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SITGES 2019: SAM NEILL rueda: Un señor del cine

Sam Neill hace gala de su señorío en la rueda de aceptación del Premio Honorífico por su carrera

RAY ZETA

Todo un señor del cine, eso es Sam Neill, y un señor del cine que a la vista está que gusta, encandila y embelesa, sólo hay que ver la ovación con la que se le ha recibido. Y es que Neill es un actor que ya sea como protagonista o como secundario, acumula una filmografía que se gana el respeto de crítica, público, curiosos, envidiosos y tiñosos, con sólo señalar un par de títulos al azar, la mayoría de ellos relacionados con el fantástico: La posesión, Calma total, La caza del octubre rojo, En la boca del miedo, Horizonte final, El hombre bicentenario, Daybreakers, El pasajero… Y dos entregas de Parque Jurásico, claro, y una de Jurassic World en camino para rememorar entre dinos su éxito comercial más rotundo.

Por eso no es de extrañar que reciba un más que merecido premio honorífico a toda su carrera, y más aún cuando en esta edición no tiene rival que le haga sombra en lo que a invitados se refiere. Porque si en la edición anterior se subieron en un pódium compartido Nicolas Cage, Ed Harris y M. Night Shyamalan, este año en lo alto del pódium está Sam Neill en solitario, o en todo caso acompañado como mucho, y muy por debajo, de Patrick Wilson y Nikolaj Coster-Waldau. Así que disfrutemos de los cincuenta minutos que va a durar la rueda, de su hablar elegante y pausado, y de toda una vida de recuerdos de cine, porque el paso de Sam Neill por el Festival de Sitges será también un recuerdo de cine que perdurará en nuestra mente toda la vida.

 

"Ya vengo sin gafas de sol para que no me pidan que me las quite"

 

Y de eso empieza a hablarnos Neill, de su amor por el cine, que nació de chaval en su Nueva Zelanda natal como alternativa al deporte, en las grandes tardes de cine que disfrutó de actores de la talla de James Mason, Rock Hudson y James Dean. Ahora ve el cine en aeropuertos, aviones y Netflix, dice, y no es lo mismo. Y sigue hablando de directores como John Carpenter y Steven Spielberg, con los que trabajó en En la boca del miedo y Parque Jurásico, respectivamente. Directores encantadores, a pesar que en el caso de Carpenter pueda parecer lo contrario por ser un director de terror. “Como más terrorífico es un director, más dulce es como persona”, afirma, y pone como segundo ejemplo a su amigo George Miller.

Y con toda la prensa presente hipnotizada, Sam Neill va saltando según lo que se le pregunta de un tema a otro, no en vano el galardón que recibirá es por toda su carrera, e igual opina sobre la televisión (“se hace mucho material bueno, pero tanto material bueno puede ser agotador”, afirma, añadiendo que su serie favorita es Babylon Berlin) que raja de las pelis de superhéroes alegando que todo es cgi y que ni siquiera entiende sus argumentos (olvidando, u obviando, que él mismo participó en un cameo en Thor: Ragnarok). Por eso prefiere las películas pequeñas que aportan ideas nuevas, lo que le sirve para encomiar (y pelotear) la gran labor de los festivales como el Festival de Sitges.

"Nunca me he visto a mí mismo como una estrella de cine, pero me siento muy feliz de haber tenido una carrera como actor"

Y sigue contándonos que actualmente combina su faceta profesional con su faceta más personal, o sea el cine VS. su granja, en la que posee cuatro viñedos, además de ganado como cerdos, vacas, pollos y patos… Esa es su otra vida, totalmente diferente a su vida de actor. Está triste cuando tiene que abandonar la granja para hacer una película, pero cuando lleva demasiado tiempo en ella, desea irse a rodar una. Y como le gustan los caballos, le hubiera encantando hacer un western, aunque ahora ya sea quizás demasiado tarde. Lo más parecido a un western que ha hecho es Sweet Country, aunque no le dieran seis pistolas. “El sombrero sí me lo dieron”, recuerda irónicamente, “pero no las seis pistolas”.

Sobre el regreso al universo Jurásico que significará su participación en Jurassic World 3, dice estar contento de trabajar de nuevo con sus amigos Laura Dern y Jeff Goldblum, pues ya hace un tiempecito de la primera… Y quiere puntualizar que es un nuevo Jurásico porque es un Jurassic World, no un Jurassic Park, así que es un mundo nuevo para él. “No puedo contar nada de la historia porque alguien de Universal me dispararía”, sentencia... Y nos cuenta la anécdota de una crítica que salió en Nueva York tras el estreno del primer Parque Jurásico. “Esta es la primera película de la historia del cine en la que los efectos especiales resultan más convincentes que los actores”, recita entre carcajadas, aunque en su momento no le hiciera ni puñetera gracia.

 

"Desafiaré a Chris Pratt a ver quién corre mejor delante de los dinos"

 

Y como cincuenta minutos de rueda y cincuenta años de carrera dan para mucho, sigue repasando su vida profesional poniéndose más reflexivo: "Nunca me he visto a mí mismo como una estrella de cine, pero me siento muy feliz de haber tenido una carrera como actor", afirma, y explica que no vale la pena arrepentirse de las malas decisiones o maldecirse por las oportunidades perdidas, porque "una carrera es una cadena de accidentes. A veces estás en el momento adecuado en el lugar correcto y a veces no", y pone como ejemplo que no pudo hacer El señor de los anillos porque estaba con Parque Jurásico 3. Aunque sí que conserva una espinita clavada en su corazón: no haber trabajado nunca con Stanley Kubrick.

Evade elegantemente la pregunta de qué hace para estar tan bien a sus 72 años, y se despide contándonos cómo fue requerido a mediados de los 80 para sustituir a Roger Moore como James Bond, a pesar de sus reticencias para convertirse en el nuevo agente 007. Su representante le envió el guión, pero él no quería ser James Bond. "Por favor", le imploraba, "no quiero ser James Bond", y aún así le organizó una prueba en la que gracias a Dios no le cogieron, pues acabaron decidiéndose por Timothy Dalton, por lo que se ha sentido agradecido el resto de su vida. Tan agradecido como por recibir esta noche el Premio Honorífico del Festival de Sitges por toda su carrera, aunque espera que su carrera dure muchos años más. Como nosotros.

 

 

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SITGES 2019

 

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