ENREDADOS crítica: Ni un pelo de tonta

Ni un pelo de tonta

Rapunzel, nueva princesa Disney con la que decorar nuestra taquilla junto a la Sirenita, Bella y Mulan

Por Ray Zeta

<Hay fórmulas que valen millones: la de la Coca-cola por ejemplo, también la del Propecia y la del Viagra, y cómo no la de las películas de animación Disney. Se elige un cuento clásico con tintes fantásticos y se pone a un personaje joven de protagonista: algo atolondrado si es masculino (como Aladdin o Hércules), o seguro de sí mismo si es femenino (como Bella o Mulan). Se le busca un compañero/a que contraste con su personalidad (como la aprisionada princesa Yasmin para el espíritu libre Aladdin, o el materialista John Smith para la espiritual Pocahontas), se le dota de una mascota graciosita, ya sea un animal (el cangrejo Sebastián de la Sirenita o el dragón Mushu de Mulan) o un objeto animado (los objetos encantados del castillo de Bella o las gárgolas de Quasimodo...).

Se le busca también un villano para que ejerza de antagonista, pero no un villano cualquiera, sino un villano próximo a él con un móvil que los relacione directamente (como que Gastone desee casarse con Bella o Jafar desee ser califa en lugar del califa). Se le pone a prueba de manera que deba demostrar que es un/a joven de corazón puro (Aladdin renunciando a ser califa para liberar al genio, Bella aceptando quedarse en el castillo para evitar que la Bestia muera, Simbad regresando para ser decapitado en lugar de su amigo Proteo... Ay callen, que esta última no es de Disney sino de DreamWorks... Bueno, es igual, no me negarán que es el DreamWorks más Disney de todas las DreamWorks), y todo ello musicalizado con una banda sonora y unas canciones de las que ganan cada año el Oscar.

"Si me liberas te hago la mirada Magnum"

Esa es la fórmula Disney. Cuando se sigue, como en todos los títulos donde aparecen los personajes citados, es infalible y un triunfo seguro. Pueden apostar tranquilos todos sus ahorros, sus posesiones y hasta su mujer. Ahora bien, cuando se salta a la torera y se prueban variantes nuevas, como en el caso de Zafarrancho en el rancho, Hermano Oso, El emperador y sus locuras o El planeta del tesoro, por citar algunos ejemplos, apuéstense sólo la mujer porque se pincha estrepitosa y merecidamente.

"Cuando se sigue la fórmula Disney, pueden apostar tranquilos todos sus ahorros, sus posesiones y hasta su mujer. Cuando no se sigue, apuéstense sólo la mujer"

Por suerte para todos, Enredados sigue la fórmula planteada al pie de la letra. Partiendo del cuento clásico “Rapunzel”, tenemos el joven personaje protagonista, aquí femenino (Rapunzel, la de la larga melena mágica, prisionera en una torre deseando empezar a vivir su vida), a su compañero (Flynn Rider, un ladrón que como contrapunto ha vivido lo suyo), una mascota graciosita (bueno, supuestamente: el camaleón Pascal), un villano próximo a ella (su falsa madre Gothel), y un giro de guión que propiciará que alguno de los personajes deba demostrar que un héroe no se mide por la fuerza de sus músculos sino por la fuerza de su corazón (¿les ha gustado la frase? Es de Hércules), todo ello, cómo no, al son de una banda sonora y unas canciones de Alan Menken con vocación de carnaza para los productores musicales de Broadway.

"No te quejes, que el novio de Bella aún era más peludo que yo"

Esto es Enredados, una producción de cine fantástico cien por cien Disney en la línea de La Sirenita, pero con una nueva heroína que pasa a engrosar la colección de “Princesas Disney” para adornar tanto las carpetas de las colegialas como nuestros gayumbos en los momentos más íntimos, con el cabello de Rapunzel animado como un ser mágico independiente (ella lo maneja con la misma soltura que el Marsupilami utiliza su cola), las ínfulas de guapo del creído Flynn en una suerte de Brandon (Sensación de vivir) medieval, y el caballo Máximus integrado como un personaje más de la trama pese a su condición animal, como únicas novedades.

Porque aunque superior a títulos como Pocahontas o Mulan (La Bella y la Bestia y las producciones Pixar siguen mostrándose inalcanzables), no deja de ser la historia de siempre con los personajes de siempre, como perros con distintos collares, aunque funcionando, también como siempre, a las mil maravillas. Porque esto es Disney, señores, ¡D-i-s-n-e-y!, y tal como Joaquín Sabina recita en sus conciertos (que nos consta que también él es fan de la factoría del tío Walt): “uno escribe siempre la misma canción”./>

INFORME VENUSVILLE

		Sentencia Quaid: Copas de yate



		Recomendada por Kuato a: coleccionistas de cromos de “Princesas Disney” para que añadan uno más a su cole. Bueno, y de “mascotas Disney”, y de “villanos Disney”, y de....

		No recomendada por Kuato a: quien prefiera ver a ogros verdes protagonizando gags contemporáneos en forma de anacronismos. Eso es en la puerta de al lado, donde pone “DreamWorks”.

		Ego-Tour de luxe por: los poderes mágicos del cabello de Rapunzel. Sanador, crecepelo y rejuvenecedor estético todo en uno, sin potingues ni cirugías.

		Atmósfera turbínea por: ¡Malpensados! Cuando Rapunzel dice “haber estado 18 años soñando ese momento y temiendo que no sea como lo ha imaginado...” ¡No se está refiriendo a la pérdida de su virginidad!.