LAS BRUJAS (DE ROALD DAHL) crítica: Stuart Witched

Remake de La maldición de las brujas con más ratones parientes de Stuart Little que brujas

■ RAY ZETA

A excepción de otros coleguillas ochenteros actualmente relegados a la televisión, como John Landis o Joe Dante, Robert Zemeckis sigue gozando de buena salud cinematográfica. Tras su abducción por la animación con captura de movimiento, ha sabido compaginar con éxito proyectos comerciales como El vuelo y Aliados, con otros más personales como El desafío y Bienvenidos a Marwen. Aún así, para nosotros siempre será el hombre que dirigió Tras el corazón verde, Regreso al futuro y ¿Quién engañó a Roger Rabbit? (¿qué quieren?, para muchos será el hombre de las obras maestras que fueron Forrest Gump y Náufrago, pero para los habitantes de Venusville las obras maestras son éstas).

Por eso, Las brujas (de Roald Dahl) es un buen baremo para medir cuánto queda del Zemeckis ochentero que nos encandiló a todos con sus clásicos, porque por propuesta, estilo y estética, Las brujas (de Roald Dahl) respira ochenterismo por todos los poros de su celuloide. Comprobar si a diferencia de sus compinches citados, Landis y Dante, que cuando han vuelto han demostrado estar más obsoletos que un troncomóvil (todo lo que han hecho ambos los últimos 20-25 años, desde La familia Stupid el primero y Looney Tunes: De nuevo en acción el segundo), a Robert Zemeckis aún le sigue quedando magia en la varita.

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La respuesta es sí. Las brujas (de Roald Dahl) es una cinta fantástica con ritmo, bien contada y bien llevada, que bien podría ser un pariente lejano de otros clásicos fantásticos infantiles como Laberinto, Cariño he encogido a los niños o La historia interminable. Su único problema es que por mucho que el guión haya sido firmado por Guillermo del Toro y el propio Zemekis, es más un remake de La maldición de las brujas al gusto del público americano, que una versión de la historia escrita por Roald Dahl. Y ahí, en su Mortal Kombat particular con la versión original, ésta con calzón rojo en una esquina del cuadrilátero y Las brujas (de Roald Dahl) con calzón blanco en la otra, la peli de Nicolas Roeg vence por K.O. técnico.

"El único reproche a Las brujas (de Roald Dahl) consiste en no haber superado a La maldición de las brujas"

Porque por mucho que Las brujas (de Roald Dahl) ya no suceda en Inglaterra sino en Estados Unidos, y los protagonistas no sean un niño inglés y su abuela noruega como en el libro, sino dos miembros de la comunidad negra de Alabama, esta nueva versión calca casi en su totalidad todas las escenas de La maldición de las brujas, y aún así es en su conjunto menos fiel a la historia original. También más edulcoradamente infantil que su predecesora, ya que la historia escrita por Dahl es en cierta forma angustiante (brujas monstruosas convirtiendo a los niños en ratones), y eso lo transmite perfectamente la adaptación de Nicolas Roeg, mientras que la de Robert Zemeckis está más en la línea de Stuart Little.

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Lo que se debe tanto a la dirección más dura y oscura de Roeg, en contraposición con el espectáculo familiar confeccionado por Zemeckis, como a los efectos especiales de Jim Henson (más primitivos pero combinando animatronics con ratones reales, en vez de creaciones totalmente digitales), y al reparto encabezado por Angelica Huston, tan perfecta en su papel de Gran bruja que convierte en miscasting la elección de Anne Hathaway (un personaje de esta envergadura y aterradora presencia, necesitaba de una actriz más madura y experimentada como Glenn Close, Meryl Streep o Susan Sarandon). Quizás para suplir las carencias de Hathaway es por lo que se ha dotado a la Gran bruja de nuevos poderes como la levitación, la elasticidad y la sonrisa jokeriana.

Película correcta como espectáculo familiar, pues, cuyo único reproche consiste en no haber superado a La maldición de las brujas, en pos de facturar una película más afable que inquietante y más festiva que oscura. Robert Zemeckis sigue conservando su magia ochentera, pero más como artesano que como creador. Veremos si en el live action de Pinocho que está preparando actualmente para Disney, afila sus garras y va más allá con una propuesta más juvenil que infantil, aunque lo dudamos tratándose de una producción Disney basada en su clásico animado. Todos los que deseamos ver al Robert Zemeckis más ocurrente  inquietante y mordaz, deberemos esperar a Bienvenidos a Marwen 2.           

INFORME VENUSVILLE

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Recomendada por Kuato a: quien quiera recuperar al Robert Zemeckis más ochentero y no haya visto La maldición de las brujas.

No recomendada por Kuato a: quien desde que vio La maldición de las brujas tenga una foto enmarcada de Angelica Huston en la mesita de noche.

Ego-Tour de luxe por: haber tenido la valentía de conservar el final de la historia original, cosa que no hizo La maldición de las brujas por hacerse caquita en los pantalones.

Atmósfera turbínea por: Anne Hathaway como la Gran bruja. ¿Dónde está Glenn Close cuando se la necesita?

■ LAS BRUJAS (DE ROALD DAHL). Estreno en Venusville: 30/10/2020.