ASALTO AL PODER crítica: Roland el destructor

Roland el destructor

Channing Tatum, nuevo clon de John McClane
tras Gerard Butler en Objetivo: la Casa Blanca

Por Robert Thornhill

<Para hacer esta crítica voy a intentar obviar a ese demonio que siempre revolotea por nuestra mente intentando que sucumbamos al lado oscuro dándonos ideas perversas, como la de coger la crítica de Objetivo: La Casa Blanca publicada hace unos cuatro meses en Diario de Venusville, cambiar el nombre de los actores y los enemigos y quedarme tan ancho, porque ya les puedo asegurar que resultaría un reflejo de lo que es Asalto al poder, que si en aquella ocasión decíamos que estábamos ante “La Jungla 3.9”, ahora no sería menos porque estamos ante un “La Jungla 3.10”.

Desde Robin Hood, príncipe de los ladrones y Robin Hood, el magnífico, hasta Blancanieves (Mirror, Mirror) y Blancanieves y la leyenda del cazador, los casos de películas de temáticas similares estrenadas en un corto espacio de tiempo se ha convertido en una extraña moda en Hollywood, que tiene difícil explicación a no ser que se trate por una absurda e infantil rivalidad entre estudios. En el caso de Asalto al poder y Objetivo: la Casa Blanca las semejanzas son escandalosas, por lo que estamos convencidos de que los guionistas de ambas son coleguillas de copas que entre gin-tonic y gin-tonic van vomitando sus guiones sin pudor alguno.

"En cuanto salgan los créditos finales de Objetivo: la Casa Blanca, salimos"

Primero la Casa Blanca es tomada por terroristas como si fuera el badulaque de la esquina, ponen a un presidente pacifista de turno contra las cuerdas (qué cachondos son) hasta que aparece un valiente y sagaz patriota, quien él solito se las ingenia para cargarse a los que han osado atacar la casa de Dios y salvar a los USA y por extensión al mundo entero. En las dos hay niños, mujeres capitaneando el equipo exterior de ayuda, los pesados de la tele siguiendo en directo el ataque, bailes de presidentes…Ya les decimos, un cúmulo de evidentes semejanzas que cantan como una almeja si además ves las dos pelis en tan corto lapso temporal.

En cualquier caso, entrando al detalle de Asalto al poder, y en un hipotético Mortal Kombat con Objetivo: la Casa Blanca, aunque solo fuera por un escaso margen, en Venusville proclamaríamos a la primera como justa ganadora. Echando un vistazo al curriculum de Roland Emmerich, con sus Independence Day, Godzilla, El día de mañana y 2012, vemos que es un director que se siente tan a gusto en ambientes catastróficos como Pedro Almodóvar en La Ostra Azul, y que está más acostumbrado a manejar la batería de efectos especiales y de fuegos artificiales en que se convierten por momentos estas pelis, que un Antoine Fuqua demasiado técnico y perfeccionista.

"Si con Objetivo: la Casa Blanca decíamos que estábamos ante ‘La Jungla 3.9’, ahora no sería menos porque estamos ante un ‘La Jungla 3.10’"

Y lo que es más importante en Asalto al poder, aunque hay decenas de escenas de tiroteos, persecuciones, explosiones y demás momentos adrenalíticos, no se olvida de la necesaria presencia de momentos coñeros y divertidos, insertando elementos de distensión y frikismo, como esa persecución a la impenetrable limusina presidencial a la que metrallean sin piedad los terroristas, acabando con el mismísimo presidente de los USA lanzando un mísil a hombros con el coche en marcha. Emmerich sabe que esto es un producto de entretenimiento y estas escenas son las que al final se recuerdan al acabar la peli y amortizan la entrada que se ha pagado.

Channing Tatum es el auténtico protagonista y héroe de la función que con su camisetilla blanca sin tirantes intenta emular a John McClane, pero claro, sin el carisma de Bruce Willis, sin su capacidad de poner esa cara de mala leche característica, y sin soltar sus geniales frases lapidarias. Quizás esté mejor que Butler, pero le faltan muchas tablas para olerle los pies a Bruce Willis o a Jason Statham.

"Espera, has olvidado decir lo de yipi-ka-yei"

Donde sí que saca ventaja respecto a su predecesora Objetivo: la Casa Blanca, es en el capítulo de los villanos, porque aunque los coreanos nos pudieran dar miedo y ser unos crueles asesinos sanguinarios, nada tienen que hacer con la dupla formada por el siempre cumplidor James Woods y un actor en alza como es Jason Clarke. Woods tiene un rol muy al estilo del de Ed Harris en La Roca, amotinándose en la Casa Blanca y renegando de una patria que le ha dado por culo. Con el pelo más blanco que las tetas de Kristen Stewart en Crepúsculo, le sabe tomar el pulso al papel y es de esos malos cenizos que al final te acaban haciendo gracia. Quien es el auténtico brazo ejecutor de los asaltantes es un histriónico Jason Clarke, que desde que se diera a conocer en La noche más oscura, demuestra película tras película que es un secundario de lujo capaz de moverse en distintos registros adaptándose inteligentemente a los personajes que interpreta. El año que viene le llegará su gran oportunidad teniendo el papel protagonista en El origen del planeta de los simios 2.

Habrá a quien no le parecerá creíble por la facilidad con la que toman la Casa Blanca, por ver al presidente de los USA, al igual que Harrison Ford en Air Force One, disparando y reptando como si fuera un marine, y porque los malos-malotes sean a veces un poco tontorrones, pero qué diablos, esto es cine espectáculo y todo vale cuando el objetivo es tan noble como divertir al espectador./>

INFORME VENUSVILLE

		Sentencia Quaid: Copas de yate



		Recomendada por Kuato a: los que ven *El dia de mañana* o *Independence Day* las veces que hagan falta cuando las echan por la tele.

		No recomendada por Kuato a: los que no soporten a un Chaning Tatum osando imitar al ilustre John McClane. Se tendría que ir a confesar por pecador de la pradera.

		Ego-Tour de luxe por: esos presidentes americanos tan deportivos con sus Air Jordan, que saben usar lanzamisiles y corren que se las pelan. A los guionistas se les va la olla que no veas.

		Atmósfera turbínea por: ese Chaning Tatum, que siendo un actor mediocre como el que más, lleva estrenadas hasta cinco películas en lo que llevamos de 2013. ¡Qué le verán!