VERANO EN ROJO reportaje: Polis, periodistas y cintas de vídeo

Belén Macías, co-guionista y directora, nos cuenta la historia que hay detrás de Verano en rojo

■ DEAPLANETA

Esta historia se inicia en el verano de 2010, cuando España está viviendo todavía la resaca del triunfo de la selección española en el Mundial de fútbol. Y en esa España seca y tórrida, la comisaria María Ruiz empieza una investigación sobre los asesinatos de unos chavales adolescentes, atrapados en una realidad que no conocen ni sus familiares más cercanos. Ayudada por el veterano periodista Luna, la investigación los llevará hasta las puertas de una orden religiosa.

Cuando Gerardo Herrero me dijo que íbamos adelante con la película, contacté con Helio Mira, un guionista con el que he tenido una gran conexión, y juntos imaginamos esta historia. Hemos disfrutado mucho dándole forma cinematográfica a la novela de Berna González Harbour.

"Quería titular la película 'Verano azul', pero estaba cogido"

Me fascina su manera de contar esos crímenes llenos de interrogantes que ahondan en la realidad, y que tienen como protagonista a la comisaria María Ruiz (Marta Nieto), antigua psicóloga del cuerpo. Una mujer con poder de decisión en un mundo de hombres. Había en la novela otro elemento en el que me quise detener y profundizar: el velo que la Iglesia utiliza, en muchas ocasiones, para proteger a sus sacerdotes. Utilicé el personaje del periodista Luna, (José Coronado) para incidir en una investigación sobre los testimonios de varios hombres que han sido víctimas de abusos en el marco de la Iglesia.

“Varias son las películas que me sirven de referencia y que narran las consecuencias que tienen unos crímenes en los profesionales que lo investigan: Zodiac y Seven, de David Fincher; La isla mínima, de Alberto Rodríguez…”

El lenguaje del thriller, la voluntad de entretenimiento y las ganas de llegar al máximo público posible, han sido fundamentales para reflexionar con equilibrio sobre asuntos tan delicados. Para ello, hemos desarrollado un personaje necesario para contar esta historia, el Padre Damián (Tomás del Estal), un hombre leal a sus creencias que ayudará en la investigación.

De repente, el último verano

Los ensayos que he tenido con todos los actores han sido claves para la construcción de sus personajes y el disfrute en el rodaje. Todo ello, unido a un excelente equipo técnico, tan cómplice como el artístico, ha hecho de la creación de esta película, un disfrute único.

Varias son las películas que me sirven de referencia y que narran las consecuencias que tienen unos crímenes en los profesionales que lo investigan. Es un cine que me gusta y que me ayuda a imaginar la atmósfera que impregnará el relato: Zodiac y Seven, de David Fincher; La duda, de John Patrick Shanley; Spotlight, de Thomas McCarthy; La isla mínima, de Alberto Rodríguez, Las hermanas de la Magdalena, de Peter Mullan; Gracias a Dios, de François Ozón, Quien a hierro mata, de Paco Plaza; Que Dios nos perdone, de Rodrigo Sorogoyen, El silencio de los corderos, de Jonathan Demme, Winter’s Bone, de Debra Granik…