SITGES 2022: EDGAR WRIGHT rueda: Nueva noche en el Soho

**Edgar Wright llega un año tarde pero llega, y habla de Última noche en el Soho y de mucho más**

FESTIVAL DE SITGES, 08/10/2022. Debía haber venido el año pasado a presentar Última noche en el Soho y no lo hizo por motivos post-pandémicos, pero como Edgar Wright es hombre de palabra, aquí está este año para respondernos a todo lo que le preguntemos, sea sobre su carrera, sobre las pintas que se toma en el pub del barrio, o sobre lo que se quedó en el tintero de la citada Última noche en el Soho. Y lo de las pintas no va en broma, porque viéndole troncharse con sus propios comentarios, reconociéndose fan antes que director, y claro está, el cine que hace desde la Trilogía del Cornetto, sería una gozada irse de birras con él.

Porque Edgar Wright tiene una manera de entender el cine tan suya, tan fresca y tan original, que haga lo que haga siempre parece nuevo. Y es ahí donde más insiste, en que el cine debe ser original y nutrirse de ideas nuevas, en vez de explotar una y otra vez la misma idea como hacen las franquicias. “En Hollywood hay una obsesión por rodar una y otra vez la misma idea. ¿Por qué no encontrar ideas nuevas que explotar, en vez de explotar siempre las mismas? En los 70 y los 80 películas como Star Wars, Alien y Terminator eran ideas nuevas. Yo soy fan de Alien, es una de mis películas favoritas, pero no necesito verla cada dos años”.

"Aunque ahora me estoy pensando hacer la Trilogía del Cornetto 2"

“Es importante para la industria que salgan ideas nuevas y se les apoye”, sentencia, y reconoce que mayormente se le conoce por sus comedias, género que últimamente ha dejado de banda para pasarse al thriller con títulos como Baby Driver, Última noche en el Soho y el futuro remake de Perseguido, pero que está seguro de que volverá a hacer comedia porque le encanta, aunque se siente un privilegiado por poder probar diferentes géneros. Por cierto, no le pregunten por Perseguido porque no les dirá ni mú. “Soy muy supersticioso a la hora de hablar de películas que están en preparación, es una lección que he aprendido con el tiempo”, se justifica en clara alusión a la fallida Ant-Man…

“Es importante para la industria que salgan ideas nuevas y se les apoye”

Sobre Última noche en el Soho, desvela que Anya Taylor-Joy no hizo ninguna prueba porque la había visto en La bruja y pensó en ella para la película, pero para hacer el papel de Thomasin McKenzie. Tardó tres años en escribir el guión, y cuando preparaban el rodaje le preguntó a Anya si cantaba, ella respondió que sí, y al ver la prodigiosa voz que tenía, le dio el papel de Sandie. Y en cuanto a haber trabajado con Diana Rigg, muerta antes de ver acabada la película, se siente feliz y honrado de haberla conocido y de haberla tenido como amiga, pues es fan suyo desde la Los Vengadores (la serie de los 60, no la saga de Marvel, puntualiza con una risotada).

"Aunque Diana Rigg habría quedado perfecta como Black Widow"

Y admite las influencias en Última noche en el Soho de directores italianos clásicos de terror como Dario Argento y Mario Bava en el tratamiento del color y la estética. “Me gusta mucho Dario Argento”, afirma, “es un director muy creativo. Rojo oscuro aun funciona. La vi de adolescente, y ahora cuando la veo en 4k la flipo mucho más”. Y nos cuenta la anécdota que sabe que Dario Argento vio Última noche en el Soho aquí en Sitges el año pasado. “Tengo una foto en la que se le ve salir de la sala con una cerveza. Me encanta”. Y se pega otra carcajada. “Como sé que Argento está aquí también estos días, estoy deseando verlo para saludarlo”.

Hablando del festival, se apena por no poder ver todo el cine que quisiera, ya que cree que el cine ha de verse en pantalla y que no se ha de dejar nunca de consumir cine. “El problema de muchos directores de la industria es que dejan de ver cine. Es importante ver películas y hacerlo en sesiones de público, porque para un director es importante ser también el público”. Y nos explica que la noche anterior tuvo la ocasión de ver Cerdita. “Tenía la duda de si habrían subtítulos en inglés”, nos confiesa, “por eso respiré tranquilo cuando vi que sí habían”. Y se pega otra risotada como si no hubiera mañana.