JOHN WICK 4 crítica: French Kill

Cuarto episodio de John Wick con un clímax apoteósico en París... no precisamente romántico

El poder del cine es tan grande, que las películas marcan la vocación profesional de la población desempleada. Si sale una peli como Top Gun: Maverick, con Tom Cruise como piloto de combate molón, todo quisqui quiere ser piloto y las academias de vuelo cuelgan el cartelito de “completo”. Lo mismo ocurre cuando hay una peli con astronautas guaperas como Matthew McConaughey en una peli de ciencia ficción como Interestelar, o con las profesiones más peculiares como la de caza-tesoros como el Uncharted de Tom Holland… Pues ahora todo el mundo quiere ser asesino, y la culpa es de Keanu Reeves y la saga John Wick, que tras cuatro episodios de andadura cinematográfica, ya se ha convertido en todo un clásico.

Y es que ver a Keanu Reeves con traje negro, su barbita y su media melenita, acribillando a la peña a quemarropa, en el más puro estilo Gun Fu, es irresistible. Por eso los niños de hoy en día ya no quieren ser futbolistas, astronautas o diseñadores de videojuegos, no señores, ahora todos quieren que les den una (o dos) pistola con recarga infinita, y sentirse el personaje protagonista de un Shoot’em up que va pasando con éxito una pantalla tras otra. Porque en resumidas cuentas, en eso radica la propuesta de los episodios de la saga, en liarse a tiros contra como más mejor con el mínimo de guión, y dejarlos a todos más tiesos que la mojana, sintiéndose invulnerable, invencible e inmortal.

"Ni León, ni Collateral. La mejor peli de asesinos es El otro guardaespaldas"

Por eso los episodios de John Wick deben valorarse según la calidad de las secuencias de sus tiroteos: su originalidad, la coreografía y el montaje, lo que no es moco de pavo, pues hay más curro en una sola secuencia de acción de una película de John Wick que en toda la filmografía de un autor europeo como Krzysztof Kieslowski. Y en el caso de este cuarto episodio, son una vez más la caña. Tras dedicar John Wick: Capítulo 3 – Parabellum a desvelar los orígenes del personaje, esta cuarta entrega regresa a la simpleza narrativa habitual para seguir contando el conflicto entre John y la Alta Mesa, y estructura el episodio en tres segmentos ubicados en Osaka, Berlín y París, con una pelea-tiroteo para empezar a hacer boca en Osaka, Berlín a modo de impasse, y el clímax en París.

“En cuanto a secuencias de acción con peleas y tiroteos, marca de la casa de la saga, este cuarto episodio aprueba una vez con matrícula de honor cum laude”

Un clímax de cerca de una hora en el que Chad Stahelski levanta el freno de mano y enlaza tres set pieces de acción como tres soles, de las que quitan el hipo, la respiración y la conciencia, por su ritmo, su planificación y su desbordada imaginación. ¿Se quejan los espectadores gafapastas de que todas las pelis de tiros son iguales? Eso será porque no han visto John Wick 4, con sus coreografías, su endiablado Gun Fu, y ahora también con lo que a partir de ahora se llamará “Car Fu” (peleas-tiroteos en coche como nunca se había visto hasta ahora, gentileza de Chad Stahelski), y el mito de Sísifo recreado en las escaleras del Sacré-Coeur de Montmartre, hasta llegar a un final tan épico como sorprendente.

"Vin Diesel está que rabia porque hemos inventado el Car Fu antes que él"

O sea, que en cuanto a secuencias de acción con peleas y tiroteos, marca de la casa de la saga, este cuarto episodio aprueba una vez con matrícula de honor cum laude, pues no sólo no se repite sino que sigue innovando con éxito. Además de profundizar en la sociedad secreta de asesinos con nuevos datos y personajes, como los encarnados por Clancy Brown y Bill Skarsgard como representantes de la Alta Mesa (intermediario y villano, respectivamente), los cameos de Scott Adkins (tan irreconocible como Colin Farrell como el Pingüino) y Natalia Tena (¡aplauso para ella!), más las prestigiosas incorporaciones de Hiroyuki Sanada y Donnie Yen, éste relevándose como la gran sorpresa de la función, al componer a un asesino ciego en la más pura tradición Zatoichi, adueñándose por completo de la película.

Lo que provoca una vez más que ya estemos deseando ver el siguiente episodio, aunque la saga tenga ahora un futuro más que incierto. ¿Habrá quinto episodio de John Wick o se ha llegado a la conclusión definitiva? John Stahelski se ha cubierto las espaldas introduciendo un final a modo de conclusión, en caso de que esa sea la intención de Lionsgate, pero cuesta creer que gozando de la buena acogida y la espectacular recaudación que obtiene la franquicia con cada una de sus entregas (recuerden que el primer John Wick nació con vocación de serie B, revelándose como un sleeper que sorprendió a propios y extraños), John Wick 4 sea el último episodio. Nos negamos a creerlo, y si es necesario, en Venusville estamos dispuestos a recrear como promesa la ascensión al Scacré-Coeur de París de rodillas.

INFORME VENUSVILLE

Venusentencia: Venus Hall of Fame

Recomendada por Kuato a: Vin Diesel, para que rabie viendo la invención del “Car Fu”, y a Bruce Willis para que vea que no sólo John McClane es un hombre de goma. John Wick también recibe brutales palizas, atropellos, caídas desde quinto pisos… y como si nada. Como mucho, una arruguita en el traje.

No recomendada por Kuato a: pacifistas que aboguen por el diálogo como solución diplomática de cualquier conflicto, lejos del "Los mataré a todos" practicado por John Wick.

Ego-Tour de luxe por: Donnie Yen. Como se dijo de Lee Van Cleef cuando murió: “el mejor enemigo o aliado que Clint Eastwood podía tener”, pues Donnie Yen es el mejor enemigo o aliado que John Wick puede tener.

Atmósfera turbínea por: ese final con sabor a conclusión definitiva de la saga. ¡Antes nos creemos que regresen Las aventuras de Parchís a que John Wick 4 sea el último episodio!

■ JOHN WICK 4. Estreno en Venusville: 24/03/2023.