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CRÓNICAS DE SITGES 2010 día 5: Súpers, psychos y casas encantadas

   

Súpers, psychos y casas encantadas

14 Days with Victor; La otra hija; A Horrible Way to die; Super; Dream Home; Vanishing on 7th Street; Insidious

Por Beto

 

<Hemos llegado al Ecuador del festival, y afortunadamente la jornada nos ha vuelto a deparar películas muy buenas... y también alguna pequeña decepción.

   La jornada se ha iniciado con dos películas con dirección hispana, y la verdad es que han sido las peor paradas del día. 14 Days with Victor (España, 2010. Román Parrado) es un drama que recoge la relación sumiso-sádica de un pintor inglés con su modelo, un adolescente español. El submundo londinense de gente que paga por ver torturas en directo será el escenario final de esta relación enfermiza. La película, de producción independiente, tiene un ritmo excesivamente lento apoyado en las subtramas familiares de los personajes protagonistas, lo que unido a su nulo contenido fantástico la convierte en una obra totalmente prescindible para los seguidores del género. Ya se sabe, los intereses comerciales hacen que la organización nos brinde alguna “perla” de este estilo...

   La otra “castaña” del día ha sido La otra hija (E.U.A., 2009. Luís Bermejo), dirigida por el guionista de REC y Quarantine. El argumento es poco original: un padre de familia se va a vivir a una casa en las afueras con sus dos hijos, y la hija adolescente descubre un misterioso montículo al mismo tiempo que empieza a comportarse de forma extraña. Película de monstruitos totalmente previsible, pues no llega a sorprender en ningún momento pese a la presencia de unas criaturas misteriosas que recuerdan a los seres mutantes de The Descent, tiene como gran baza la participación de Kevin Costner como protagonista absoluto de la cinta junto a nuestra Ivana Baquero. Un Kevin Costner que sigue siendo gafe para las productoras cinematográficas, pues como ya se ha demostrado con Más allá del odio, Dicen por ahí y El último voto, película en la que actúa últimamente, fracaso seguro. Especialmente ridícula la escena en que entra en el interior del montículo para rescatar a su hija, sin entrar a discutir el final, tan ambiguo como confuso.

 

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"Aunque te cueste creerlo, los noventa fueron míos"

 

   A Horrible Way to Die (E.U.A., 2010. Adam Wingard), thriller de bajo presupuesto, empieza con la huída de prisión de Garrick Turrell, un asesino en serie que no desmerece en nada a otros grandes asesinos del género como Henry o Hannibal Lecter (hasta tiene seguidores en facebook...). Este corderito fue denunciado en su día por su mujer, que se horrorizó al ver que su marido se dedicaba a la matanza del cerdo, pero con mujeres. ¿A quién visitará tras su huída nuestro amigo? Adam Wingard consigue presentarnos a unos personajes creíbles, entre los que destaca A. J. Bowen como el marido psicópata. Además, combina con acierto las escenas del pasado y del presente, y nos reserva para el final un giro argumental que cambiará nuestra visión de la película de forma rotunda (por cierto, el cuarto de torturas de Garrell es sobrio, sin grandes despilfarros, pero bien apañadito…). Podemos decir que estamos ante una pequeña perla de las que nos ofrece el festival cada año en las salas más pequeñas.

   Super (E.U.A., 2010), dirigida por James Gunn (director de Slither: la plaga y guionista de Sooby-Doo y El amanecer de los muertos)sigue la estela marcada por Kick-Ass y nos muestra a otro superhéroe sin poderes. A pesar de la comparación con la cinta de Matthew Vaughn (los dos protagonistas son individuos ninguneados y humillados en la sociedad), en Super el protagonista va un paso más allá, ya que saca su lado psicópata para hacer cumplir la ley como sea, hasta el punto de ser capaz de abrirle la cabeza a una persona que simplemente se cuela en la cola de un cine, por ejemplo. Las carcajadas nos acompañan hasta la mitad de la cinta, y cuando parece que empieza a decaer el interés por lo que le sucede al gordinflas del protagonista (Rainn Wilson), aparece Ellen Page como Boltie (Rayito), la ayudante de Crimson Bolt, y se revela como lo mejor de la película sin duda alguna. Ella solita rescata la cinta y nos ofrece los mejores momentos de la misma (la paliza al chico que supuestamente le rayó el coche a una amiga, o el atropello de uno de los mafiosos son divertidísimos). Si les gustó Kick-Ass, esperen a ver Super

 

SITGES10_Super

"Pues si yo soy un psicópata, el súper de Kick-Ass es un psicópata pajillero"

 

   La película oriental del día, que sin llegar a las buenas sensaciones de Super considero interesante, ha sido Dream Home (Hong-Kong, 2010. Pang Ho-cheung), que narra la historia de una joven que por conseguir el piso de sus sueños es capaz de cualquier cosa, desde dejar morir a su padre para no tener que costear la operación que le hace falta y ahorrarse unos eurillos, a montar un pollo descomunal en un piso colindante al deseado para que el precio baje. Vamos, que La matanza de Texas queda como una comedia juvenil al lado de las andanzas de Cheng, la protagonista de esta película (digna de la sección Midnight-Extreme, por cierto). El momento más gore de la cinta, sin duda, lo tenemos cuando Cheng lanza a una prostituta el pene recién cortado de su cliente, sanguinoliento por un lado y expulsando fluidos por el otro. Desde luego, con lo caros que están los pisos, es para reconsiderar actuaciones como las de la protagonista. Decididamente, Pang Ho-cheung, el director, no nos ha dejado indiferentes con Dream Home.

   En cambio, teníamos grandes esperanzas con Vanishing on 7th Street (E.U.A., 2010. Brad Anderson) y no se han cumplido en absoluto. Anderson, todo un clásico en Sitges (Session 9, El maquinista, Transsiberian), expone una idea prometedora que recuerda los de los capítulos de la serie The Twilight Zone: la gente desaparece de la faz de la tierra cuando la oscuridad los rodea. Unos pocos supervivientes se reúnen para intentar llevarlo de la mejor forma posible. El problema radica en que, a partir de la exposición inicial, la película no avanza ni tirada por una carreta con diez caballos percherones, por lo que acaba haciéndose repetitiva. No sabemos porqué pasa este fenómeno de las desapariciones y los cuatro gatos que aún pululan por ahí se pasan casi toda la cinta escondidos en un bar que aún está iluminado. Como si estuviesen para tomarse unas copas… Por cierto, En la oscuridad, de Jonathan Liebesman, una película más modesta que Vanishing on 7th Street, ya expuso aunque con ciertas diferencias los peligros de la oscuridad, así que ni la idea es original, Brad.

 

SITGES10_Insidious

"Ven al Halloween de Port Aventura"

 

   Para finalizar, había muchas ganas de ver el nuevo trabajo de James Wan (Saw, Silencio desde el mal). En Insidious (E.U.A., 2010), Wan recupera un clásico de las películas de terror de los años 70 y 80: las casas encantadas. Con un desarrollo impecable, el director de Saw consigue el objetivo de inquietar y asustar con la casita de marras y sus habitantes del más allá. Lástima que en el tramo final se cuele alguna escena que más bien parece sacada de un anuncio de Port Aventura para la fiesta de Halloween, pues Wang opta por crear a los espíritus sin efectos digitales, basándose en el vestuario y el maquillaje. El demonio que aparece en el mundo astral, por ejemplo, es clavadito a Darth Maul, el malo de Star Wars: la amenaza fantasma. Aún así, a pesar de estos detalles Insidious deja el pabellón bien alto y ha supuesto un fin de jornada más que interesante./>

 

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