Categorías

BLACKTHORN. SIN DESTINO entrevista a Mateo Gil: Dos cabalgan juntos

Todo lo que siempre quiso saber sobre Butch Cassidy, y el culo de Eduardo Noriega

RAY ZETA

CINES RENOIR FLORIDABLANCA, BARCELONA, 29/06/2011. Es lo que tiene solicitar la entrevista a última hora. Que si te la conceden, cosa que desde aquí agradezco a Alta Films, te dan el último turno y pillas al director ya cansado por haber realizado una rueda de prensa y haber estado atendiendo a los medios durante dos horas.

Tanto es así, que Mateo Gil me propone amablemente realizarla en la calle para poder fumarse un cigarrito. Dicho y hecho, salimos, nos apoyamos en la puerta del cine, y mientras él se lía un pitillo con la misma habilidad que Lucky Luke, yo empiezo a formularle mis preguntas. Y al estar allí de pie charlando de manera tan informal sobre pelis del oeste, se me antoja que al igual que Butch Cassidy y Sundance Kid, él y yo también somos un par de forajidos compañeros que están haciendo un alto en el camino para abrevar a sus caballos.

-¿Cuántas veces te has visto Dos hombres y un destino antes de hacer tu peli?

-Pueeeees no muchas, la vi una vez hace mucho tiempo y la volví a revisar hace un par de años…

-Vaya, creía que te la habrías mamado cientos de veces de forma intensiva…

-No, es que esa película no es una referencia intuitiva y tampoco queríamos que lo fuera a nivel explícito, de hecho la revisión fue un poco para ver si habían puntos comunes delicados. George Roy Hill me parece un director increíble y era un maestro narrando, pero la película está tan alejada en temática de la nuestra que no podía ser una referencia.

-¿Y la precuela Los primeros golpes de Butch Cassidy y Sundance, con Tom Berenger y William Katt?

-De esa película he visto algún fragmento en televisión, pero no la vi entera y tampoco la he podido conseguir, pero bueno, tampoco me servía como referencia ni me encantaba, la verdad.

-¿Sabes si Robert Redford habrá tenido oportunidad de ver tu peli?

-Ni idea, supongo que cuando oiga hablar de ella a raíz del estreno a lo mejor siente curiosidad, pero no creo que sea un tipo que esté pendiente de todo lo que se estrena y todos los festivales.

-Lo decía porque al ir la peli de Butch Cassidy no deja de tener relación con él mismo por haber sido Sundance Kid. ¿Hubiera funcionado igual poniendo a Billy el niño o a Jesse James?

-Hombre, para nosotros esos bandidos no tienen el mismo significado de Butch Cassidy porque lo que nos interesaba de él es esta faceta ideológica clarísima que él tenía, y esta huida de la violencia muy clara que también él tenía y que no tenían los otros, que eran tipos bastante violentos y bastante inadaptados. Butch Cassidy era un tipo muy listo que sabía dónde vivía y qué papel tenía. Pero que muy listo. No habría sido lo mismo con otro forajido.

 

 

-¿Y qué me dices de la estética? ¿Qué look de western buscabas? A mí me ha recordado sobre todo a los de Sam Peckinpah.

-Bueno, Sam Peckinpah era la primera referencia que teníamos tanto el guionista como yo. Creo que Peckinpah está más presente en el guión que en la dirección. A medida que yo fui armando la estética de la peli se fue yendo a otros lados, a John Ford, a Martin Ritt, a Anthony Mann… Y luego el toque setentero quizás vino más por influencia de Robert Altman, cuyos westerns son muy marcianos pero su estilo es muy poderoso, y otros directores no tan relacionados con el western pero que hicieron películas maravillosas como Sidney Pollack o Arthur Penn.

-Te decía lo de Sam Peckinpah porque por estética y personaje me ha recordado sobre todo a La balada de Cable Hogue

-Sí, probablemente a nivel de estilo o de tono es la que más se acerca a la nuestra porque es la más intimista. Si me apuras la más intimista y la más desenfadada de Peckinpah, y de hecho Jason Robards, a quien le tenemos mucho cariño tanto el guionista como yo, estaba allí, su alma y su espíritu estaban flotando por allí.

-Sam Shepard está inconmensurable, ¿pero cómo te atreviste a darle el papel principal viniendo de otro western tan malo como Bandidas?

-(Risas) Bueno, hay otras cosas que ha hecho aún peores, pobre. Hizo una telemovie hace unos años que se llamaba Purgatorio que él siempre la reivindica un montón, y no entiendo muy bien la razón porque yo la conseguí, la vi y pensé “no puede ser que Sam defienda tanto esta película”. Es algo que me sorprende mucho.

-O sea que Bandidas se lo perdonamos, ¿no?

-(Risas) Sí, yo creo que Bandidas Básicamente le subes a un caballo y es incapaz de decir que no.

-¿Y qué tal fue con Stephen Rea? Porque será muy buen actor, pero siempre me ha dado la impresión de que le falta un cojón…

-(Risas) Te sorprenderían algunos papeles que tiene que son absolutamente extrovertidos e incluso pasaos de rosca, donde se nota que se lo pasa muy bien. Me está viniendo a la mente Desayuno en Plutón, que hace de un mago homosexual salido de madre que es muy divertido. Es un grande como actor.

