SITGES 2023 crónica 8: Siempre hay que tener un plan B

Smugglers; Apéndice; Superposition; V/H/S/85

■ CHEMA PAMUNDI

Última crónica de Sitges 2023, y me doy cuenta de que apenas he contado anécdotas. En esta edición del certamen he ido tan a trompicones para asistir a los pases, escribir crónicas y dormir unos mínimos (ya comenté que, por culpa de los líos con la acreditación, mis sesiones habían quedado repartidas de manera muy desordenada), que apenas me he enterado de lo que ocurría a mi alrededor. De hecho, estaba tan ensimismado que ni he percibido el paso del tiempo. Llegó el último sábado de festival y pensé, “Hostia, ¿ya?”.

Así pues, para compensar un poco, ahí va una pequeña batería de momentos curiosos que se han vivido a lo largo del festival:

Desmayos entre el público: durante la sesión de tarde de Blood hubo desvanecimientos en la sala. Según las primeras fuentes de la organización fueron dos, pero luego me han hablado de hasta cinco personas que se quedaron cucú y tuvieron que ser atendidas. La película no es ni mucho menos para tanto, así que lo único que se me ocurre es que, al tratarse de un pase de sábado a las 4 de la tarde, se juntaron las circunstancias de un público poco acostumbrado a ver sangre y que además estaba haciendo la digestión de la paella. Es que si no, ya me dirás tú.

La turra de Phil Tippett: el maestro de la animación y los efectos especiales Phil Tippett pasó a engrosar la lista de ilustres invitados del festival que, cuando reciben el premio honorífico, dicen “ESTA ES LA MÍA” y te cuentan su vida entera. Le entregaron el galardón como previa al pase del remake de El vengador tóxico, y el hombre se cascó un monólogo de media hora larga en el escenario, hasta el punto de que el director Ángel Sala tuvo que acabar desalojándolo.

Para algunos lo de Tippett supuso una escena sublime, porque no en vano este señor ha trabajado con Tex Avery, ha hecho trucajes para Star Wars y tiene dos Oscars. Sin embargo, diría que para la mayoría de asistentes resultó una murga injustificable: Tippett (que días atrás ya había estado en una rueda de prensa y un encuentro de preguntas y respuestas, o sea que no se podía quejar de no haber tenido ocasiones para hablar en Sitges 2023) parecía ser plenamente consciente de que estaba fastidiando al festival, al generar un acumulado de retrasos en el resto de sesiones del Auditori… pero se la traía al pairo. El presentador Dafnis Balduz incluso acuñó la frase “Hacer un Phil Tippett”, como sinónimo de dar un discurso-troleo que no se termina nunca.

 

"Y ahora, el chiste de Jaimito y Mistetas"

 

Lucha libre con peluches: durante la presentación de Hundreds of Beavers, previa al pase de la sala Tramuntana, aparecieron varios tipos con disfraces de animales de peluche y el actor protagonista de la película se lanzó desde el estrado a darles caza, corriéndolos a hostias. De hecho, logró “matar” a un conejo gigante que se quedó tumbado en el suelo frente a la pantalla, inmóvil, hasta bien empezada la proyección.

Sorpresa con la película sorpresa: la película sorpresa del festival fue V/H/S/85, y aunque nadie se había quejado al respecto (un título fiestero y gamberro siempre está bien para cerrar Sitges), Ángel Sala se sintió en la obligación de salir a presentarla y “justificarse”, diciendo que les habían fallado todos los demás títulos que habían intentado traer, desde Dune 2 (que en realidad nunca fue una posibilidad, sino más bien una propuesta-fumada de Sala a la que Warner no hizo ni caso), hasta el Thanksgiving de Eli Roth (que no estaba lista por los pelos).

Cuando por fin pasó a enumerar las virtudes de V/H/S/85, la gente se descojonó y hasta el presentador Dafnis Balduz le dijo “Hombre, menos mal que al final dices que es buena, teniendo en cuenta que ha sido la quinta opción”. Luego resultó que las explicaciones en tono de disculpa de Ángel Sala se debían a que V/H/S/85 había sido estrenada 48 horas antes, y ya estaba disponible incluso en YouTube.

Y diría que eso es todo. Vamos ya con mis últimas cuatro reseñas de Sitges 2023. Mañana, artículo de cierre:

 

SMUGGLERS (Ryoo Seung-wan, República de Corea, 2023)

Trailer, fotos, sinopsis y ficha

En la Corea del Sur de los años 70, unas buceadoras a pulmón ven cómo su negocio se está muriendo por culpa de una planta química que emponzoña todo lo que pescan. Las dos líderes del grupo, Um Jin-sook y Jo Chun-ja, deciden ampliar el negocio poniéndose a recuperar cargamentos de material de contrabando del fondo marino, para los mafiosos locales (el barco de turno deja caer el contrabando por la borda al llegar a la costa, y ellas lo recuperan). Al principio la cosa les va de perlas, pero enseguida se complicará con encargos demasiado peligrosos, redadas policiales, amenazas de la mafia y el gélido distanciamiento entre Jin-sook y Jo Chun-ja, que se querían como hermanas pero ahora no se tragan (por circunstancias que mejor no desvelar, una de ellas considera a la otra una traidora).

