MAREA LETAL crítica: Olivier y Berry, los magos del tostón

Olivier y Berry, los magos del tostón Halle Berry y Olivier Martinez nos obligan a visionar Tiburón diez veces seguidas para desintoxicarnos Por Robert Thornhill

<Tercera incursión en el mundo acuático que hace John Stockwell, quien en su momento ya nos ilustró sobre el “interesante” mundillo del surf en El filo de las olas para después obsequiarnos con una de busca-tesoros en las profundidades caribeñas como es Inmersión letal (ay qué ver cómo les gusta la palabra letal a los tituladores españoles…). Ambas pelis estaban dirigidas a un público teenager, un segmento facilón que queda satisfecho con tramas que desgasten poco la sesera y exciten sus libidinosas mentes con la agradable presencia de jóvenes con lindos cuerpos esculturales, como los de Jessica Alba, Paul Walker o Kate Bosworth, por lo que tampoco la labor del director requería mucho esfuerzo: con unas cuantas escenitas videocliperas y unos cuantos encuadres donde se vieran bien las curvas de los actores en bikini marcando figura, era más que suficiente.

   En Marea letal, Stockwell ha querido dar un salto de calidad en su cine, enfocando esta vez la historia hacia un público más adulto intentando hacer un thriller con el machacado señuelo de los tiburones asesinos como telón de fondo, obteniendo como resultado la peli de tiburones más aburrida de la historia (superando incluso a la lamentable Tiburón 3D), con esa capacidad somnífera innata de directores como José Luis Garci o Lars Von Trier, ideales para conciliar el sueño y dormir a pierna suelta. Son de esas pelis donde a tu mente le cuesta mantener la atención y te sugiere que eches una cabezadita, o en las que estiras y doblas las piernas varias veces intentando encontrar una postura cómoda para soportar el calvario mental que estás padeciendo... Cierto es que la carta de presentación con la que venía precedida ya nos hacía temer lo peor, puesto que en la mayoría de países donde se ha intentado estrenar, la han desviado rápidamente al mercado del dvd sin solución de continuidad. Malos augurios que se confirman con creces una vez visionada la peli.

"Tú tranquilo, que ni Jessica Alba ni Paul Walker tampoco se comen ningún rosco últimamente"

   Y es que se nota un absoluto desconocimiento por parte del director de las reglas de las pelis de sanguinarios animales acuáticos, ya sean de pirañas, anacondas, cocodrilos o tiburones. La gracia está en recrearse en la capacidad asesina del bicharraco en cuestión y  dedicarle un tiempo a cada una de las muertes con una musiquilla que ayude a dar tensión al ambiente, creando un gusanillo de incomodidad hasta el glorioso momento en que el animalote le hinca el diente al pardillo de turno. Y si hay unas cuantas niñitas de buen ver, pues mejor que mejor. Bien, nada de eso se puede ver en Marea letal; se nota que al director se la bufa entretener al espectador o ni tan solo provocar alguna mísera emoción, porque en lugar de documentarse tomando nota de Piraña, Tiburón o Anaconda, Stockwell se debe haber tragado la vida y obra de Jacques Cousteau y habrá recibido asesoramiento del Greenpeace, porque la peli tiene un fatigoso enfoque divulgativo sobre las grandezas y costumbres del tiburón blanco… como si eso nos interesara una mierda (con perdón).

    A este cargante ambiente documentaloide, que solo interesaría a entusiastas del National Geographic, hay que sumarle un guion vomitivo repleto de bromitas absurdas entre los graciosillos personajes con un humor de caca-culo-pedo-pis que no hace ni puñetera gracia, y una bobalicona historia de amor-desamor entre Halle Berry y Olivier Martínez, propia de un vulgar culebrón de sábado por la tarde con diálogos infantiles y discusiones made in Gran Hermano, donde la Catwoman y el francés parece que estén en un mano a mano a ver quién lo hace peor.

"A ver si hay suerte y aquí también se escupe una polla a la pantalla como en Piraña 3D"

   Las razones por las que el director de cásting (que tiene menos luces que la casa de Los otros) ha elegido a Halle Berry para este papel están claras: había que equilibrar la ausencia de presencias femeninas ligeritas de ropa, así pues qué mejor que fichar a un bellezón como la Berry, quien en sus momentos de gloria ya nos había hecho caer la baba rememorando a Ursula Andress saliendo apoteósicamente del agua en Muere otro día. Conscientes de ello, nuestra mutante Tormenta, no deja de lucir ese cuerpo, ya madurito eso sí, que Dios le ha dado, ya sea en bikinis muy sexis o embutida en unos marcacurvas trajes de buceo. Sin embargo, no nos engañemos, los años no pasan en balde sobre aquel bombonazo de Operación Swordfish y por otro lado, la sombra de Gothika y de Catwoman sobrevuelan sobre su horrorosa interpretación (debe dar gracias por el no-estreno de Marea letal en los USA, porque el Razzie ya lo tendría bien escondido en el desván de su casa).

   Caso aún más extraño es el rescate del olvido de una vieja gloria como Olivier Martínez, un eterno secundario (Infiel, SWAT o Vidas ajenas) que lleva apartado del mundo del cine cerca de diez años, tiempo en el que ha perdido su presunto encanto latino de antaño y en el que se nota que no ha hablado mucho inglés, porque resulta penoso oírle hablar en el idioma de Lincoln, ininteligible para cualquiera que haya hecho algún curso de verano. No creemos que este papel ni su macarrónica interpretación le evite salir del ataúd donde se encontraba enterrado. Está visto pues que el subgénero del cine de tiburones (a cuyo fundador Spielberg se le debe retorcer el estómago al ver según que cosas) está sumido en una depresión de aúpa y las propuestas que logran llegar a nuestras pantallas (algunas como El arrecife ni lo consiguen) son de una mediocridad aplastante. A ver si en el futuro hay más directores atrevidos con ojo comercial como Alexandre Aja y su Piraña 3D que le den un toque de modernidad y desparpajo, porque para ver ñoñerías, ya tenemos a Don Lino en El Espantatiburones y a Bruce en Buscando a Nemo, por lo menos para reírnos un rato./>

INFORME VENUSVILLE
		Sentencia Quaid: Condenada a alforfones
		Recomendada por Kuato a: los que se lo pasan en grande con Frank de la Jungla  y sus románticas escenas con serpientes venenosas. Aquí sería Halle de la Jungla tonteando con tiburones asesinos.
		No recomendada por Kuato a: los que se aburren viendo los documentales sobre el hundimiento del Titanic; aquí, tendrán una combinación de sopor y cabreo difícil de explicar.
		Ego-Tour de luxe por: la paliza que le dio el machote celoso Olivier Martínez al ex de Halle Berry, con quien se ha liado a raíz de esta peli. Si yo tuviera una novia así… ¡también me liaría a tortas con todos sus ex!.
		Atmósfera turbínea por: el hecho de que la peli haya ido directamente al DVD en Alemania, Reino Unido y Suecia, mientras que sí se ha estrenado en España, Portugal y Croacia. ¿Casualidad? Hasta en esto hay países de primera y de segunda… ¡Ufff, qué cruz!.