con el tanga por fuera y un generoso escote.

Un circo tan casposo y cutre como el espectáculo del lejano oeste de 800 balas, integrado como siempre por personajes igual de desarraigados que bien podrían ser también los miembros del comando Acción Mutante o los vecinos de La comunidad, dos payasos protagonistas que se putean aún con más mala leche que los Nino y Bruno de Muertos de risa, una historia que recuerda la de El día de la bestia aunque sin demonio, un retrato social, político y televisivo de esa España negra de principios de los 70 que igual repasa a Raphael y a Los payasos de la tele que al Lute y el atentado de Carrero Blanco, y un desenlace, cómo no, situado a grandes alturas, esta vez en la cruz del Valle de los Caídos.

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Todo lo que le pone, en definitiva, a Álex de la Iglesia, pasado por su túrmix de salvajismo esperpéntico habitual en una propuesta ambiciosa que mezcla géneros, metáforas y homenajes a partes iguales. Demasiado ambiciosa, quizás, estando por primera vez solo ante el peligro del folio en blanco al haber estado su compañero de fechorías guionísticas Jorge Guerricaechevarría escribiendo Celda 211. Y eso se nota, vaya si se nota.

"Álex de la Iglesia se saca la escoba del culo y regresa al cine que más le gusta, a la comedia grotesca cargada de mala leche"

Porque Balada triste de trompeta avanza a trompicones con una hiriente falta de continuidad narrativa, contando con mil puntos interesantes, pero metidos todos de la manera más deslavazada. De un prólogo ambientado en la guerra civil española que acaba relevándose como lo mejorcito de la peli (entre otras cosas con Santiago Segura vestido y maquillado de payaso segando gargantas a golpe de machete), pasamos a un drama romántico que se torna comedia negra primero y psychotrhiller después, en una historia de amor, humor y horror, que homenajea desde King Kong a La bella y la bestia pasando por El fantasma de la ópera, mientras se retratan las distintas Españas existentes en las postrimerías del franquismo.

"No sé de qué se sorprenden, el payaso Krusty también va siempre maquillado y no se quejan"

Demasiadas ideas quizás, o demasiadas ideas mal integradas que convierten al conjunto en un producto de lo más irregular al combinar escenas absolutamente geniales (el citado prólogo, la desfiguración de uno de los personajes a lo Mason Verger, la conversión de Carlos Areces en Killer Klown “maquillándose” pese a no disponer de maquillaje) con escenas sencillamente ridículas (su estancia en el bosque en pelota picada alimentándose de carne cruda, como le sucede a Homer Simpson en uno de sus episodios, la de la cacería de perdices que parece parodiar Los santos inocentes, o la que parece emular al Michael Douglas de Un día de furia en una cafetería), dotando a la obra de un tufo a sucesión de sketches que espanta.

La peli necesitaría pues un repaso, una corrección de guión, o unos buenos tijerazos que eliminaran las escenas sobrantes (que hay muchas) para darle la continuidad y el ritmo que le falta. Aún así, la personalidad de Alex de la Iglesia como realizador es tan alargada como su sombra, y su estilo de dirección tan fascinante como sugerente. Geniales las escenas de acción (¿les he dicho ya que el prólogo ambientado en la guerra civil es para mear y no echar gota?), descojonantes los retratos humanos (todos sus personajes parecen haber salido de un tebeo de Francisco Ibáñez), y acojonante la mala leche que destilan cada uno de sus planos. Balada triste de trompeta no es la mejor película de Álex de la Iglesia, quizás ni siquiera sea una buena película, pero aún así es una película imprescindible./>

INFORME VENUSVILLE

		Sentencia Quaid: Copas de yate



		Recomendada por Kuato a: fans del Capitán Spaulding y estudiantes de sociología que basen su trabajo de final de carrera en la televisión de los años 70.

		No recomendada por Kuato a: a quien sometería a Los payasos de la tele, Charlie Rivel y Tortell Poltrona, a las torturas que sufre Mel Gibson en *Braveheart*.

		Ego-Tour de luxe por: ¿y aún me lo preguntan? El prólogo, hombre, el prólogo… Santiago Segura de payaso segando gargantas a golpe de machete como Máximo Meridio en el circo romano.

		Atmósfera turbínea por: tooooodas las escenas que sobran. Llegan a meterle mano al metraje los hermanos Weinstein, y queda una película la mar de arregladita.