SITGES 2023 crónica 3: In Nomine Satanis

Where the Devil Roams; Propiedade; La bala de Dios; Late night with the Devil

■ CHEMA PAMUNDI

El cine de terror tiene sus ciclos, y en el actual se detecta una bajada general en la cotización del psycho-killer, cierta tendencia al alza de lo vampírico y una subida espectacular de lo demoníaco. Tres de las cuatro películas que reseñaré en esta crónica tocan el tema del Maligno de un modo u otro, y a lo largo del festival hemos visto o vamos a ver unas cuantas más, incluyendo varios documentales. En uno de ellos, The Devil Wants You, se tratan los orígenes del “Satanic Panic” que asoló Estados Unidos durante los 80, y en la parte final se dedican unos minutos a explicar cómo la ultraderecha católica vinculada a QAnon y a Donald Trump está intentando volver a encender el tema.

Ignoro si la nueva ola de cine demoníaco es una respuesta a eso, si en cambio se debe al efecto llamada provocado por el 50 aniversario de El Exorcista (con estreno incluido de una nueva secuela), o si simplemente es que esas películas están acumulando buenas recaudaciones porque el público quiere descansar un poco de tanto zombi y tanto fantasma. Pero, en todo caso, hay que celebrar que el cine de terror siga teniendo intacta su capacidad para convertir nuestros miedos, nuestros traumas y toda la mierda que nos rodea, en puro entretenimiento. Esa actitud gamberra, fiestera e insolente ante lo chungo es otro de los motivos por los que no hay otro género cinematográfico que me guste más.

Las películas de hoy son:

 

WHERE THE DEVIL ROAMS (The Adams Family, EUA, 2023)

Trailer, fotos, sinopsis y ficha

Un trío de artistas formado por Maggie, su marido Seven y su hija Eve, trabajan en un circo ambulante de segunda fila durante la Gran Depresión, protagonizando un extraño número musical. No son una familia normal: Maggie es una psicópata de maneras dulces que mata a cualquiera que se muestra despectivo o condescendiente con la familia, Seven entra en colapso siempre que ve sangre (Maggie suele vendarle los ojos antes de cometer un crimen) debido a los horrores que presenció en las trincheras de la Gran Guerra, y Eve está muda por un trauma de infancia (solo hace oír su voz para cantar sobre el escenario).

Los tres recorren la Norteamérica rural actuando, contemplando el paisaje, hablando de magia negra y dejando tras de sí un reguero de cadáveres. Pero esta vida de ensueño se les complicará bastante cuando entre en juego un hechizo infernal vinculado al corazón de un demonio, que permite recoser miembros corporales cercenados.

 

"El día que le enseñe este truco a la Yakuza, me forro"

 

Where the Devil Roams es la nueva película del colectivo conocido como The Adams Family, y se trata de una pieza de gótico americano que recuerda a la serie de TV Carnivale y que tiene mayor ambición, complejidad y lisergia que Hellbender, su anterior obra. Cuenta con un diseño de producción y unos trucajes sorprendentemente apañados para una producción así de pequeña, y con un guion muy bien escrito que habla sobre la importancia de saber recoser aquello que se desmiembra (tanto en sentido literal como figurado); y todo ello, no faltaba más, trufado con los habituales guiños de los Adams a la brujería y el satanismo buenrollero.  

El tono adormecido, ligero y cuidadosamente descuidado de las cintas de este grupo creativo, que a veces parecen distraerse de la narrativa principal para fijarse en detalles de apariencia nimia (y que en realidad son pura construcción de personajes bien ejecutada), o para insertar de repente un videoclip musical vinculado a la trama (los Adams suelen componer e interpretar sus propias canciones), puede descolocar a muchos espectadores que busquen una narrativa estándar, directa y centrada. A mí, en cambio, esta gente me sigue pareciendo lo más auténtico, personal y fresco que se produce en el indie de terror actual. Si siguen así siempre, yo seguiré siendo un fan incondicional.

 

Venusentencia: Copas de yate

 

 

PROPIEDADE (Daniel Bandeira, Brasil, 2023)

Trailer, fotos, sinopsis y ficha

Una mujer de clase adinerada se encierra en su coche blindado (creo que fue en el propio trailer de la película donde vi el dato de que Brasil es el primer país del mundo en venta de coches blindados), acosada por una violenta turba de personas, que son presa de la ira porque su marido ha decidido despedirlas tras vender la granja y los campos en los que trabajaban. El cristal antibalas del vehículo separa de pronto dos realidades muy distintas: la de los que lo tienen todo y siempre han dado por sentados sus privilegios, y la de los que se han hartado de no tener nada y han decidido ver el mundo arder. La mujer, sola en el coche e incapaz de arrancarlo para largarse de la finca, se ve obligada a ser mera espectadora mientras la horda trata de hacerla salir por todos los medios, desde tratar de forzar las puertas del vehículo hasta disparar a las ventanillas o prenderle fuego.

