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ANT-MAN Y LA AVISPA: QUANTUMANÍA crítica: La ira de Kang

Tercer episodio del Hombre Hormiga con la presentación estelar de Kang como Thanos Jr.

RAY ZETA

¿Hay vida en Marvel después de que Vengadores: Endgame pusiera fin a la saga de los Vengadores? Pues a juzgar por lo irregular que ha resultado la Fase 4, con títulos de lo más dispares moviéndose entre la genialidad (Spider-Man: No Way Home), lo correcto (Black Widow, Doctor Strange: En el multiverso de la locura), lo prescindible (Sang-Chi y la leyenda de los diez anillos, Black Panther: Wakanda Forever), lo ridículo (Thor: Love and Thunder) y la funesta desgracia más absoluta (Eternals), era imposible dar una respuesta rotunda sin albergar ciertas dudas, pues a diferencia de las fases anteriores, con todos los productos Marvel respirando, viviendo y existiendo para expandir la saga de los Vengadores, la Fase 4 se ha revelado como una etapa de impasse que ha ido dando bandazos, sin que ninguno de sus episodios resulte determinante para el futuro.

Pero Kevin Feige prometió en las últimas Comic-Con que la Fase 5 iba a sentar las bases de las futuras fases de Marvel, y a juzgar por lo visto en Ant-Man y la Avispa: Quantumanía, primera entrega de la mencionada quinta fase, así es. Y no porque esta tercera entrega de Ant-Man se equipare en ambición y calidad a los mejores títulos de Marvel, pues siguiendo la línea de los dos episodios anteriores Quantumanía es un entretenimiento ligero, sino porque en este episodio se le da la alternativa a Kang como supervillano sucesor de Thanos, tras su presentación en la serie Loki. Kang el Conquistador, interpretado por Jonathan Majors, amo de la variación temporal, del multiverso, y con tantos yos alternativos como permutaciones es capaz de calcular el Doctor Strange jugando con un cubo de Rubik de diez caras, que vivirá su momento álgido como supervillano del universo en las futuras Avengers: Secret Wars y Avengers: The Kang Dinasty.

 

"Me dieron el papel de Kang porque el reparto de Black Panther ya estaba completo"

 

Un supervillano con mucho potencial que esperamos vaya perfilando su personalidad a lo largo de las películas venideras, para estar a la altura tanto del personaje como del recuerdo dejado por Thanos (aunque eso va a ser difícil, porque Thanos es mucho Thanos), porque en esta ocasión se describe tan solo como un conquistador con ansias de dominar el universo (sí, no muy diferente de otros colegas de profesión como el Doctor Robotnik, Rita Repulsa, Gru, o Cerebro de Pinky y Cerebro, por muchos superpoderes multivérsicos que tenga). Quizás por eso Marvel ha elegido una aventura de Ant-Man para presentar tan magno acontecimiento, porque el Kang descrito en esta primera incursión cinematográfica, encaja mejor en una aventura de Ant-man que lo que lo haría en una de Iron Man, el Capitán América, Thor, o cualquier otro Vengador.

Porque Ant-Man y la Avispa: Quantumanía es una Space Opera de lo más pulp. Con el pretexto de caer la familia himenóptera al completo en el Reino Cuántico igual que Alicia cae por la madriguera del conejo al País de las maravillas, Peyton Reed nos narra un viaje fantástico a un reino fantástico que no dista mucho de otras películas con propuestas similares, tanto conceptual como estéticamente, como Viaje al centro de la Tierra, Viaje alucinante, Flash Gordon, Stargate, John Carter de Marte, cualquiera de Star Wars, o la reciente animada también de Disney Mundo extraño. Habitantes alienígenas de todas las especies, humanos raciales, robots, bicharracos (parece que estemos en la taberna de Mos Eisley), naves voladoras, ciudades, dictadores, guerras civiles, revoluciones… Todo tiene cabida en el Reino Cuántico sin importar si es coherente o no. Mientras pueda hacerse con CGI, se acepta, y como hoy en día todo puede hacerse con CGI, la película es toda ella CGI puro y duro.