 

"O cantas o llamo a Jason Statham, que fue nadador, saltador y buceador"

 

Smugglers es una fiesta pulp de jamesbondianos aires retro, que merece ser vista con el bol de palomitas más grande que uno tenga a mano. Una cinta de robos vibrante y carismática, trufada de giros inesperados, brutales escenas de pelea con armas punzantes (el montaje y las coreografías son un locurón), villanazos, antihéroes y, por encima de todo ello, dos protagonistas femeninas estupendamente escritas y con una química nivel Clooney y Pitt en Ocean’s Eleven (iba a decir “nivel Redford y Newman en El golpe”, pero he decidido frenar un poco).

Posiblemente Smugglers, que ha sido un taquillazo veraniego en Corea del Sur, resulte un pelín larga de acuerdo a los estándares occidentales (para mí, ese ha sido el principal pecado de buena parte del cine asiático que ha pasado por Sitges 2023), y desde luego varios de sus personajes secundarios podrían haber sido menos esquemáticos, pero no hay muchas más cosas negativas que decir sobre una peli de chicas molonas que tiene como única meta divertir a la audiencia y que, una vez planteada su trama principal, se entrega a ello con la energía de un vendaval. Desde luego el Auditori se ha roto las manos aplaudiendo.

 

Venusentencia: Copas de yate

 

 

APÉNDICE (Anna Zlokovic, EUA, 2023)

Trailer, fotos, sinopsis y ficha

Hannah (Hadley Robinson) es una aspirante a diseñadora de moda obsesionada por agradar a su jefe, un tirano condescendiente que utiliza a sus subalternos como muñecos de pim-pam-pum para inflar su ego. La salud mental de Hannah está en la cuerda floja, con muchos focos de tensión a la vez: el trabajo, las sospechas de que su mejor amiga Esther se está zumbando a su novio, una madre que la trata como si fuera una molestia… y el extraño apéndice que le brota en un costado cuando el estrés la supera, una excrecencia tumorosa que parece tener conciencia propia y que acabará por despegarse del resto de su cuerpo, convertida en un mondongo de carne con ojos y boca. El apéndice se alimenta del odio y las inseguridades de Hannah para crecer y desarrollarse aún más: “Eres patética”, “Nadie te quiere”, “Eres una mierda sin talento”, le dice, y luego añade: “No te preocupes, yo te cuidaré.”

Vuelta de tuerca al subgénero de gemelo-quimera cabrón, que siempre da juego para crear historias locas con desarrollos inesperados. En este caso la historia se mueve entre la capacidad de epatar de Maligno, la desfachatez trash de ¿Dónde te escondes hermano? e incluso la paranoia de La cosa o La invasión de los ultracuerpos. Es sobre todo terror psicológico, pero con una sutil capa de retranca porque claro, un material así de lunático no se puede tratar completamente en serio. En las primeras apariciones del monstruito, su aspecto es el de un teleñeco que ha sido atropellado, lo cual puede llegar a sacar de la película a ciertos espectadores; sin embargo, merece la pena hacer el esfuerzo por volver a entrar, porque la historia no se queda clavada en su premisa sino que evoluciona con más giros que un tiovivo; y además todos son bastante chulos.

 

"Lo que daría por tener la colita de Jason Alexander en Amor ciego en vez de esto"

 

Apéndice utiliza el body horror no solo para espeluznar sino como combustible narrativo (las reacciones físicas de Hannah cada vez más violentas, o su tendencia nerviosa a causarse pequeñas lesiones sangrantes sin darse cuenta), y se beneficia de unos diálogos muy afilados (destaca especialmente una escena de muy mala leche entre Hannah y su madre) y de personajes mucho mejor trazados de lo que es habitual en este tipo de películas: para saber hasta qué punto es profunda la relación entre Hannah y Esther, basta fijarse en que las dos llevan tatuada una línea vital en el brazo, y ambos tatuajes se complementan cuando los juntan; no hace falta explicar nada más. En detalles como este, Apéndice se revela como una pieza de terror indie inteligente y fresquísima.

