FRÍO EN JULIO rueda: Frío en Sitges

Pese a estar en el mes de octubre, Jim Mickle lleva el frío al Festival de Sitges con Frío en julio

■ RAY ZETA

FESTIVAL DE SITGES, 06/10/2014. A Jim Mickle ya le conocemos. Vino en 2007 a presentar su primera película, la rata-zómbica Mulberry Street, regresó en 2010 a presentar la segunda, la vampírica Steak Land (cuando se le preguntó si le gustaba Crepúsculo respondió que no podía decirlo porque cuando fue a verla al cine se durmió cuando empezaba y no se despertó hasta los títulos de crédito finales), el año pasado se proyectó la tercera, la caníbal Somos lo que somos, y ahora regresa para traernos la cuarta y última hasta la fecha, el thriller con toques de western contemporáneo Cold in July. O sea, que en lo que al Festival de Sitges se refiere, Jim Mickle es un tipo de la casa al que conocemos desde pequeñito. Más aún, ¡desde que nació! (cinematográficamente hablando, claro).

Y sigue con la misma barba de siempre, la misma naturalidad de siempre, el mismo estilo americano de siempre (repasen sus pelis y verán que todas son MUY americanas), y la misma humildad de siempre. Normalmente los directores esquivan siempre en la medida que pueden reconocer sus influencias, pero Mickle no tiene el mínimo reparo en redactar un manual sobre todas las que ha tenido a la hora de abordar Cold in July: "estamos bajo la influencia de John Carpenter, Walter Hill, los hermanos Coen, y también del cine coreano por combinar diferentes géneros de una manera tan efectiva, lo que el cine norteamericano no hace tan bien". Y añade: "es impresionante que en Corea las películas más taquilleras sean las de acción de Bong Joon-ho cuando en Estados Unidos son las más tontas".

"Por eso no entiendo por qué las pelis de Christopher Nolan recaudan más que las mías"

¿Sólo esas? Cold in July es como decía un thriller con aires de western en el que Michael C. Hall, Sam Shepard y Don Johnson se enfrentan en un tiroteo a la banda de los malos a modo de O.K. Corral, mientras combina elementos del cine de psicópatas, así que seguro que alguna referencia más hay por allí: "mi inspiración viene de la coreana Memories of Murder (Crónicas de un asesino en serie) de Bong Joon-ho y por eso se la puse al equipo para que vieran lo que buscaba, que no era hacer el típico thriller de a-b-c sino algo diferente. Para la fotografía tuvimos como referente Road House (De profesión: duro) que es poco habitual como referente, pero nos interesaba su imagen, nos llamaba la atención sobre todo la luz de la luna que era siempre un poco azulada...".

"Y para el resto de la historia, las dos versiones de El cabo del miedo y La noche del cazador fueron referentes importantes (teníamos colgado el póster de La noche del cazador para que nos inspirara durante la escritura del guión). También cine coreano como The Chaser, The Yellow Sea, Blood Simple... Blood Simple por ejemplo nos parecía perfecta como película noir. También Tiburón en términos de estructura de la película, por haber tres hombres que van a cazar a una gran bestia, y también el cine de David Lynch, estuvimos mirando Terciopelo azul en particular para los suburbios americanos de la América normal llevada hasta un punto caso cómico y aburrido".

"Jim Mickle sigue con la misma barba de siempre, la misma naturalidad de siempre, el mismo estilo americano de siempre, y la misma humildad de siempre"

No está mal, ¿he dicho que nos hacía un manual con sus influencias? Digan mejor un listín telefónico. ¿Y qué tal fue trabajar con los tres actores, siendo de estilos tan diferentes? "Sam Shepard viene del teatro, por eso es muy importante para él sentirlo todo sin tener que falsear nada, así que si algo no estaba totalmente bien para que eso sucediera, se tenía que cambiar. Michael C. Hall y Don Johnson vienen provienen del mundo de la televisión, por eso son más versátiles y pueden cambiar más las cosas sobre la marcha. Don Johnson fue el que mejor pilló el tono de la película, que era ochentera, trash y sucio. Uno de nuestros referentes era el estilo de Dennis Hooper, y Don Johnson había trabajado con él, así que entendió a la perfección lo que queríamos hacer".

Y sigue contándonos cómo fue un auténtico placer y un honor trabajar con Sam Shepard, laureado autor teatral, en ciertos aspectos del guión: "tuvimos problemas en la escena en la que Sam (Shepard) practica el tiro disparando contra unas botellas. En la novela esta escena duraba muchos capítulos, pero nosotros la reducimos a una única escena. La estuvimos reescribiendo y reescribiendo una y otra vez y no nos acababa de funcionar. La noche antes de rodarla, Sam se ofreció para reescribirla en el hotel. Le dijimos que lo intentara, y al día siguiente vino con una única hoja escrita a mano: una reducción perfecta super-poética de la escena. Guardo esa página escrita a mano en casa".

"La otra cosa que guardo es una foto de Miami Vice autografiada por Don Johnson"

Y a partir de aquí nos cuenta anécdotas del rodaje, como que aunque la acción simule suceder en Texas se rodó en Nueva York con financiación francesa, y que Cold in July debía haber sido su segunda película tras Mulberry Street a pesar de que haya acabado siendo la cuarta. Y que las escenas que en la película simulan ser snuff las rodó él mismo durante un fin de semana con un equipo muy limitado de dos o tres personas con una cámara VHS y que luego regrabó una y otra vez la cinta para obtener ese look tan característico de peli gastada. Para la escena dejó improvisar a los actores, que empezaron a hacerlo hablando en español cuando él ni siquiera sabía que lo hablaban, y no tocó nada de lo que hicieron.

En cuanto a la actriz que sale en ella, la pobre tiene el honor de protagonizar una de las anécdotas más divertidas del rodaje de la película por su dramatismo: "la actriz era profesional y yo mismo la elegí por cásting. Le dije que iba a estar en una película con Don Johnson, Sam Shepard y Michael C. Hall, y llegó muy emocionada con un autobús desde Nueva York, pero la llevamos a una zona desierta sin que viera a nadie, a una casa casi abandonada con los dos tipos que salen en la escena. La pobre se debió pensar que era un snuff de verdad. Estaba tan asustada que hizo la escena y se volvió enseguida a Nueva York". La único que debió pasar frío realmente en todo el rodaje.