SCREAM 4 crítica: Primera norma: no joder el original

Primera norma: no joder el original

Antes era ser virgen, no beber y no drogarse, pero los teens de hoy en día creerían estar ante una peli de risa...

Por Mr. Moore

<Cuando se ha abusado de algo no hay nada mejor que dar un margen, una pausa, tomar distancia y retomarlo al cabo de un tiempo con la ilusión y la mentalidad de un debutante actor porno. Y eso es precisamente lo que ha hecho el señor Craven, retomar su franquicia ninetys e intentar devolverle la frescura y la identidad que las secuelas se han ido dejando por el camino. Por tiempo en el congelador no será, ya que la saga llevaba durmiendo el sueño de los justos más de 10 años...

Dos grandes aciertos son los que ha conseguido el heptagenario Wes con esta cuarta parte. Uno, ¿si algo funciona para qué cambiarlo? Buena prueba de ello son los primeros quince minutos de película, todo un ejercicio de estilo, de SU estilo. De llamadas y timbrazos a destiempo, de adolescentes en shorts, de malos de caída fácil (qué insistencia en llevar esos faldones absurdos, ¿no?), de machetazo y tentetieso… Con dos jugosísimos cameos por parte de la eterna adolescente Anna Paquin y la añoradísima Kristen –Veronica Mars– Bell. Y es con este primer cuarto de hora que Wes consigue crear un universo propio fusionando la saga Scream con la saga ficticia “Puñalada” (Stab), -y ahí vamos con el segundo acierto- creando la ficción dentro de la ficción y redondeándolo con una Neve Campell auto homenajeada.

"Pues ya podrían homenajearme con un reloj en vez de putearme en cada película..."

Un ejercicio de casi metaficción similar (salvando las distancias) al que jugó Craven en 1994 en su La nueva pesadilla, donde la propia Heather Langenkamp (Nancy, protagonista de la original Pesadilla en Elm Street) se interpretaba a sí misma. En Scream muchas veces nos da la sensación de que el personal se dirige a la propia Neve en vez de a Sidney, su alterego cinematográfic, con frases como: “Ya no eres más la protagonista”, “Hay que dejar paso al remake” o “Eras mucho mejor que Jamie Lee Curtis”…

"La película es de largo la mejor de la saga desde la primera entrega, y vamos a darle el beneficio del gol average a la original precisamente por eso"

Sí bueno Mr. Moore, mucha paja mental, ¿pero la película mola o no mola? Pues sí, queridos “hamijos”, la película es de largo la mejor de la saga desde la primera entrega, y vamos a darle el beneficio del gol average a la original precisamente por eso. Comparada con las dos secuelas anteriores les pasa la mano por la cara, o si prefieren el cuchillo por el gaznate, ya que éstas últimas adolecían de una trama reiterativa y poco original, y unos psychos que eran más fáciles de descubrir que los malos de Scooby Doo, junto a un elenco actoral de chichinabo.

"Es que para encontrar una virgen en pelis adolescentes deberíamos remontarnos a las de Sissi"

En cambio en esta cuarta entrega nos encontramos con una jugosísima Hayden Panettiere (nuestra “porrista” favorita) y con el benjamin de los Culkin, Rory, al que ya vimos en Señales como hijo de Mel Gibson. Aparte, las mentadas secuelas entraron directamente en barrena dejándose contagiar por la deleznable fiebre de finales de los noventa de retomar el slasher con mierdas insustanciales como los Sé lo que hicistéis el último verano, Wishmaster y truñetes por el estilo.

En Scream 4 no verán sangre a raudales, olvídense, ni casquería, ni muertes aberrantes con artilugios infernales estilo vallas electrificadas, sierras y ruedas dentadas como en Saw, exprimida hasta la saciedad. No. Sin aspavientos, al viejo estilo, con entrañables subidas de volumen, esquinas con truco, armarios con mala baba, y frases lapidarias antes de morir en una autoparodia del género de lo más cachonda: “¡Soy gay, soy gay!, no puedo morir, es la regla del remake!”, le suelta un infeliz a Ghostface cuando está apunto de ser ensartado... Sí, a Ghostface, lo de ser virgen ya se la sopla./>

INFORME VENUSVILLE

		Sentencia Quaid: Copas de yate



		Recomendada por Kuato a: los treinteñaros que fuimos como teenagers a ver la primigenia *Scream* con nuestra primera novia, y ahora la seguimos teniendo al lado sólo que más vieja, más fea y más gorda. Entrañable.

		No recomendada por Kuato a: los que busquen litros de sangre y tripas derramadas. El machetito de Ghostface pincha y mata pero no implosiona al personal.

		Ego-Tour de luxe por: la fiesta al más puro estilo Brigadoon sitgero o Phenomena barcelonés que se monta la muchachada de la peli. Beer and scary movies, so cool.

		Atmósfera turbínea por: que Neve Campbell haya perdido todo el morbete que tenía (¿recuerdan el lote lésbico con Denise Richards en *Juegos Salvajes*?). Y es que el tiempo no pasa en balde, ni siquiera para las “screaming queens”...