LEGADO EN LOS HUESOS rueda: No hay dos sin tres

El segundo episodio de la Trilogía del Baztán se presenta prometiendo que no hay dos sin tres

FESTIVAL DE SITGES, 10/10/2019. Si de algo están orgullosos los responsables de la Trilogía del Baztán es de haber rodado el segundo y el tercer episodio a la vez. No en vano es algo que en la industria cinematográfica española no se había hecho nunca. En Hollywood es un ejercicio habitual que ha sido practicado por ejemplo en Regreso al futuro, Matrix, Piratas del Caribe, El señor de los anillos o Los Vengadores, pero en España no se había hecho hasta ahora, así que vaya por delante nuestra felicitación a los productores, tanto por su valentía como por su bendita locura. Primer episodio: El guardián invisible; segundo episodio: Legado en los huesos; tercer episodio: Ofrenda a la tormenta.

Tres títulos que conforman la adaptación de la Trilogía del Baztán escrita por Dolores Redondo, de los cuales, el segundo y el tercero se han rodado simultáneamente durante 19 semanas con 14 horas diarias en todo un tour de force, según nos cuentan el director Fernando González Molina y la protagonista Marta Etura, en un rodaje durísimo con muchas escenas de bosque y de agua, además de una exigencia interpretativa bestial por rodar escenas de uno y otro episodio sin ningún patrón de orden. Ahora una escena de la mitad de la tercera, ahora una del principio de la segunda, ahora una del final de la tercera... Para volverse mico, vamos.

"De hecho, ahora no sé si estoy al principio o al final de la rueda"

Aún así, decir que director y actores han quedado satisfechos es poco, tanto por haber superado la prueba como por los resultados obtenidos. A fin de cuentas se trata de la historia de la inspectora Amaia Salazar, y esto es algo muy serio que no hay que tomarse a la ligera. Y mas tratándose de una saga de tres películas: "La primera película era la punta del iceberg, en la segunda ya vemos gran parte de ese iceberg, y en la tercera veremos el iceberg entero", cuenta Marta Etura, intérprete del personaje Salazar. Un personaje que según sus palabras "ha evolucionado y se enfrenta a muchos conflictos, todos muy emocionales".

Imanol Arias, por su parte, habla de su personaje el padre Sarasola haciendo más hincapié en la psiquiatría que en la religión: "Según Freud, si eres o no un capullo depende la relación que tuvimos con mamá", nos cuenta, y recuerda un exorcismo que se practicó en un pueblito de la Sierra de Venezuela mientras rodaba en 2001 Una casa con vista al mar. La poseída era la hija bastarda del cura y el exorcista un sacerdote chileno que también era psiquiatra. Y hasta se pone filosóficamente profundo: "El conocimiento se parece a veces tanto al Mal y oculta tanto la verdad, que se puede confundir".

"La primera película era la punta del iceberg, en la segunda ya vemos gran parte de ese iceberg, y en la tercera veremos el iceberg entero"

Y es que mientras que Fernando González habla la mar de campechanamente como si estuviera de cañas con los amigotes, Marta Etura con la más estricta corrección como si estuviera declarando en un juzgado, y Francesc Orella no habla absolutamente nada, Imanol Arias dota todas sus intervenciones de un punto irónico y un sentido del humor encomiable. Preguntado el director sobre las escenas de acción peligrosas, y respondiendo éste que una fue la de un tío que cae sobre un coche, mientras enseña al especialista, presente en la sala, Imanol toma la palabra: "Le gusta enseñarlo para que veáis que está vivo".

Y esto da pie a que nos enteremos de lo complejo que ha sido el rodaje, tanto a nivel emocional como a nivel técnico, con un gran número de efecto digitales que están ahí aunque no se vean, como el desbordamiento del río, que es todo digital, y la posterior secuencia de la inundación, realizada combinando decorados con efectos digitales. Para esa secuencia se construyó una parte del pueblo Elizondo y se puso en una piscina, donde se recreaban los movimientos del agua, igual que una parte de la casa donde vive el personaje de Amaia Salazar. Así como de lo complicado que es rodar con bebés, necesitando tantos bebés reales como muñecos.

"Yo también estoy poseído, pero la posesión no es demoníaca sino 'cuentameníaca'"

Porque una de las novedades del personaje interpretado por Marta Etura es su recién estrenada maternidad, que compagina con su faceta de inspectora de policía, lo que para Etura es un reflejo de la sociedad: "Los roles han cambiado", explica, "las mujeres forman parte del mercado laboral y los maridos forman parte también del cuidado de los hijos", y sentencia su intervención con una frase que a buen seguro se utilizará como titular de más de una crónica: "Las películas son un espejo de la vida". Titular que refuerza Fernando González: "El componente emocional crece también como crece el personaje protagonista por haber sido madre".

Y es que la maternidad del personaje de Amaia Salazar marca sin duda una de las novedades de Legado en los huesos y provoca que la película se afiance como una saga que tendrá su colofón en Ofrenda a la tormenta, su tercer y último episodio. ¿Último episodio? ¿No seguiremos viendo más aventuras de la inspectora Amaia Salazar después de la Trilogía del Baztán, entonces? Fernando González explica que Dolores Redondo ha escrito una precuela con una joven Amaia Salazar de intercambio policial en Nueva Orleans, por lo que no lo descarta, a lo que Imanol Arias interviene raudo con su cinismo habitual: "¿Nueva Orleans? ¡Pues sacamos a Melanie Griffith!"

Legado en los venushuesos: Marta Etura, Imanol Arias, Francesc Orella y Fernando González Molina

■ LEGADO EN LOS HUESOS. "Legado en los huesos" (España, 2019). Dirección: Fernando González Molina. Guión: Luiso Berdejo. Reparto: Marta Etura, Elvira Mínguez, Carlos Librado, Francesc Orella, Itziar Aizpuru, Benn Northover, Patricia López, Miquel Fernández, Pedro Casablanc, Paco Tous, Manolo Solo, Colin McFarlane, Susi Sánchez, Leonardo Sbaraglia, Imanol Arias, Ana Wagener, Eduardo Rosa, Marta Larralde. Estreno en Venusville: 05/12/2019.