“El resultado de Ant-Man y la Avispa: Quantumanía es un producto de pinta y colorea la mar de entretenido si no son demasiado exigentes”

El resultado es un producto de pinta y colorea la mar de entretenido si no son demasiado exigentes, con un guión de lo más simplón y tontorrón, aventuritas fantásticas, correctas secuencias de acción, los toques de humor marca de la casa, y también algún recurso que nos sacaría los colores (nunca mejor dicho), de encontrarlo en una película con ambiciones más serias (es el caso de M.O.D.O.K., simplemente ridículo, o el alienígena mascota preocupado por los orificios, cuya única razón de ser parece la de vender merchandising infantil en las happy meals del McDonal’s). Pero tampoco importa demasiado, porque como ya hemos apuntado, esto es un viaje fantástico de lo más pulp, y por ello todo cabe en la viña del Señor, con toda la familia Ant-Man (abuelos, padres, hija) demostrando que la familia que hormiguea unida, jamás será vencida.

A la cabeza Michelle Pfeiffer (no en vano pasó atrapada en ese submundo microscópico nada menos que 30 años) demostrando a sus 65 años que sigue interpretando las escenas de acción con la misma soltura que cuando lo hacía hace 30 embutida en un traje de látex negro como Catwoman; les siguen en importancia Paul Rudd e hija, que se estrena como superheroína novata e impulsiva; menos cancha se le da esta vez a Evangeline Lilly, que ejerce de mera acompañante comparsa; y la peor papeleta es para Michael Douglas, que por mucho científico descubridor del Reino Cuántico que sea, y el inventor de las Partículas Pym que hacen posible reducir el tamaño para viajar hasta él, su presencia se antoja como la de un viejecito totalmente fuera de lugar, que se queja porque la sopa está sosa, la música está demasiado alta, o le dejan el mando a distancia de la tele demasiado lejos de su alcance.

 

"Si te preguntan, di que somos los Sharkboy y Lavagirl multivérsicos"

 

Aún así, Ant-Man y la Avispa: Quantumanía tiene espacio para todo: para la aventura (el viaje fantástico descrito), para la acción (no podían faltar ni el ataque final a gran escala, ni las tollas finales en las distancias cortas con Kang), para las relaciones familiares (Ant-Man y su hija suben varios peldaños de golpe en su relación paterno-filial), para el crecimiento de los personajes (sobre todo el de Michelle Pfeiffer, auténtica reina de la función), y para el humor, aunque en esta ocasión su componente sea menor que en los dos episodios anteriores. Y cómo no, para relacionar la película con el resto de productos Marvel, con un universo cada vez más expandido al contabilizar también las series, tanto con lo acontecido hasta ahora (la película es consciente de que se ha cerrado una etapa con la muerte de algunos Vengadores), como de lo que acontecerá (una vez más, no abandonar la sala antes de las escenas post-créditos).

Buen inicio pues de la Fase 5, con un volantazo que sitúa al universo en la dirección que va a seguir los próximos años, y presenta el objetivo global a seguir de la franquicia en general, que no es otro que derrotar a Kang el Conquistador, la nueva amenaza espacio-temporal-multivérsica, aunque en teoría sea invencible. Nos esperan media docena de títulos en dos años en los que se desarrollará el concepto, con secuelas de viejos súpers conocidos como los Guardianes de la galaxia en su volumen 3 y Deadpool tras ser fichado por Disney (bueno, digamos mejor absorbido), continuaciones de tramas ya empezadas, como la de Anthony Mackie como Capitán América, creaciones de nuevos supergrupos (la Capitana Marvel estará acompañada de Kamala Khan y Monica Rambeau en The Marvels), y presentaciones de nuevos súpers como Blade y los Thunderbolts. ¿Hay vida en Marvel después de Vengadores: Endgame? Empezamos a pensar que sí.

 

INFORME VENUSVILLE

Venusentencia: Copas de yate

INF VNV 4

Recomendada por Kuato a: amantes de la psicodelia colorista de los últimos episodios de Spy Kids.

No recomendada por Kuato a: espectadores daltónicos.

Ego-Tour de luxe por: Michelle Pfeiffer como Catwoman sin traje, 30 años despúes.

Atmósfera turbínea por: el cameo de Bill Murray, tan innecesario como el de Sylvester Stallone en Guardianes de la galaxia Vol. 2.

 

ANT-MAN Y LA AVISPA: QUANTUMANÍA. Estreno en Venusville: 17/02/2023.

 

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2 Respuestas

  1. Diario de Venusville
    Gracias por tus comentarios, Perrete Volador. Entra en el primer bar que veas en Venusville y pide lo que quieras, que está pagao.
  2. Piniculilla correcta. Lo merjocito es Kang. Más divertida que Emo Wakanda 4eva. Mucho olor a Star Güars en los personajillos, cantinas y eschenas iniciales. Mu comiquera.

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