LA SIRENITA crítica: Aquagirl

**Versión femenina de Aquaman con una Ariel con rastas y Javier Bardem con un tenedor gigante**

¿Se está cansando el público de los live actions de Disney? Así lo parecía, porque pese a funcionar más que bien, Aladdin y El rey león fueron criticadas por ser demasiado iguales que las originales; Dumbo y Mulan no lo petaron tanto y fueron criticadas por todo lo contrario, por ser demasiado diferentes de las originales; y Pinocho y Peter Pan han sido criticadas simplemente por ser malas (no es casualidad que Disney decidiera enviarlas directamente a Disney+, lo que hace unos años habría sido “directamente a vídeo”). Por eso había cierto miedo ante el estreno de la adaptación de La sirenita, y más aún después de la polémica por haber fichado a una actriz negra para protagonizarla.

Pero por suerte para Disney y para nosotros, ni una cosa, ni la otra, sino todo lo contrario: la nueva Sirenita nos ha hecho creer de nuevo (in Disney we trust) y ha conseguido que sigamos confiando en la factoría del tío Walt. Era necesario que llegara una adaptación como la de La sirenita para poner las cosas en su sitio, y redirigir los live actions de los clásicos animados en la dirección correcta, que ya está visto que por mucho que se fichen a directores como Robert Zemeckis o David Lowery, y a estrellas como Tom Hanks o Jude Law, la casa del ratón Mickey había perdido el rumbo, encontrándose tan desorientada como Pinocho en una serrería y Peter Pan en un geriátrico.

"Si lo sé, no le pongo 1, 2, 3... Splash en bucle"

Porque para que el live action de un clásico animado funcione, son necesarias tres cosas: un guión que esté a la altura, una producción que tire de espaldas, y un director que sepa encajar las piezas. Y La sirenita consigue las tres cosas con más aciertos que errores gracias a Rob Marshall y David Magee, artífices también de El regreso de Mary Poppins. ¿Creían que la historia resultaría tontorrona en una peli real? En manos de cualquier guionista torpón podría haber sido así, pero en manos de David Magee, autor o co-autor de libretos tan serios como los de Descubriendo Nunca Jamás o La vida de Pi (en su curriculum cuenta hasta con una adaptación de “El amante de Lady Chatterley”), la actualización del cuento de hadas de Hans Christian Andersen resulta una delicia. Una delicia un tanto larga, pero una delicia al fin y al cabo.

Porque aunque no deje ser la misma peli calcada, Magee alarga considerablemente el texto pasando de los escasos 80 minutos originales a unos innecesarios 135, añadiendo personajes, ampliando algunos pasajes y profundizando en algunos personajes descritos de forma muy plana en la cinta original. El príncipe Eric (Jonah Hauer-King) se beneficia de ello, pues en la peli animada ejercía sólo de muñeco de feria, en cambio Úrsula (Melissa McCarthy) continúa igual de plana (y no me refiero a su delantera), lo que es una lástima dado el potencial del personaje. Los villanos Disney nunca se han caracterizado por poseer complejidad shakespeariana precisamente, pero tampoco es cuestión de que muestren la misma motivación que un villano de obra de teatro infantil de final de curso, como es el caso.

“La nueva Sirenita nos ha hecho creer de nuevo (in Disney we trust) y ha conseguido que sigamos confiando en la factoría del tío Walt”

Mención aparte merecen la producción y la animación, tanto por el buen resultado conseguido como por la dificultad añadida de pasarse media peli, como reza la canción del cangrejo Sebastián, bajo el mar. Todos hemos visto Aquaman, ¿verdad? Pues en la misma línea. La sirenita recrea a base de cgi el fondo marino y los movimientos acuáticos de sus personajes, nunca mejor dicho, como pez en el agua. Menos acertada está la recreación de las mascotas animadas en versión real del citado cangrejo Sebastián, el pececillo Flounder y la gaviota Scuttle (alguien deberá explicarme algún día qué le han visto a Awkwafina), que siguiendo la línea de El rey león anteponen el realismo a la caricatura, resultando más inexpresivos que un zapato.

En cuanto a las canciones, un poco de todo. Encontraremos las originales de Alan Menken y Howard Ashman tal como salían en La sirenita animada, canciones originales de Alan Menken y Howard Ashman reescritas para la ocasión (que hoy en día no es políticamente correcto besar a una chica sin su consentimiento, ni que sea para romper un hechizo), y alguna nueva del pesado de Lin-Manuel Miranda, que ya está visto que no hay Disney sin canción suya. Suerte que tenemos a Halle Bailey cantándolas, la mejor voz femenina desde Beyoncé, y desde luego mucho mejor que Jodi Benson. Comparen sus respectivas versiones del tema “Part of your World” y ya no habrá que desir nada más.

"Tranqui, si Burro y Dragona de Shrek pudieron procrear, ¡nosotros también!"

Y es que lo de Halle Bailey es de otra galaxia. ¿Y había gente que se quejaba de que Ariel estuviese interpretada por una actriz negra? Igual es que querían a Emma Stone por ser pelirroja… Pues suerte hemos tenido de que no fuera así, porque esta chica es media película. Ella solita llena la pantalla, y lo hace tanto cuando canta como cuando por exigencias del guión no tiene voz, lo que tiene aún más mérito. Como el que tiene interpretar al personaje de Ariel tal como lo concibió Hans Christian Andersen y se plasmó en la versión original: una cándida sirena soñadora, curiosa y apasionada, lejos de las princesas Disney actuales independientes, aguerridas y empoderadas. Acierto de Rob Marshall y David Magee, que han priorizado mantener la esencia original antes que imponer la tendencia actual.

Javier Bardem como rey Tritón en cambio, se limita a poner el careto al servicio del cgi igual que hizo en Piratas del Caribe: La venganza de Salazar (miren por dónde, al final el tridente que buscaba el capitán Jack Sparrow, lo tenía él), tal como harán también la mayoría de actores que participen en los futuros live actions anunciados. A saber: Blancanieves y los siete enanitos (aunque sin enanitos), El jorobado de Notre Dame, Hércules, Lilo & Stitch, Vaiana, Merlín el encantador, Bambi, Los aristogatos y Robin Hood, más las secuelas de las ya estrenadas El libro de la selva, El rey león, Aladdin y Cruella. Ya lo ven, la fiebre de los live actions no cesa y Disney sigue sin cerrar el grifo. Demasiados títulos como para que todos salgan bien… a menos que Halle Bailey los protagonice todos.

INFORME VENUSVILLE

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