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CONEXIÓN MARSELLA crítica: El arte de copiar bien

Cine de gangters a lo Scorsese donde los personajes comen croissants en vez de donuts

CHEMA PAMUNDI

Nos encontramos en la Francia de los años setenta. Pierre Michel, un magistrado que ha estado trabajando en reinserción de menores, es enviado a Marsella como máximo responsable judicial de la lucha contra la “French Connection”, la organización criminal que controla la región y cuyo mayor negocio es la fabricación y venta de heroína, en cantidades ingentes, a las familias de la mafia italiana que operan en Estados Unidos. El jefe de todo el asunto, Gaetano Zampa, ha estado viviendo muy bien hasta entonces, untando a la policía y haciendo y deshaciendo a voluntad. Sin embargo, nunca antes había tenido que enfrentarse a un rival tan tenaz y con los huevazos tan bien puestos como el juez Michel.

Hay muchos géneros cinematográficos en los que dejar ver demasiadas influencias (o influencias demasiado evidentes) suele ser considerado una mala cosa, una muestra de poca personalidad e incluso de morro. En el cine de gángsteres, como en el western, ocurre todo lo contrario, pues los iconos reconocibles son justo lo que da fuerza y estilo a la narración. Nadie se ha quejado nunca de que una película del oeste se parezca demasiado a Raíces profundas, del mismo modo que nadie se ha quejado nunca de que una de gángsteres se parezca demasiado a El padrino. Precisamente por eso, decir que Conexión Marsella, cinta gabacha del hasta ahora semi-desconocido director Cedric Jimenez, es la mejor peli mafiosa de Martin Scorsese que no ha dirigido Martin Scorsese, no debe entenderse como un reproche sino como el mayor de los elogios.

 

Conexión Marsella

"Pues si esto es un Scorsese a la francesa yo soy Robert De Niro y tú Joe Pesci"

 

La narrativa de Conexión Marsella imita sin complejos las maneras de Uno de los nuestros o Casino (la escena en la que un policía veterano le explica al juez Michel cómo funciona toda la maquinaria de trabajo de la mafia marsellesa es un homenaje descarado), mientras que su exuberante y ajustadísima puesta en escena bebe directamente de títulos clásicos como Chacal o (claro que sí) French Connection. Lo que cuenta la película tampoco es nuevo en absoluto (polis y cacos de los de toda la vida), pero resulta que lo cuenta muy bien, sin perder fuelle ni interés en ningún momento. Incluso el espectador más cenutrio para las tramas de procedimientos policiales (o sea, yo mismo) será capaz de seguirla de principio a fin sin perderse entre el tropel de contactos, soplones, traiciones y ajustes de cuentas que se van desenredando a lo largo de casi dos horas y media que pasan en un suspiro.

"La narrativa de Conexión Marsella imita sin complejos las maneras de Uno de los nuestros o Casino"

También conviene dedicarle algunos elogios específicos al actor protagonista, Jean Dujardin. Confieso que tras el hype(para mí exagerado) de The Artist había empezado a cogerle cierta manía al tipo. Aparte de esa perenne sonrisa un tanto forzada que ha paseado ya por todas las alfombras rojas del planeta, sus semi-recientes papeles secundarios en películas como Monuments Men o El lobo de Wall Street habían dejado la sensación de un actor demasiado afectado, que tira más de simpatía y presencia que de verdaderas dotes interpretativas. Bueno, pues ahora toca reconocer todo lo contrario: no puedo afirmar que el papel que despliega Dujardin en Conexión Marsella sea el mejor de su carrera porque no he visto su filmografía completa, pero desde luego está que se sale, mucho más contenido, creíble y rico en matices que de costumbre, hasta el punto de aguantar sin problemas las comparaciones con mitos del noir franchute como Belmondo o Delon.

 

Conexión Marsella

"Al menos aquí no soy el franchute tonto de las pelis yankees"

 

Frente a él, Gilles Lellouche da una réplica brutal como Gaetano Zampa, el capo mafioso. Lejos de ser el típico villano unidimensional e hijoputa las veinticuatro horas del día, genera su propia variedad de carisma: el del tipo despiadado pero con cierto código ético y consciente del peso de responsabilidad que lleva a sus espaldas. En realidad los dos personajes principales de Conexión Marsella, Michel y Zampa, tienen más puntos en común de los que les gustaría reconocer (ambos son maridos intachables, padres de familia abnegados, jefes con un alto sentido de la lealtad…). Simplemente se encuentran en extremos morales opuestos, y deben obrar en consecuencia. O sea, choque de trenes al canto.

Si algo negativo cabría achacarle a la cinta es que, pese a ser una aprendiz aplicada de todas las cult-movies ya citadas, no aporte una sola idea nueva y tampoco consiga superar a sus modelos en ningún detalle (al fin y al cabo nadie hace mejores Scorseses que el propio Scorsese). Pero vamos, eso es algo que sólo piensas a la salida del cine. Mientras estás viendo Conexión Marsella, el espejismo funciona de perlas.

 

INFORME VENUSVILLE

Venusentencia: Copas de yate

INF VNV 4

Recomendada por Kuato a: quien quiera recuperar el aroma del mejor cine negro europeo, ahora que el género está absolutamente dominado por las pelis de yakuzas

No recomendada por Kuato a: quien crea que se trata de un remake directo de French Connection. Sí, en cierto modo cuenta el mismo caso, pero se centra en lo que estaba pasando en el lado europeo del charco, antes de que la droga llegase a América.

Ego-Tour de luxe por: la escenaza de diálogo entre el bueno y el malo, puro Heat de Michael Mann (ya digo que Cedric Jimenez ha copiado a todo quisque).

Atmósfera turbínea por: ya puestos, que no salga Joe Pesci haciendo un cameo. Hubiera sido la puñetera guinda del pastel.

 

CONEXIÓN MARSELLA. Estreno en Venusville: 20/11/2015

 

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