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EL ÚLTIMO DUELO crítica: Los duelistas bis

Revisión medieval de Los duelistas, aunque más feminista y con menos duelos, en El último duelo

RAY ZETA

A Ridley Scott le pone el cine de época tanto como a James Cameron el militar o a Michael Bay el patriótico. Sólo hay que echar un vistazo a su filmografía y reparar en títulos como Los duelistas, Legend, 1492: La conquista del paraíso, Gladiator, El reino de los cielos, Robin Hood, Exodus: Dioses y reyes, la presente El último duelo, y la futura Kitbag, biopic de Napoléon Bonaparte. O sea, que cuando Ridley Scott asistía de niño a la fiesta de disfraces del cole, ya sabemos de qué acudía disfrazado: no era ni de payaso, ni de cowboy, ni de Son Goku, como la mayoría de compañeros, sino de soldado medieval, cruzado templario, general romano o héroe bíblico. De cualquier cosa con tal de que tuviera 5 siglos de antigüedad.

No es casualidad que su ópera prima, Los duelistas, sea una trama de honor ambientada a principios de siglo XIX, que cuenta la historia de un duelo interminable practicado por fascículos por dos soldados a lo largo de toda su vida. En El duelo final retoma en cierta manera la misma trama, aunque sólo hay un duelo a espadazos, y como bien marca el título, sale al final de la peli, pero sus contendientes heredan de los duelistas el honor masculino de quién la tiene más larga durante toda una vida de relación de amistad y profesión, y el enzarzarse en un duelo a muerte por eso de “quítame de ahí esos cuernos”, más que por defender el honor de una dama ultrajada o de salvaguardar el nombre de una antigua familia con largo historial militar.

 

"Si el duelo fuera a Espada láser, no tendrías nada que hacer"

 

Una película que podría leerse en clave oportunista al denunciar una violación en plena época feminista de movimiento “Me Too”, contrapuesta a la primitiva hombría de los personajes masculinos, que por mucho que sean soldados medievales del siglo XIV, sigue imperando a día de hoy. Una historia de violación contada desde tres perspectivas, la de cada personaje que forma el triángulo protagonista (marido, amigo violador y esposa), que si bien ayudan a completar los hechos a modo de puzzle, también alargan el metraje en demasía, hasta convertirlo en tedioso (bien el primer punto de vista, bien el segundo, pero cuando se presenta el tercero, a pesar de ser el más importante, el suspiro de cansancio oído en la sala es de órdago).

"Si algo hace bien Ridley Scott, es ambientar y filmar, y en El duelo final hace gala de ambas virtudes"

Suerte que con el duelo final en forma de justa medieval, volvemos a meternos en la película. Si algo hace bien Ridley Scott, es ambientar y filmar, y en El duelo final hace gala de ambas virtudes. Con una ambientación similar a su propia Robin Hood, Scott filma la Francia del siglo XIV como nadie, y nos ofrece pequeñas píldoras de batallas sin escatimar sangre por miembros cercenados, guardándoselo todo para el duelo final. Un duelo a lanza, hachazos y espadazos, bruto, cafre y bestiajo como se espera de él, que consigue que nos reconciliemos con la peli, y que reivindica a Ridley Scott como gran director de estilo clásico. ¿Se imaginan a Paul W. S. Anderson filmándolo? Parecería que se hubiera filmado desde el interior de una lavadora.

 

"Dice Kevin Smith que cuando acabemos con esto, se pone con Dogma 2"

 

Hasta consigue que nos olvidemos de que Matt Damon y Ben Affleck corren por allí, uno con barbita y melenita medievales, y el otro teñido de rubio noble. A diferencia de Adam Driver, cuyo rostro se antoja atemporal, a Damon y Affleck, los eternos amiguetes, no tenemos dificultad para aceptarlos en cualquier papel actual, incluso como héroes como Jason Bourne, Jack Ryan o Bruce Wayne, pero de eso a aceptarlos como personajes medievales con peluca y acento americano… ¡Aumph! Nada que ver con las composiciones shakesperianas de actores ingleses como por ejemplo Tom Hiddleston, Benedict Cumberbatch o Ben Whishaw, que parecen haber nacido para ello. Matt Damon y Ben Affleck encajan mejor fumando maría en una comedia de Kevin Smith, pero como el guión de El duelo final es suyo, tenerlos debía ser el peaje que Ridley Scott se ha visto obligado a pagar para dirigirlo.

Película irregular pues, debido a su excesivo metraje y a las alargadas (y reiterativas) narraciones desde el punto de vista de sus tres personajes protagonistas, siguiendo la estela de títulos como Rashomon, Atraco perfecto, Reservoir Dogs o Jackie Brown. Si la peli durara media horita menos y saliera un poco más de batallitas, otro gallo medieval nos cantaría. Pero Ridley Scott no ha querido hacer en esta ocasión una película espectáculo como El reino de los cielos, sino una reflexión, una película de personajes cuyo hilo conductor son sus relaciones, sus motivaciones y sus reacciones. Por eso es más una peli para el público general que para el público fan del cine medieval de espadazos. Los que pertenezcamos al segundo grupo, nos deberemos conformar con la revisión de Templario.

 

INFORME VENUSVILLE

Venusentencia: Dos Caras Harvey

INF VNV 3

Recomendada por Kuato a: quien quiera ver a Matt Damon y Ben Affleck a lo Ragnar Lothbrok y Floki.

No recomendada por Kuato a: quien prefieran ver a Matt Damon y a Ben Affleck al lado de Jay y Silent Bob.

Ego-Tour de luxe por: el duelo final. Y no me refiero al título, sino al duelo del final de la peli.

Atmósfera turbínea por: que ya puestos, que Ben Affleck no sea co-protogonista en lugar de Adam Driver, junto a Matt Damon.

 

EL DUELO FINAL. Estreno en Venusville: 29/10/2021.

 

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