RANGO crítica: Camaleones del desierto

Camaleones del desierto De haber conocido John Ford y Sergio Leone a Rango, John Wayne y Clint Eastwood se hubieran ido al paro Por Ray Zeta

<Ni Fox con Ice Age, ni Warner con Happy Feet. Ha tenido que llegar Gore Verbinski y asociarse con la Industrial Light & Magic para completar por fin la triada de la Santísima Trinidad de la animación junto a Pixar y DreamWorks. Porque Rango no es sólo una peliculita de dibujos simpaticona como los dos títulos mencionados, sino una BUENA película de animación con mayúsculas, y una buena película a secas, en este caso un western, que cumple a pies juntillas los estándares de ambos géneros a la perfección.

   Por un lado la premisa típica del cine de animación de presentarnos al personaje protagonista (aquí un carismático camaleón) en su hábitat natural (su terrario) y ver cómo se desenvuelve en un mundo nuevo metido a héroe a la fuerza (en este caso como sheriff de un poblado del salvaje oeste), pero en vez de hacerlo con los típicos entrañables perritos, gatitos, ratoncitos y todos los animalitos acabados en “itos” que se les ocurra, tan propios de las películas de animación, tiene la originalidad de hacerlo con bichos tan feos como los de Pesadilla antes de Navidad en día de resaca: lagartos, serpientes, sapos, topos, zarigüeyas, ratas del desierto, y demás animalejos repelentes no aptos para compartir moda infantil con Minnie Mouse, Winnie the Pooh o Hello Kitty.

"Es que en Disney hicieron con Zafarrancho en el rancho un western con animales monos y salió una caca"

   Y por el otro todos y cada uno de los tópicos del cine del oeste, desde el típico pueblo con sus habitantes y lugares comunes (el saloon, el banco, el cacique con sus pistoleros, el enterrador…) a los duelos, los tiroteos y las persecuciones a caballo que no podían faltar bajo amenaza de denuncia por parte de los fans del género. Porque Rango rinde homenaje en clave de parodia a todos y cada uno de los westerns clásicos que se amontonan en las estanterías de nuestras devedetecas: tanto los blanditos de John Ford y de Anthony Mann, como los de más mala leche de Sam Peckinpah o Sergio Leone. Y encima lo hace con gracia, y destilando calor, polvo y whisky barato con un ambiente fronterizo que ya lo quisiera Robert Rodriguez para cualquiera de sus pelis (es curioso, pero allí donde pinchó Verbinski con The Mexican, o sea en facturar un western creíble de estas características, lo ha conseguido con creces con Rango…).

   Olvídense pues de los westerns recientes con actores reales como Apaloosa, El tren de las 3:10 o Valor de ley que cubren tópicos parciales del salvaje oeste; Rango los cubre todos sin excepción en un inteligente guión que los engloba con la mayor naturalidad (no en vano ha sido escrito por John Logan), relevándose como un homenaje en forma de regalo para el fan de las pelis de indios y vaqueros como no se veía desde 800 balas o Regreso al futuro III, tocándonos, igual que en estos dos títulos, la fibra más sensible al darnos de lleno en la diana de nuestro imaginario westernero.

"¡Alto ahí! ¡La muerte tenía un precio es la mejor de la trilogía de Sergio Leone!"

   Y para muestra un botón: ¿a qué actor especializado en westerns ha elegido Verbinski para representar el “Espíritu del Oeste” en una escena tan mística como onírica? Pues al mismo que Alex de la Iglesia eligió para hacerle referencias durante toda 800 balas y representar que asistía al final al funeral del personaje encarnado por Sancho Gracia, y el mismo que Robert Zemeckis eligió para que Marty McFly adoptara su nombre en su andadura como pistolero en 1885 en Regreso al futuro III: Clint Eastwood, señores, Clint Eastwood; ni Gary Cooper, ni Randolph Scott, ni John Wayne. Clint Eastwood (no podía ser de otra manera), y encima en su personaje sin nombre con poncho de la trilogía de Sergio Leone, que si no representa el máximo icono cinematográfico del oeste, que baje Tom Mix y lo vea.

   Detalles como éste, o como la escena del saloon o la del duelo, realizados con una calidad técnica de animación excepcional que nada tienen que envidiar a las de la competencia, convierten sencillamente a Rango en la mejor peli de dibujos animados desde Up. Que tiemblen pues Pixar y DreamWorks, que otra productora de cine de animación ha llegado a la ciudad con una obra maestra en sus alforjas, lo que no es moco de pavo o, en este caso, de camaleón./>

INFORME VENUSVILLE
		Sentencia Quaid: Venus Hall of Fame
		Recomendada por Kuato a: amantes del buen cine en general, de la buena animación y del buen western en particular, y, cómo no, al Lagarto Guancho para que se sienta identificado con los personajes.
		No recomendada por Kuato a: quien prefiera forrarse la carpeta con perritos y gatitos Disney tiernos y monos como la dama y el vagabundo, los Aristogatos o los cachorros de 101 dálmatas.
		Ego-Tour de luxe por: el guión de John Logan, la animación de la ILM, la dirección de Gore Verbinski, y hasta la interpretación de Johnny Depp, que le da mil patadas a la de Alicia y The Tourist.
		Atmósfera turbínea por: ¿qué cojones son esos arbustos andantes que encuentran el agua? ¿Ents del desierto de Mojave?

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