SITGES 2022: DARK GLASSES rueda: Dario Argento… ¿el maestro?

**Dario Argento presenta Dark Glasses habiendo más interés en su carrera que en su película**

FESTIVAL DE SITGES, 09/10/2022. Cada vez que Dario Argento viene a Sitges se le pone la alfombra roja, se van tirando pétalos de rosa a su paso, y se le hace la ola. Lo que está perfectamente justificado al ser uno de los grandes directores de cine de terror de todos los tiempos, y uno además que innovó el género co-creando un subgénero como el giallo italiano, con un tratamiento de la violencia, la sangre y el erotismo nuca visto hasta el momento, gracias a títulos ya clásicos como El gato de las nueve colas, Rojo oscuro, Suspiria o Inferno. El problema es que cuando viene a Sitges, presenta unas películas que son incluso más malas que las de Uwe Boll, lo que no concuerda con la pompa y el jabón recibido.

Sucedió hace diez años con Drácula 3D, y ha vuelto a suceder éste con Dark Glasses (Occhiali neri en el original), un thriller rancio, previsible y manido, con una ciega siendo acosada a la vez que investiga una serie de asesinatos. Casualmente (o no), Drácula 3D fue su última película, así que él mismo nos explica por qué ha estado diez años sin dirigir: “La historia de esta película (Occhiali neri) es como una película en sí misma. El guión lo escribí hace 20 años. Estaba a punto de rodarlo con un famoso productor italiano. Una mañana me levanté y leí en el periódico que este productor estaba en la cárcel. Me llamó el organizador y me dijo: ‘Esta película se ha acabado, ciao’”.

"De hecho, si hago una peli es sólo para comerme gratis una paella en Sitges"

Así que el guión se quedó en un cajón y se acabó olvidando de él. Hasta que recientemente su hija Asia le pidió material escrito como documentación para escribir una autobiografía. Encontró el guión, y tanto le gustó, que ella misma se encargó de contactar una productora francesa para que pudiese rodarlo. Y fue así como llegó a hacerse realidad. ¿Con muchos cambios por haber pasado 20 años desde su escritura? “Sólo a nivel de adaptación con los tiempos actuales”, responde Dario Argento, “como el uso de los teléfonos móviles o los métodos de la policía. El espíritu del primer guión se ha mantenido completamente intacto”.

“El cine de terror es como el mar. Sube, baja, sube, baja…”

Dario Argento habla de manera pausada, se diría que incluso cansada. Como se respira en el ambiente que la peli presentada Occhiali neri no da mucho más de sí (o si da, no hay mucho interés en ella), los periodistas presentes preguntan al maestro sobre sus 50 años de carrera, que sin duda es mucho más interesante. ¿Cómo se vive siendo un icono del cine? “Vivo sin pensar, sólo pienso en mi cine, no en el cine de los demás. Voy a festivales, pero vivo una vida solitaria y sigo haciendo lo que me gusta”. Dario Argento se muestra humilde en sus respuestas, lejos de sonar como un divo o una loquita endiosada, como ocurre con otros directores que viven de los laureles del pasado.

"No tengo reparos en admitir que también he dirigido truños como Amarillo (Giallo)"

Nos cuenta que su pasión por la estética de la violencia y el mundo de los sueños proviene de su inspiración por la obra de Sigmund Freud. “Busco dentro de mí mismo, de lo que tengo que expresar visceralmente, dejo que nazca y que salga al exterior”. También que si en otras películas suyas, como El gato de las nueve colas o Suspiria, también salen personajes ciegos como en Occhiali neri, puede ser en parte una coincidencia y en parte algo más profundo. “El cine son visiones”, explica, “y las personas ciegas no tienen visiones, viven como en un sueño, no en el mundo real sino en su propio mundo. Los personajes ciegos siempre le han interesado en el cine por su falta de visión”.

Y para terminar dos preguntitas acerca del estado de salud del cine de terror: por qué no se hace en la actualidad cine de terror en Italia, y cómo ve el cine de terror a nivel mundial. En Italia lo tiene claro. No se hace terror porque interesa más la comedia, e interesa más la comedia porque es más fácil y más barato de hacer que el cine fantástico, más difícil y más caro. En cuanto a la pregunta general, se muestra más cauto e incluso metafórico: “El cine de terror es como el mar. Sube, baja, sube, baja… Está en continuo movimiento reflejando el estado espiritual del mundo”. Y se queda tan pancho… El privilegio de ser un icono del terror con 50 años de carrera a sus espaldas.

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