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PEQUEÑOS DETALLES crítica: Back to 90’s

Thriller con aires noventeros y Jared Leto como serial killer para guardar, en Pequeños detalles

EL HOMBRE DE BOSTON

Hay películas que parecen haber llegado 30 años tarde. Cuando se hace un homenaje consciente al cine de una década, como ha sido el caso reciente de It con los años 80, es una cosa, pero cuando una película parece fuera de tiempo por carencias narrativas o visuales, es otra muy diferente. Es el caso de Pequeños detalles, que por look, narración y dirección, parece un psychothriller de finales de los 90 – principios de los 2000, pero no un uno de los buenos como Seven o Zodiac, como quisiera, sino uno carne de videoclub como fueron Copycat, El coleccionista de huesos o Vidas ajenas. O sea correctos pero sin pasar a la posteridad por haber descubierto la sopa de psychoajo.

Aunque la diferencia entre Copycat, El coleccionista de huesos y Vidas ajenas (como también de Mujer blanca soltera busca, De repente un extraño, La mano que mece la cuna y tantas otras) y Pequeños detalles, es que mientras las primeras llegaron a la fiesta a una hora perfecta para aprovechar la barra libre y ponerse hasta el culo de canapés, Pequeños detalles llega a una hora en la que ya están recogiendo, el bar está más saqueado que una tienda de Apple la noche de la Purga, y no queda ni un mísero ganchito. Lo único a lo que aspira Pequeños detalles, pues, es a llenarse una copa usada con todos los culitos de los vasos que quedan por las mesas, y rebañar los platos de las patatas fritas con la lengua.

 

"O nos ponemos las pintas de Roman J. Israel y Freddy Mercury, o Jared Leto se nos come"

 

Los títulos noventeros mencionados además, eran simples pero efectivos. Propuestas de manual de investigaciones criminales hasta dar con el asesino en serie de turno, o dramas de suspense con el psicópata metido en casa, que funcionaban a las mil maravillas pese a su simpleza, porque ni renegaban de ella ni necesitaban nada más. Pequeños detalles es igual de simple en su propuesta policíaca con asesino en serie, pero al contrario que sus predecesoras, se empeña en intentar disimularlo a base de subtramas personales innecesarias (el trauma de Denzel Washington), y conflictos entre personajes (Denzel Washington y Rami Malek como polis a lo buddy movie), que funcionan más como morcillas añadidas que como detalles de guión útiles.

"Pequeños detalles, por look, narración y dirección, parece un psychothriller de finales de los 90"

La culpa de todo la tiene John Lee Hancock, que limitado como es tanto como guionista como director (díganme algún título en el que destaque en alguna de las dos facetas, y no se les ocurra mencionar The Blind Side. Un sueño imposible), no se contenta con ofrecer un producto de consumo ligero con el que pasar una tarde de domingo agradable, como hacían los thrillers de los 90, y se empeña en ofrecer una obra de autor cargada de personajes atormentados que añadan aún más intensidad (supuestamente) al drama (mala elección fue Zodiac como modelo), que no hacen más que despistar la historia del foco principal y hacerla avanzar a base de decisiones tan poco creíbles como Hellboy disfrazado de pitufo.

 

"No se te ocurra volver a salir como Joker en la nueva Suicide Squad, que la jodes"

 

Suerte que a partir de media peli aparece Jared Leto en su personaje de asesino en serie white trash, y se adueña sin dificultad de la función. Convenientemente afeado para la ocasión, con cojín bajo la camisa a modo de tripa, andares simiescos y acento pintoresco, Leto compone un personaje tan antipático como carismático, de esos que son reconocidos con nominaciones a premios (la primera, Actor de reparto a los Globos de Oro). Hay que reconocerle (y agradecerle) al bueno de Leto, que lejos de quedarse como un actor guapito de cara como es, apueste y arriesgue en sus elecciones, mostrándose más feo que los simples mortales, como ha hecho en El club de la lucha, Dallas Buyers Club, Escuadrón Suicida, la peli que nos ocupa y la inminente Morbius.

Aunque como apuntaba en los párrafos anteriores, la irrupción del personaje del (presunto) asesino en serie, desencadena una serie de decisiones ilógicas y poco creíbles por parte de los polis interpretados por Denzel Washington y Rami Malek, que envían al traste la credibilidad de la investigación policial. Suerte que siempre nos quedará Jared Leto como serial killer noventero. Por 25 pesetas, dígannos psicópatas de psychothrillers de los años 90. Un, dos, tres, responda otra vez: Jennifer Jason Leigh en Mujer blanca soltera busca, Michael Keaton en De repente, un extraño, Rebecca De Mornay en La mano que mece la cuna… ah sí, ¡y Jared Leto en Pequeños detalles!

 

INFORME VENUSVILLE

Venusentencia: Dos Caras Harvey

INF VNV 3

Recomendada por Kuato a: nostálgicos de los años 90 que cada viernes acudan al videoclub del barrio a pillar un par de pelis con la etiqueta “disponible”.

No recomendada por Kuato a: quien ya ha tenido suficiente dosis de nostalgia noventera con la reciente Mamá te quiere.

Ego-Tour de luxe por: Jared Leto en su personaje de serial killer White trash. Como para llevarle de invitado al programa concurso “Ven a cenar conmigo”.

Atmósfera turbínea por: que nadie le haya dicho a Rami Malek que el rodaje de Bohemian Rhapsody terminó hace dos años y medio.

 

PEQUEÑOS DETALLES. Estreno en Venusville: 26/02/2021.

 

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