SABOTAGE artículo: Entrenando a Arnie

Entrenando a Arnie

Arnold Swchwarzenegger y David
Ayer, el dúo de la acción más real

De Inopia Films

<Jaime Fitzsimons, profesional de las fuerzas del orden, que pasó 14 años desempeñando ese trabajo, además de tres años y medio como agente encubierto de la policía de Los Ángeles, sirvió como asesor en Sabotage (como hizo también en Sin tregua de David Ayer). Fitzsimons estuvo en el plató a diario como asesor técnico y formó a los actores durante meses antes de que se rodara un solo fotograma. “Todo lo que hacemos es auténtico, con una precisión increíble”, comenta Arnold Schwarzenegger. “Es el estilo característico de David. Cuando algún agente de las fuerzas del orden vea esto, dirá que mis movimientos como Breacher son completamente realistas”.

Conseguir ese objetivo de increíble precisión requirió un entrenamiento riguroso de los actores. “David está muy centrado y decidido a que lo hagamos todo de la forma correcta, como lo haría un miembro de los grupos especiales, los SWAT”, dice Schwarzenegger. “Sin duda, recibimos formación sobre procedimientos por parte de jefes de equipos SWAT profesionales. Le dije a David desde el principio que estaba dispuesto a hacer todo lo que se me pidiera: `Si tengo que recibir clases de artes marciales o entrenar mi cuerpo de una forma determinada que sea importante para el personaje, entonces lo haré`. Es muy intenso el modo en que acometemos las maniobras tácticas, nos infiltramos en edificios, derribamos puertas, etc. Hice todo lo que el director me pidió porque estoy totalmente comprometido con esta obra. Estuve preparándome, ensayando y entrenándome para la película durante meses, meses y meses. Y al final, todo compensó”.

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El director David Ayer explica: “Lo importante para mí es que los actores actúen. Son fantásticos para leer un guión, desarrollar los personajes, abordar una escena y plasmarlo todo a nivel emocional desplegando el trabajo y el arte de la interpretación. Pero no son agentes de los cuerpos especiales SWAT. No tienen necesariamente una experiencia real en cuerpos de seguridad. Por tanto, cuanto más pueda hacer por ayudarlos a que aprendan esas aptitudes y a explorar ese mundo para sentirse creíbles en él, mejor se podrán concentrar en la interpretación cuando llegue el momento de actuar”.

“Todo el entrenamiento ayudó”, dice Sam Worthington, “porque no estás preocupado por dónde están las cámaras. Tienes una tarea entre manos. No te dicen dónde te tienes que poner para que la coreografía quede bien o ayude a las cámaras. Estás, de hecho, en el momento, intentando rescatar al rehén. Si estás haciendo una escena donde discutes con otro, os dedicáis a eso, a discutir. Podéis desahogaros el uno con el otro porque tenéis que compartir todo ese tiempo y todo ese esfuerzo. Ese tipo de falsificaciones del plató de una película empiezan a desaparecer y tú las vas superando”.

"Todo lo que hacemos es auténtico, con una precisión increíble. Es el estilo característico de David. Cuando algún agente de las fuerzas del orden vea esto, dirá que mis movimientos como Breacher son completamente realistas"

Ayer detalla: “Hemos pasado meses en entrenamientos de los SWAT, con algunos de los mejores agentes de operaciones tácticas que existen en las fuerzas del orden. Personas reales que son las mejores en su campo y que enseñaron a los actores la forma de moverse, de manejar las armas, de disparar, de entrar en edificios, de registrar habitaciones y de llevar detenidos a los sospechosos”. Ayer continúa: “Arnold ha recibido entrenamiento en artes marciales y combate. Ha luchado de verdad contra otros: dando patadas, bloqueando y pegando puñetazos. Eso le otorga una serie de habilidades totalmente nuevas para trasladar su mente a un espacio distinto. Cambia un poco su forma de moverse y su lenguaje físico para transmitir una sensación de peligro”.

Schwarzenegger explica: “Todos nos entrenamos juntos, hemos disparado juntos de todo, de pistolas a revólveres, pasando por armas pesadas y ametralladoras, subfusiles y escopetas. Hemos trabajado con toda la clase de armas de fuego que se te puedan ocurrir. A eso hay que añadir el entrenamiento táctico, el entrenamiento en artes marciales, la lucha. La clave es que cuando llegues al plató te puedas concentrar en las escenas. No tenemos tiempo que perder, porque hoy en día las películas se ruedan mucho más rápido. Los directores no pueden perder tiempo en el plató enseñando a los actores cómo deben sujetar un arma o cargarla. Todo eso tiene que salir de forma automática”.

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Schwarzenegger añade: “El resultado de todo este entrenamiento es que cuando llegamos al plató y dicen: ‘Este es el espacio que vamos a asaltar, vamos a entrar por aquí’, al cabo de unos minutos sabes exactamente quién va a cubrir cada puerta cuando entres en la habitación, quién cubre la puerta del baño, la puerta del armario, quién cubre el televisor y la zona de detrás del televisor, cómo nos movemos por ahí con las armas sin dispararnos unos a otros. Todos los miembros del equipo hemos realizado ese entrenamiento y estamos sincronizados”.

Schwarzenegger habla sobre la superación de expectativas. “Creo que el público se sorprenderá. Sabotage es una película atípica e inesperada por la profundidad y la dimensión que tiene. Sé que muchas veces, cuando la gente va a ver una película de Schwarzenegger, entra en el cine esperando ver un buen filme de acción. Se marchan satisfechos con la acción, con las peleas, con los tiroteos, con las escenas de riesgo, con todas estas cosas. Pero lo mejor es cuando se sorprenden porque hay algo más ahí. Sabotage va a ser fascinante por el modo en que se desarrolla la historia. Está escrita con precisión y muy bien realizada”. “Para mí, la mayor sorpresa al hacer esta película es que tiene una extraña belleza”, añade Schwarzenegger. “Es inquietante y muestra personajes complejos y decadentes por su propia historia. Es hermosa y triste, y es alegre y maravillosa, y es trágica, todas las grandes cosas que componen un drama”./>

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