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SITGES 2010: DÉJAME ENTRAR rueda: Déjame copiar

   

Déjame copiar

Matt Reeves nos jura y perjura que todo parecido con la peli sueca es pura coincidencia

Por Ray Zeta

 

<Estaban el director Matt Reeves, el de Monstruoso, y Kodi Smit-McPhee, el niño de The Road (La carretera) y el mismo del que justamente en la clausura del Festival de Sitges del año pasado, Viggo Mortensen se deshizo en elogios. No estaba en cambio Chloe Moretz, la niña de Kick-Ass, pues por problemas de agenda no podía llegar hasta el día siguiente.

   Si me preguntan mi opinión acerca de ellos les diré que me parecen los dos actores jóvenes con más proyección del panorama actual. Él, como el doble de Elija Wood de hace quince años; ella, como el de Natalie Wood de hace algunos más. Niños actores que basan sus actuaciones en la interpretación y no en las monerías (como Abigail Breslin, por ejemplo, la repelente Miss Sunshine) o en los efectos especiales (como Freddy Highmore o Josh Hutcherson, por citar alguno).

   Y además normales o, como dice Bart Simpson, niños tontos normales. A diferencia de la citada Abigail Breslin, que el año pasado vino a presentar Bienvenidos a Zombieland comportándose como una estrellita de medio pelo con más humos que si de Greta Garbo resucitada se tratara, se han comportado en todo momento con toda la naturalidad que la situación merecía. Sin guardaespaldas, sin cordones de seguridad, y sin un séquito personal que les marcase hasta los tiempos para ir a mear, sino simplemente acompañados de una agente de prensa, se les ha visto conceder las entrevistas tranquilamente en el jardín del hotel Melià y tomarse una coca-cola como si tal cosa mientras esperaban sus siguientes compromisos como dos guiris jovenzuelos cualesquiera de vacaciones por Sitges con sus papás.

   O sea, que si no crecen mal, y con eso me refiero a la manera como crecieron Macaulay Culkin, Edward Furlong o Brad Renfro, ya me entienden, tenemos estrellas juveniles de las buenas para rato.

 

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Matt Reeves y Kodi Smit-McPhee, inocentes de todo plagio

 

   Matt Reeves, por su parte, me parece un director que apunta maneras pero que aún no ha encontrado el proyecto por el que, como decía Ed Wood, se le recordará. Podía haber sido Monstruoso, pero llevar la propuesta hasta el extralímite (un videoaficionado filmando el ataque de un reptil mutante gigante a la ciudad de Nueva York), provoca que acabemos desconectando por su poca credibilidad (si Godzilla te persigue con intención de morderte el culo, envías la cámara a tomar viento y sales por patas. Punto). Y en cuanto a esta Déjame entrar, la considero un elegante ejercicio de dirección con tanto estilo como carente de personalidad, debido al exagerado calco que supone del film sueco original.

   Lo que, precisamente, y eso tiene delito, Matt Revees intentó disimular a toda costa en la rueda de prensa, intentando convencernos de que pese a lo que se pueda pensar tras ver la película, es una obra cien por cien original suya que en ningún momento copia a su predecesora (insertar risas).

   “No quise hacer un remake de la película que hizo Alfredson, sino que intenté hacer mi propia película, adaptar mi propia historia a partir de la novela”.

   “Lo que realmente intenté hacer fue pegarme lo más posible a la historia original de la novela sin fijarme en la obra predecesora”.

   “Pedí a todos los miembros del equipo, actores y técnicos, que no vieran la película sueca para que pudiésemos realizar nuestra propia película sin sentirnos influenciados por ella y que nadie copiara nada”.

   No cuela Matt, cualquiera que vea tu película podrá comprobar que has realizado un ejercicio de cortar y pegar con respecto al film sueco, igualito que el que hizo Gus Van Sant con Psicosis. Situaciones, planos, diálogos… Hasta la dirección de los actores parece copiada de la que realizó Tomas Alfredson. Joder, es que hasta has fusilado los paisajes nevados y la casa del protagonista, cosa que situando la acción en los Estados Unidos podría haber variado a una urbanización sita en una ciudad soleada en vez de mantener un triste bloque de pisos cubierto por la nieve.

   “Que el protagonista viva en un bloque de pisos es para enfatizar que el niño se siente solo, y poder expresar así las emociones a través suyo, y en cuanto a que si también hay nieve igual que en la película original, es porque ambas se basan en el mismo libro”...

 

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"Si mi peli se parece en algo a la sueca es en que también tiene créditos finales"

 

   Declaraciones de Reeves emitidas durante la rueda que siguen sin colar. La única diferencia con respecto al film original es haber pasado de puntitas (por no decir obviar directamente) los componentes sexuales que tanto la novela como la película sueca, en mayor y menor medida respectivamente, apuntaban: estos son la relación de pedofilia que mantiene la niña vampira con su protector, y la condición de ser sin sexo de ésta.

   “Es que cuando vi la peli sueca no me quedó clara la relación que tiene Abby con su protector. Está en la novela, pero yo quería mostrar que la empatía de los actores supera toda otra emoción. Además la película no se basa en el personaje del protector, interpretado por Richard Jenkins, sino en el niño protagonista. Si hubiera contado la historia a través de los ojos de Richard hubiéramos sabido más acerca de su relación”.

   “Y en cuanto a la asexualidad de Abby, la he ido sugiriendo cuando ella le dice al niño que no es una chica. En la película sueca iban más lejos y estaba castrada, pero no saqué el plano de la cicatriz porque quería dar una explicación más emocional al relato y contar de manera más explícita cómo un vampiro puede tener unos sentimientos tan encontrados, como poder mostrar cariño por el personaje del niño”.

      O sea, que no hayas sacado el plano del chichi cosido tal como salía en la peli sueca, no tiene nada que ver que en Estados Unidos sean todos unos carcas más puritanos que la Srta. Rotenmeyer, ¿no? ¿Y qué dice Kodi Smit-McPhee de todo esto?

   “El rodaje fue fantástico, me lo pasé muy bien porque me gusta trabajar en la nieve, y me llevé muy bien con Chloe y con Matt”.

   Muy bien chaval, no diría nadie que estás recitando el discursito que te ha escrito tu agente de prensa. La próxima vez pero, ensáyalo ni que sea una vez, que se note lo buen actor que eres./>

 

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Déjame entrar... en el Diario de Venusville

 

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