THE MARVELS crítica: El trío maravilla

**Secuela de Capitana Marvel que clava el que quizás sea el último clavo del super-ataúd del MCU**

Quizás sea por su duración de menos de dos horas, que no deja tiempo para mosquearse demasiado. Quizás sea por su naturaleza de aventurita modesta (pese a estar protagonizada por superheroínas de escala cósmica), que le impide caer en los estomagantes extremos de pedantería operística de Black Panther: Wakanda Forever. Quizás sea por el esfuerzo de las tres actrices principales para sacarle aunque sean unas gotas de petróleo a un guion estéril. Quizás sea por su honesto reconocimiento de que tiene la villana más olvidable jamás vista en una cinta de Marvel (que ya es decir). Sea por lo que sea, The Marvels no es el espanto absoluto que parecía. Es simplemente una mediocridad anodina más, dentro de una franquicia que se está pochando ya por todas partes.

Desde luego, para lo que no da The Marvels es para el berrinche que se han pillado sus defensores en redes sociales (que tampoco es que sean legión: ha sido el estreno de Marvel con peor taquilla en su primer fin de semana), quejándose de que la película está siendo castigada por woke y por feminista. No, a ver, esto no es Barbie. Aquí no hay batalla cultural que valga. Los socavones narrativos de The Marvels y su elevado índice de tiros fallidos a la hora de intentar mezclar humor y tortas superheróicas son tan evidentes, que decir que se la está vapuleando porque sus protagonistas sean mujeres no cuela. Se la está vapuleando porque transmite desgana, porque no aporta nada que parezca fundamental al MCU y porque desaprovecha de manera muy frustrante a sus personajes, en un momento crítico en el que a Marvel le quedan ya poquitas vidas extra para tratar de recuperar el favor de un público agotado.

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De hecho, es una verdadera pena lo mal llevados que están los tres personajes principales, Carol Danvers (alias Capitana Marvel), Kamala Khan (alias Ms. Marvel) y Monica Rambeau (a esta aún no le han encontrado alias). Hay una química innegable entre ellas, pero se trata de una química que, como ya he dicho más arriba, no es para nada fruto del torpe guion sino exclusivamente del desempeño de las actrices: Brie Larson sigue siendo un acierto de casting espectacular como Capitana Marvel, representando de manera perfecta la estampa del personaje tanto en lo físico como en su personalidad de líder rocosa. Teyonah Parris aporta cercanía e inteligencia emocional a Monica Rambeau; e Iban Vellani, como Kamala Khan, derrocha un simpático entusiasmo de adolescente flipada, que a ratos recuerda al Tom Holland de Spider-Man: Homecoming. Pero todo esto no es suficiente.

La villana del asunto, por ejemplo, es un desastre. Se trata de Dar-Benn, una Kree con ansias de venganza, que anda buscando un par de poderosísimos brazaletes mágicos perdidos (el universo Marvel está trufado de objetos mágicos poderosísimos que nunca están donde debieran), y casualmente resulta que uno de ellos obra en poder de Ms. Marvel. Sabe mal decirlo, pero Dar-Benn es una antagonista con el carisma, el carácter y la presencia de un muñeco de cera (a Zawe Ashton, la actriz que la encarna, se la ve tan perdida que uno diría que se ha equivocado de película y nadie ha querido avisarla por no darle un disgusto). Es evidente que se trata de un mero macguffin para que las tres protas tengan algo a lo que enfrentarse, pues solo aparece en pantalla el tiempo estrictamente necesario para que la trama avance, sin apenas ninguna profundización en su trasfondo. No le interesa a nadie. Uno de los males recurrentes del cine Marvel de última generación han sido sus villanos, y con Dar-Benn cuesta imaginar que no hayan tocado fondo.

