Categorías

OFRENDA A LA TORMENTA crítica: Baztón Pirulero

Conclusión de la Trilogía del Baztán con el peor episodio de la trilogía sin cerrar la puerta al salir

RAY ZETA

Con lo contentos que estaban en el Festival de Sitges los responsables de la Trilogía del Baztán cinematográfica (sus productores, su director Fernando González Molina y su prota Marta Etura) de haber rodado el segundo y el tercer episodio simultáneamente (primera vez que se hace en España, ojo), para estrenarlos con solo cuatro meses de diferencia, y al final el puto jorobavirus ha provocado que la conclusión de la trilogía haya acabado yendo directamente a Netflix. Y encima con retraso. ¿Aunque saben qué? Tan pobre es la calidad global de este tercer y último episodio, Ofrenda a la tormenta, que la televisión encaja mejor que el cine como su hábitat natural. Gamberradas del cachondo karma.

Y es que si en los dos primeros episodios, El guardián invisible y Legado en los huesos, la saga fue de menos a más, pasando de una primera entrega de presentación con la investigación de un asesino en serie como trama principal, más sosa que salá en su conjunto, a una segunda con más ritmo, más enjundia y más morbillo, con un rollito sobrenatural sectario de fondo acertadísimo, con Ofrenda a la tormenta la saga pincha irremediablemente al erigirse como la peor de las tres. Lástima, porque tras ver Legado en los huesos, se nos hacía la boca imaginando cómo iba a ser el episodio de cierre, provocándonos más salivera que un alien aquejado de sialorrea.

 

"Júrame que te has suscrito a Netflix por nosotros y no por La vieja guardia"

 

Y más aún teniendo en cuenta el final de Legado en los huesos, con el personaje de la madre psicópata salida de Devil Inside desaparecida y dada por muerta, con la inspectora Amaia Salazar negándose a creérselo y poniendo a Dios por testigo que la encontraría en esta vida o en la otra... Pues contra todo pronóstico, Ofrenda a la tormenta no cumple con ninguna de las expectativas creadas, ni por ser la continuación de Legado en los huesos, ni por ser el colofón a la Trilogía del Baztán. La película se revela forzada en su conjunto, más estirada que las patas de gallo de Cher, y apenas sin giros argumentales, a excepción del que desvela quién se esconde detrás de la secta, más previsible que una peli porno.

“Con Ofrenda a la tormenta la Trilogía del Baztán a pincha irremediablemente al erigirse como el peor de los tres episodios”

Porque ninguno de los elementos que nos hicieron vibrar en Legado en los huesos, brilla en Ofrenda a la tormenta. Ofrenda a la tormenta sigue la investigación interrumpida en Legado en los huesos, pero es una investigación demasiado lineal, con poco interés, y en gran parte confusa debido al gran número de nombres y personajes que entran y salen como en el metro de una gran ciudad en sus horas puntas. Tampoco explota el componente terrorífico vinculado a la secta, como sí hacía en Legado en los huesos, sin importar que los investigados sean los miembros de una secta brujeril sacrifica-bebés, una organización criminal, o una pandilla de gamberros rompe-farolas. Y al personaje de la madre no lo esperen porque es puramente testimonial.

 

"O sea, que queda claro que a las ocho de Loca academia de policía no llegamos"

 

Ni siquiera los problemas personales de la inspectora dotan a la historia del componente emocional que poseían las dos entregas anteriores, estando lo que aquí le ocurre muy por debajo del retorno a su enemistado núcleo familiar, su embarazo y posterior maternidad, y la tóxica relación que mantiene con su madre, narrado en El guardián invisible y Legado en los huesos. Se sigue combinando la trama policiaca con la trama personal de la inspectora, sí, pero la diferencia entre esta película y sus dos predecesoras, es que en Ofrenda a la tormenta nos la trae al pairo lo que le ocurre a Marta Etura a nivel personal, tanto en su familia como fuera de ella, porque lo que le ocurre tiene el mismo interés que plegar calcetines.

Y lo mismo va para la inclusión del folclore navarro, tan bien integrado en los dos episodios anteriores. Tanto en El guardián invisible como en Legado en los huesos, el folclore navarro sobrenatural combinado con la trama policiaca, dotaba al conjunto de una atmósfera misteriosa y única que en esta ocasión brilla por su ausencia. Ni basajauns, ni brujas pirulas, ni sectas medievales que dan mal rollito. Aquí investigan a tarados que se llevan bebés y punto. Por eso, si en esta tercera película no tenemos una investigación comme il faut, a la inspectora Salazar en su mejor momento, ni los habituales elementos sobrenaturales folclóricos, ¿qué nos queda? Pues una telemovie para ir directamente a Netflix.

 

INFORME VENUSVILLE

Venusentencia: Congelada en carbonita

INF VNV 2

Recomendada por Kuato a: suscriptores de Netflix que no hayan visto ningún episodio anterior de la trilogía, así amortizarán la plataforma sin hacer comparaciones.

No recomendada por Kuato a: quien tras ver Legado en los huesos, estaba esperando Ofrenda en la tormenta con la mascarilla puesta a modo babero.

Ego-Tour de luxe por: que no Imanol Arias casi no salga, así nos ahorramos su sonrojante interpretación de cura que hasta cuando lee el Marca mientras caga, parece que esté dando misa.

Atmósfera turbínea por: esa confesión final de manual del/de la villano/a, tan gratuita como vergonzosa.La próxima vez que se la ahorren poniendo “Villano/a” impreso en pantalla.

 

OFRENDA A LA TORMENTA. “Ofrenda a la tormenta” (2020). Dirección: Fernando González Molina. Guión: Luiso Berdejo. Reparto: Marta Etura, Leonardo Sbaraglia, Nene, Francesc Orella, Imanol Arias, Álvaro Cervantes, Itziar Aizpuru, Benn Northover, Elvira Mínguez, Patricia López Arnaiz, Paco Tous, Ana Wagener, Susi Sánchez, Pedro Casablanc. Estreno en Venusville: 24/07/2020.

 

Facebooktwittermail

No hay comentarios

Agregar comentario