El tratamiento con Stephen fue mucho más sencillo que con Sam porque es europeo, y es irlandés, tío, y españoles e irlandeses nos parecemos un montón. Tiene un gran sentido del humor, está haciendo siempre bromas muy malvadas, es un tipo muy divertido…

"Yo le decía a Sam, `tienes que frotarle bien a Eduardo en el culo, y el bromeaba diciendo que tenía una reputación que mantener"

-¿Os ibais de pintas juntos?

-Poco, poco… Llegó un momento que el rodaje era muy complicado y yo estaba demasiado agotado para fiestas, pero sí hubo alguna comida y alguna cena…

-¿Y cómo convenciste a Eduardo Noriega para que enseñara el culo después del pollo que se montó con el anuncio de Schweppes de si el culo que salía era o no el suyo?

-(Risas) No hubo que convencerle, en el guión estaba que había que aplicarle una plasta de sal porque tenía sangre en el culo, y nada, se ve muy sutilmente, no nos regodeamos en la herida (risas).

-¿Podría ser como un golpe en la mesa para reivindicar su culo como diciendo “este sí es mi culo y no el que salía en el anuncio”?

-(Risas) No, no tiene nada que ver.

-¿La escena que has citado de la plasta de sal, con Eduardo con los pantalones bajados y sacando el culo, mientras Sam Shepard le mete mano por detrás, es un homenaje a Brokeback Mountain?

-(Risas) No, absolutamente no (risas). Te diré como anécdota que yo le decía a Sam, tienes que frotarle bien en la herida para cortarle la sangre y limpiarle, y el bromeaba diciendo “pero hombre, yo tengo una reputación que mantener”… (Risas).

-Supongo que sabes que coincides con el estreno de Transformers 3 y que te tocará competir con Optimus Prime en taquilla…

-Llevo un mes viendo tráilers en todos lados de Transformers, solamente el dinero de publicidad que se gastan en España, es superior a todo lo que ha costado mi película. Es imposible competir contra eso, pero una vez que el espectador entra en la sala, a ver si le gusta Transformers y a ver si le gusta mi peli…

 

 

-Déjame ahora que te pregunte por otros trabajos tuyos. ¿Qué te pareció Vanilla Sky?

-Bueno, estaba bien, tenía fuerza. Yo me quedé con ganas de que una serie de cosas que nosotros no fuimos capaces de hacer en Abre los ojos, una serie de tendencias infantiles, o adolescentes si quieres, ellos las llevaran a un terreno más adulto y no fue así, se quedaron con el mismo estilo.

-Cuando la escribías, ¿pensaste en algún momento que estabas escribiendo para Tom Cruise?

-No, ni en broma. Tal es así que nosotros no teníamos ni siquiera un porcentaje de los posibles beneficios de un remake. Ni habíamos pensado en ello.

-Y en relación a Nadie conoce a nadie, ¿eres jugador de rol?

-No, yo jugué a rol para informarme un poco, pero no soy jugador de rol. No soy jugador de nada en realidad.

-Entonces, ¿Nadie conoce a nadie era para popularizar los juegos de rol o para acabar de hacernos pasar a los jugadores de rol como locos posesos asesinos capaces de cargarse la Semana Santa?

-(Risas) Qué va, básicamente a mí me encargaron la adaptación de una novela que consistía en eso, en un juego de rol en la Semana Santa, y de hecho esa película no la iba a dirigir yo, a mí me encargaron escribir para otro posible director que nunca llegó, y finalmente me encargaron dirigirla a mí, pero era claramente una película de productor, un encargo destinado a ser estrenado en Navidad, nada que ver con mis aficiones.

-¿Y en Agora, tuviste oportunidad de intimar con Rachel Weisz?

-Hombre, yo no tuve mucho trato con ella, obviamente estaba en el rodaje, pero centrado en la segunda unidad, que se hace siempre al margen de los actores principales. Hubieron conversaciones y me pareció una tipa encantadora, pero tampoco me acerqué mucho. Alejandro (Amenábar) sí intimó bastante con ella y yo notaba muy buena relación allí.

-Te lo pregunto porque por haberse separado de Darren Aronofsky, éste ha abandonado la dirección de Lobezno y la producción se ha cancelado hasta nueva orden, por si a través de ella podías hacer que Aronofsky regresara al proyecto…

-(Risas) No sé ni de qué me estás hablando.

-Bueno, pero alguna entrevista con Daniel Craig, ahora que se han casado, sí que podremos tener, ¿verdad?

-(Risas) ¿A través de mí? Lo llevas crudo, ¡lo llevas muy crudo!

 

 

Mateo Gil, forajido de venusleyenda

 

BLACKTHORN. SIN DESTINO. Estreno en Venusville: 01/07/2011

 

Facebooktwittermail

1 Respuesta

  1. Anónimo
    Lakiki<br />Buena entrevista!

Agregar comentario