"The Marvels es simplemente una mediocridad anodina más, dentro de una franquicia que se está pochando ya por todas partes"

La supuesta gran idea de la trama es que, por vicisitudes superheróicas, “las tres Marvels” se encuentran entrelazadas a nivel cuántico. Eso se traduce en que, cada vez que una de ellas usa uno de sus poderes, intercambia su localización con otra de las tres. Dicho suceso da lugar a algunas maniobras ocurrentemente dinámicas durante los combates (ejemplo: la Capitana Marvel ve que Ms. Marvel está a punto de recibir un mega-sopapo y tira un rayo para intercambiarse con ella), pero sus implicaciones se analizan poco, la fascinación que produce se desgasta rápido y la explicación que nos dan para justificarlo se limita a un galimatías fantacientífico algo perezoso. El resto de lo que ocurre en The Marvels son sobre todo escenas de acción correctas, chistes a los que en muchos casos se les apaga la mecha antes de tiempo y tópicos pasajes melodramáticos sobre el amor familiar que no tienen energía suficiente para emocionar.

Mucho se ha hablado de las inseguridades y titubeos que mostró durante todo el proyecto la directora y guionista Nia Dacosta (que venía con el aval de haber escrito y dirigido la estupenda secuela de Candyman). The Marvels no era desde luego un proyecto fácil, teniendo en cuenta que no solo debía servir como secuela directa de Capitana Marvel, sino que también tenía que atar cabos con Vengadores: Endgame y con las series de TV Bruja Escarlata y Visión, Ms. Marvel, Invasión secreta e incluso Ojo de Halcón. Con esos mimbres, no es de extrañar que el resultado sea un batiburrillo que empieza in media res, se entiende regular si no has visto de manera obediente todas esas obras anteriores, desarrolla los personajes a base de sobreentendidos porque no hay tiempo para otra cosa y, lo peor de todo, da la sensación de resultar prescindible de cara al resto del MCU.

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Completan el cuadro un Nick Fury ya amortizado, que no hace NADA salvo soltar sentencias obvias para reforzarle al espectador lo que está ocurriendo, la familia de Kamala Khan paseando por allí como un alivio cómico bastante pocho, un diseño de producción feo de narices y, como casi única redención (aparte de las tres actrices), un par de pasajes tan asombrosamente inspirados que parecen accidentales: la evacuación de emergencia de una base espacial utilizando con bastante originalidad a los Flerken (la simpática raza de gatos alienígenas cthulhianos), y una secuencia musical que remite a la genialidad gamberra de Guardianes de la galaxia o Thor: Ragnarok.

A The Marvels le habrían hecho falta media docena más de momentos así para poder brillar, pero parece que ahora mismo a Marvel solo le alcanza para meter dos o tres buenos conceptos por película (con suerte) y tiene que rellenar el resto con un fondo de armario cada vez más pasado de moda. The Marvels no empeora los síntomas de descalabro que transmite a día de hoy el cine de superhéroes. Es, sencillamente, uno más de esos síntomas.

INFORME VENUSVILLE

Venusentencia: Condenada a alforfones

Recomendada por Kuato a: fans de la Capitana Marvel. Aunque la cinta en sí no funcione, Carol Danvers es ahora mismo la heroína mejor definida y más interesante que le queda al MCU (digan lo que digan los haters de Brie Larson).

No recomendada por Kuato a: quien pensase ir a ver The Marvels porque sale Nick Fury; mejor quedarse con un buen recuerdo del personaje.

Ego-Tour de luxe por: ya es triste, pero una vez más lo mejor de la función es la escena postcréditos, donde se revela algo que ya iba tocando y que da ciertas esperanzas de remontada.

Atmósfera turbínea por: la nula capacidad de Marvel para ilusionar al fandom ya desde los primeros tráilers de sus nuevas producciones. Si se instala de manera definitiva la idea de que te puedes saltar la mitad de sus estrenos y no te pierdes nada, se acabó.

■ THE MARVELS. Estreno en Venusville: 10/11/2023.