SITGES 2009: PANDORUM rueda: El jovencito Freakenstein

El jovencito Freakenstein Gordo, feo, calvo, barbudo, y escribiendo histroias de ovnis y marcianitos desde los quince años Por Ray Zeta

<Sitges, 03.10.09. Christian Alvart se autodefine como un alemán que ha crecido lejos de Hollywood, católico y friki desde pequeñito, atribuyendo, precisamente a su entorno religioso, su afición por los temas oscuros. En mi casa había un ambiente demasiado religioso, no me dejaban ver películas de Hollywood porque decían que todo lo que provenía de allí era satánico. Me decían que cualquier día iba a ocurrir el Apocalipsis, que estuviera preparado”.

Christian Alvart, jugando inocentemente en el salón de su casa al Garrote Vil

   Ni que lo jure, viéndolo cualquiera diría que es la quintaesencia del frikismo hecho corpóreo. Gordo, barbudo, con gafas, y unas entradas que le vaticinan una sequía capilar preocupante. Sólo le faltan los pantalones cortos. Como si Alex de la Iglesia, Santiago Segura o Peter Jackson hubieran rejuvenecido quince años.

   ¿Qué clase peli sería capaz de realizar espécimen semejante? Pues una frikada, claro, y nosotros encantados. Nada menos que una nave clavadita al Nostromo, con unos tripulantes despiertan a medio camino y descubren que está habitada por unas criaturas mutantes clavados a los predators. Ahí es ná.

   “La idea de Pandorum ya la tenía desde los quince años. Yo creía que no la podría hacer hasta que tuviera cincuenta años, cuando estuviera en la cima de mi carrera, si llegaba algún día, pero casualmente Paul W.S. Anderson me mandó un guión parecido, así que arreglé una reunión, le enseñé mi guión y le pedí fundir nuestras ideas, lo cual era una locura porque ya habían metido mucho dinero en la elaboración de esos guiones, pero, aún así, aceptaron”.

   ¿Desde los quince años? Lo que decía: friki desde pequeñito, así pues nos saltamos los prolegómenos y entramos directamente al tajo: la peli recuerda a Alien en más de un punto, ¿buscabas una estética parecida, o es que ni queriendo puede obviar uno su influencia? “Bueno, intenté hacerla diferente, pero claro, es una nave en la oscuridad con monstruos… Reconozco que tiene similitudes en lo gótico, por ejemplo, y en querer sorprender al espectador, que éste nunca sepa qué cosa va a saltar de la oscuridad. De todas maneras, creo que hay suficientes diferencias con Alien. En mi película la nave está rota, y eso hace que sea más oscura”.

   Idealizó la nave como un personaje más, declaró, donde los cables serían el símil a las venas, que junto a los habitantes formarían un microcosmos que nos retrotrae a la idea del darwinismo y a ley del más fuerte. “Una peli del espacio es como explorar en una cueva”, puntualizó, “hay que experimentar”.

   Entonces, si la cosa va del más fuerte, ahí entrará el personaje femenino, ¿no?, ya que es una mezcla guerrera elevado a la máxima potencia de la Novia de Kill Bill, Alice de Resident Evil y Trinity de Matrix. Lo que canta un pelín es que luego resulte ser una técnica de laboratorio. ¿Habrá aprendido a luchar entre centrifugaciones sanguíneas y recuentos bacterianos? “Bueno, el técnico de laboratorio está muerto, quizás le enseñó él a luchar, o quizás sabe luchar porque sólo sobreviven los que saben luchar…”

"Está bien, lo reconozco, cogí prestado algunas cosillas de Alien"

   ¿Y qué hay de los monstruitos? Perdón, queríamos decir aliens, ya que según palabras del director, “no son monstruos, son humanos mutados para que el público tenga miedo de nosotros mismos. Al principio son ellos los que proporcionan el miedo, luego el terror se convierte en algo más intelectual”. Y a juzgar por lo visto, aliens poseedores de cierta moral, ya que en la peli hay un plano en el que el alien líder ofrece una lanza al prota para igualar el combate. “Ese alien esconde una historia en sí mismo que contaría en otra peli”.

   ¿Quiere decir eso que habrá secuela? Pues si la cosa funciona económicamente parece ser que sí, y no sólo una secuela, sino también una precuela. Como lo leen. La idea original de Alvart es confeccionar una trilogía, con una precuela que explique el origen de la nave y los dibujos de la pared, y una secuela que continúe la historia. Casi nada. ¿Y si Pandorum no funciona en taquilla, qué? “Bueno, en ese caso lo contaré en un cómic”.

   Reitero lo dicho: frikito desde pequeñito./>

Christian Alvart, el jovencito Freakenstein