 

Venusentencia: Copas de yate

 

 

SUPERPOSITION (Karoline Lyngbye, Dinamarca, 2023)

Trailer, fotos, sinopsis y ficha

Un matrimonio danés con niño pequeño y perro, que tienen toda la pinta de hacer feng shui y merendar té matcha con leche de almendras (sí, los cuatro), se van de retiro espiritual durante un año entero a una cabaña junto a un lago. La mujer es una escritora que espera poder sacudirse de encima su bloqueo creativo, mientras que el marido tiene la idea de grabar un podcast, en el que los dos vayan reflexionando sobre la vida de pareja en ese lugar tranquilo y deshabitado. Solo que el lugar no está deshabitado y muy pronto dejará de ser tranquilo, porque una fatídica noche, nuestros dos protagonistas se topan con sus dobles exactos. No son otras dos personas que se les parezcan, no. Son ellos mismos.

Superposition empieza con las maneras amenazadoras de un Eden Lake o un Funny Games, pero la cosa no va por ahí, ni tampoco por la ciencia-ficción metafísica al estilo de Coherence (aunque comparta con ella algunos detallitos de trama) o por el terror metafórico de Us, sino por el estudio de personalidad de ambas parejas, que no son TAN iguales como parecía en un principio (los dos actores principales están sobresalientes, por cierto). En esos matices, que se van exacerbando a medida que los cuatro personajes interactúan de maneras cada vez más extrañas, está buena parte de la gracia de la película, que consigue generar curiosidad, inquietud y desasosiego con muy poco.

 

"Y nosotros creyendo que 'Doppelgängger' era un licor para chupitos"

 

Superposition utiliza el elemento fantástico como excusa para hablar sobre el desgaste de las relaciones, y logra decir algunas cosas interesantes y descarnadas al respecto (básicamente, que los años perdidos intentando hacer ver que lo vuestro sigue funcionando no te los va a devolver nadie), pero está todo un poco estirado, como si la película se hiciese de rogar para volver al elemento fantástico y resolverlo, porque en realidad le interesa mucho más observar el conflicto que su desenlace. Dicho desenlace es bueno, sombrío, agridulce y clarividente, pero se venir muchísimo y las explicaciones que nos dan sobre lo que ha ocurrido son un poco “¡Es magia!”. Si Superposition hilvanara mejor la parte de drama y la parte sobrenatural, tendríamos peliculón al canto. Pero no. Por poco.

 

Venusentencia: Dos Caras Harvey

 

 

V/H/S/85 (David Bruckner, Scott Derrickson, Gigi Saul Guerrero, Natasha Kermani y Mike P. Nelson, EUA, 2023)

Trailer, fotos, sinopsis y ficha

Otra sólida entrada en la saga VHS, que hace bastante tiempo se ha ganado el membrete de mejor antología de cuentos de terror del cine moderno. Obviamente es irregular, como todas, con capítulos memorables y otros mediocres, pero lo que la hace resaltar por encima de la media y le ha permitido acumular ya seis entregas es su espíritu gamberro, su creciente afición a jugar con la cutrez audiovisual y la naturaleza efímera del formato que le da título.

En su día, las cintas de VHS se utilizaban para regrabar contenido una y otra vez, y siempre quedaban a la vista “fantasmas” de grabaciones anteriores. Aquí esos fantasmas incluyen ruido de estática y psicotrónicos anuncios de teletienda que no tienen nada que ver con nada, pero también episodios enteros completamente mezclados unos con otros; lo cual, unido a la calidad de imagen desgastada y los vaivenes de cámara propios del found footage, genera una narrativa rota, sucia y agresiva, con momentos de miedo histérico y estallidos de gore que lucen aún más salvajes que si se hubieran grabado en alta definición.

 

"Otro que apostó por hacer su colección de pelis en Beta en vez de VHS"

 

La “metatrama” de V/H/S/85 (todas las películas de la saga tienen un relato que se extiende a través de todos los demás, como una serie de interludios, y que le da unidad al conjunto), es en este caso un falso documental sobre un equipo de científicos que estudian a un chico capaz de cambiar de forma, y quizás resulte un relato conector menos logrado que otras veces, pero hay varios episodios muy divertidos y al menos una pieza maestra: la burrísima Dreamkill, de Scott Derrickson, sobre unos detallados vídeos de asesinatos aberrantemente sangrientos que alguien envía de forma anónima a la policía… y que, sin explicación posible, parecen haber sido filmados días antes de que se cometan dichos crímenes.

V/H/S/85 no llega a los niveles de acierto de V/H/S/2, que para mí sigue siendo la mejor del lote, pero desde luego está en la parte alta del ranking. Se nota un esfuerzo por ofrecer variedad, entre historias con cierta elaboración de guion y otras más simples y directas (el clásico planteamiento de “guarida con monstruo” funciona siempre bien). Pero sobre todo se nota lo bien que se lo pasan todos haciéndolas. Ya se ha anunciado una séptima parte de V/H/S, esta vez con temática de ciencia-ficción, y por mí que sigan viniendo, que no me canso. Estupenda manera de cerrar el festival.

 

Venusentencia: Copas de yate

 

■ SITGES 2023