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JACK REACHER artículo: De heroíno a mamporrero

Tom Cruise pasa de héroe salvador del mundo a héroe de acción mamporrero en Jack Reacher

EL HOMBRE DE BOSTON

Hasta ahora Tom Cruise había tenido el acierto y la habilidad de quedar bien en todos los papeles que elegía. La mayoría de ellos basados en el personaje de joven chulito guaperas ganador que es el mejor en todo lo que hace. Ya sea pilotando aviones de combate como quien anuncia un desodorante como en Top Gun, jugando al billar como Bruce Lee manejando un nunchaku en El color del dinero, sirviendo cócteles como un titiritero malabarista en Cocktail, pilotando bólidos de carreras mejor que Vin Diesel y Paul Walker juntos en Días de trueno, o como abogado de esos que siempre corren con una cartera bajo el brazo y ganan todos los juicios que les pongan delante, incluso enfrentándose a todo un Jack Nicholson de coronel, como en La tapadera o Algunos hombres buenos. “Soy el mejor”, parecía que decía Tom Cruise en cada una de estos trabajos…

Otro registro en el que ha triunfado por habérselo sabido llevar a su terreno ha sido el de héroe que salva el mundo sin despeinarse mientras esboza una sonrisa en el que le brilla un diente. Tanto en la franquicia Misión: Imposible en la que interpreta al don perfecto espía Ethan Hunt, capaz de plantarles cara a los mismísimos James Bond y Jason Bourne tanto vistiendo smoking como convirtiendo un boli de plástico en una arma nuclear, y su parodia en Noche y día, como en joyas de la ciencia ficción en la que igual combate a las bolas de billar futuristas en Minority Report, como a alienígenas que se pasean por la Tierra desintegrando a la población desde sus cuerpos mecánicos de tres piernas (y no me refiero a la del medio) en La guerra de los mundos. Ya lo ven, Tom Cruise siempre triunfador, tanto dentro como fuera de la pantalla.

 

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"De algo tenía que servirme ver todas las pelis de Van Damme y Steven Seagal"

 

Incluso en terrenos interpretativos que parecían que no eran los idóneos para su estilo por alejarse de sus registros habituales acabó dando el pego y callando todas las bocas que se atrevieron a dudar de sus capacidades: el yuppie oportunista caza-herencias de autista de Rain Man, el tetrapléjico hippie-antibelicista-alcohólico-drogata-putero (si me dejo algo añádanlo ustedes mismos) de Nacido el 4 de julio, el vampiro guapetón muerde-cuellos-solo-masculinos Lestat de Entrevista con el vampiro, el gurú cabrón de las citas, del ligue y del sexo de Magnolia, el marido putero calentorro de Eyes Wide Shut, el despiadado killer-siempre-hecho-un-brazo-de-mar de Collateral, el ex-militar borrachuzo reciclado en samurái de El último samurái, el productor calvo-barbudo-barrigudo-bailón de Tropic Thunder: Una guerra muy perra, hasta llegar al cantante heavy alcohólico-drogadicto-sexoadicto (sí, otro personaje que lo tiene todo) de La era del Rock

"Tom Cruise nos convencerá salvando al mundo de una invasión extraterrestre, pero no repartiendo piñazos"

Pero ay, que ahora le ha dado por interpretar a un duro como los de antes, de la vieja escuela, de esos que igual te funden con una mirada que con una patada en los cataplines, sin importarle el peso, la estatura o el número del enemigo, que como Clint Eastwood en El sargento de hierro come alambre de espinas, mea napalm, y ha echado más polvos y ha chafado más huevos que todos nosotros juntos, y por eso por primera vez en su vida profesional la cosa ha chirriado. Humphrey Bogart, Lee Marvin, Clint Eastwood y Charles Bronson fueron duros que pegaban con la mirada y con el encañonamiento de su Magnum 44 o similar. Sylvester Stallone y Arnold Schwarzenegger, y también Jason Statham, Vin Diesel y Dwayne Johnson son duros que pegan con la fuerza de sus bíceps y sus puños; Tom Cruise en cambio, por muchas horas de gimnasio que le eche y muchos músculos que ponga en su cuerpo sigue siendo un tirillas de apenas 1,60, que encima no va ni armado. Queda bien como espía limpito, pero jamás nos lo creeríamos como mercenario pegando tiros por la selva al lado de Stallone, Schwarzenegger, Bruce Willis, Jason Statham y compañía.

 

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"Que vaya tomando nota Sylvester Stallone para Los mercenarios 3"

 

¿Se creerían a cualquiera de los nombres citados en el párrafo anterior plantándole cara a más de un gorila forzudo a la vez? Sin problemas, ¿verdad? Cuando se lo hemos visto hacer a Clint Eastwood, a Sylvester Stallone, o a Dwayne Johnson (en El tesoro del Amazonas se pasaba por la piedra a todo un equipo de football americano), por citar un ejemplo de cada generación, nos lo hemos comido con patatas sin problemas. Igual que cuando lo han hecho Chuck Norris, Jean-Claude Van Damme y Steven Seagal, porque tienen conocimientos en artes marciales. ¿Pero y Tom Cruise? ¿Se lo creerían en un caso similar? Pues en Jack Reacher tendrán la oportunidad de comprobarlo porque el mil hombres se enfrenta en una escena a tres guardaespaldas que le doblan en estatura, y en otra nada menos que a cinco brabucones de bar, y en ambos casos, claro está, los convierte en fosfatina sin siquiera ir armado como quien mira la televisión mientras plancha calcetines. Y en el caso de los cinco encima, vacilándoles al ir explicándoles cómo los va a ir tumbando, y pegándole a más de uno en los huevos cuando lo tenía inmovilizado a modo de amenaza para los demás.

Tom Cruise nos convencerá salvando al mundo de una invasión extraterrestre o siendo el mejor pilotando, jugando al billar o sirviendo cócteles, pero no repartiendo piñazos. Al menos no en películas serias como Jack Reacher, porque si en Misión imposible 2 quedó como el rey de la patada voladora repartiendo capoeiras fue porque el tono de la peli era más exagerado que un pitufo con la talla de Hellboy, pero en una película seria le falta cuerpo, mala hostia y dureza, en definitiva, para que nos lo creamos. Cualquiera de los actores citados especializado en “duro de profesión”, nos ha convencido de que es capaz de cargarse a media docena de camioneros y de hacer huir a otra media de leñadores con solo una frase lapidaria, un levantamiento de ceja, o una mueca en la que sacan la lengua, pero Tom Cruise, con su baja estatura y su vocecita a susurros, necesitaría subirse a una silla y hablar desde un megáfono para que lo viesen y lo oyeran. Así que desde Venusville le aconsejamos que se retire de héroe de acción mamporrero y vuelva a salvar el mundo que es lo suyo.

 

JACK REACHER. Estreno en Venusville: 11/01/2013

 

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