LOS ASESINOS DE LA LUNA crítica: Uno de los de siempre

Peli de mafiosos de Martin Scorsese como si fuera una versión western de Uno de los nuestros

■ RAY ZETA

La cabra tira al monte, y Scorsese tira a la mafia, no hay duda. Cuando se difundió el argumento de Los asesinos de la luna, con los indios Osage encontrando petróleo en sus tierras de Oklahoma a principios de siglo XX, y siendo asesinados por ello para sacarles la pasta con una posterior investigación del FBI, nos imaginábamos un drama con tono de thriller y aires de post-western al estilo de Taylor Sheridan, en la línea de Comanchería, Wind River o Yellowstone… Pero no, Martin Scorsese se lleva la novela de David Grann a su terreno, y hace lo que mejor sabe hacer (o quizás lo único que sabe hacer): una de mafia. O mejor dicho, otra de mafia.

Deformación profesional. Lo mismo le pasó a Guy Ritchie con Rey Arturo: La leyenda de Excalibur. Tan acostumbrado está el dire de Snatch a contar historias de hampones del extrarradio de Londres, que incluso teniendo entre manos una historia medieval de espada y brujería, convirtió al rey Arturo en eso, en un hampón del extrarradio de Londres. Pues lo mismo le sucede a Martin Scorsese: encárguenle una adaptación de Peter Pan, y convertirá al Capitán Garfio en el mafioso local de Nunca Jamás, al Sr. Smee en su consegliere, a los piratas en los sicarios de su banda, y a Peter Pan en un agente infiltrado del FBI.

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Por eso Los asesinos de la luna es una nueva película de mafia de Scorsese, donde los protagonistas son los gángsters en lugar de los agentes del FBI, tal como sucede en la novela original, por lo que la investigación federal, trama principal del libro, se reduce considerablemente. Porque ya sabemos qué es lo que le pone cachondo a Scorsese… Robert De Niro es el capo mafioso local y Leonardo DiCaprio un miembro de su familia, ambos envueltos en los asesinatos en una trama criminal mafiosa en toda regla, que según avanza va cogiendo tintes de Uno de los nuestros, hasta parecer un remake cambiado de época. Raro es que no salga Joe Pesci como sicario parlanchín con más malas pulgas que el perro Pulgoso.

"Martin Scorsese se lleva la novela de David Grann a su terreno, y hace lo que mejor sabe hacer (o quizás lo único que sabe hacer): una de mafia"

Robert De Niro compone un capo mafioso tranquilito que mueve los hilos desde su gran casoplón de la llanura a modo de ricacho local, en una interpretación puramente testimonial que no tiene nada de los tour de force scorsesianos de antaño, que parece existir sólo para que actor y director puedan añadir una nueva colaboración a su curriculum (la onceava si contamos el corto The Audition). Por su parte, Leonardo DiCaprio compone un personaje totalmente inesperado y alejado de sus registros habituales, un garrulo medio nerd convenientemente afeado para la ocasión, que descoloca al espectador al revelarse como el personaje menos empático de su carrera.

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Los asesinos de la luna es así otro acierto de Martin Scorsese, aunque sea una peli tranquilita con menos prisa que una tortuga reumática, sólo lastrada por una excesiva duración de 3 horas 26 minutazos, absolutamente desproporcionados. Aunque es obligado decir que al contrario de lo que sucede habitualmente con las películas sobrealargadas (desde El irlandés a Oppenheimer), Los asesinos de la luna va ganando interés a medida que el metraje avanza, en lugar de hacerse tediosa en su tramo final. ¿Conocen la manida frase de que a una película larga como un día sin pan le sobra la hora final? Pues en este caso, si algo sobra aquí son minutos de la primera mitad.

Martin Scorsese aprovecha además esta historia real de mafiosos para colar otros temas de su interés como son la deconstrucción del sueño americano, la miseria humana y la violencia como vehículo del poder. Temas que ya ha plasmado en títulos ilustres como Taxi Driver, Uno de los nuestros, Casino o Gangs of New York, pero que en Asesinos de la luna lo hace desde una perspectiva diferente que sabe a nueva. El único de sus temas habituales que no toca en esta ocasión es la religión, y menos mal, porque si la peli ya es suficiente densa, sólo nos faltaba que tuviera ecos de Silencio… Llega a ser así y dura más que Lo que el viento se llevó, Ben-Hur y Lawrence de Arabia juntas.

INFORME VENUSVILLE

Venusentencia: Copas de yate

Recomendada por Kuato a: espectadores expectantes de ver quién acaba realizando más colaboraciones con Martin Scorsese, si Robert De Niro o Leonardo DiCaprio.

No recomendada por Kuato a: quien oiga la palabra “indio” y se imagine un western como Pequeño gran hombre o Bailando con lobos.

Ego-Tour de luxe por: la manera que Martin Scorsese se inventa para contar el final. ¿Imaginación o pereza?

Atmósfera turbínea por: que Leonardo DiCaprio tenga la posibilidad de ganar el Oscar por este papel.

■ LOS ASESINOS DE LA LUNA. Estreno en Venusville: 20/10/2023.