Propiedade es un curioso alegato anticapitalista con factura de thriller sudoroso y claustrofóbico, y en general funciona mejor como lo primero que como lo segundo. Pero no porque su suspense (que remite a obras como Cujo, Enterrado o Asalto a la comisaría del distrito 13) no esté bien llevado, sino porque se interconecta completamente con el discurso metafórico de la película, de manera que cada nuevo aumento en la escalada de violencia hace reflexionar al espectador sobre la naturaleza de lo que está pasando.

 

"Parezco Jorge Sanz en el cartel de El Lute: Mañana seré libre"

 

De hecho, es muy interesante el equilibrio moral en el que se mueve Propiedad: resulta evidente que los trabajadores tienen razón en sus reclamaciones y que, por cuestiones de trama que no cabe explicar aquí, tiene sentido que quieran rendir cuentas con la mujer; pero el espectador no puede evitar ponerse del lado de la protagonista, incluso cuando empieza a responder a la violencia de sus enemigos con una crueldad aún mayor y más carente de empatía que la de ellos. En un primer momento piensas “Di que sí, que se jodan”, pero automáticamente te das cuenta de que esa es justo la raíz del problema.

Propiedade critica sin filtros las diferencias de clase que en países como Brasil han acabado convirtiendo el capitalismo en una especie de nuevo sistema feudal. Los atacantes de la película son unos cafres, está claro, pero, ¿quién los ha convertido en eso? Y la mujer es básicamente una buena persona, sí, pero, ¿ello la exhime de toda culpa por disfrutar de sus privilegios sin mirar atrás? Propiedade plantea dichas preguntas sin caer en la pomposidad de pretender que tiene las respuestas, y lo redondea todo con un final que te deja tieso. Así se hace.

 

Venusentencia: Copas de yate

 

 

LA BALA DE DIOS (Nick Cassavettes, EUA, 2023)

Trailer, fotos, sinopsis y ficha

Un policía se lanza a la caza de una secta ultraviolenta que ha secuestrado a su hija, acompañado por una ex-víctima de dicha secta que parece una versión de Aliexpress de la Lisbeth Salander de Millenium. El tiempo apremia, ya que el líder sectario es conocido por lavar el cerebro a las chicas a las que abduce hasta dejárselo hecho un guiñapo, de modo que los métodos que utilizan el policía y su acompañante para dar con la joven no son exactamente sutiles sino más bien de la “escuela Charles Bronson”, que tan buenos resultados suele dar cuando uno tiene prisa.

Lamento tener que decir que La bala de Dios es un desastre, un pastiche de elementos que no ligan. El guion y la dirección son erráticos, con elipsis puestas tan a machetazos, sucesiones de escenas tan dispersas, giros tan mal explicados y diálogos tan inconexos que resulta fácil perderse en lo que, realmente, es una historia de venganza de lo más sencilla. Eso, unido a la frialdad emocional con la que está rodado todo, hace que al espectador le acaben dando un poco igual las tribulaciones de los protagonistas.

 

"Retira ahora mismo que desde Juego de tronos no he hecho nada bueno"

 

Lo peor es que el material interesante estaba ahí, Nick Cassavetes (apellido ilustre, pero filmografía hasta el momento poco destacable) tenía a mano los ingredientes para haber creado una película salvaje, con un estudio de personajes atractivo, una ambientación de fondo perturbadora y un discurso punzante sobre el fanatismo religioso en tiempos apocalípticos y moralmente confusos, pero es que no coloca bien ni siquiera la música (hay que estar muy empanado para usar el tema "Ocean’s Size" de Jane’s Addiction en una escena de tiroteo y meter todos los subidones de guitarras a destiempo).

Los dos intérpretes principales, Maika Monroe y Nicolau Coster-Waldau, hacen lo posible por salvar la catástrofe sacando punta a personajes escritos en una sola nota. Pero la dinámica entre ellos nunca llega a hacer chispa (y mira que la película dura dos puñeteras horas y media) y cuando llega el postizo, complaciente e inverosímil desenlace de la historia, ya todo se derrumba y ni siquiera el carisma de ambos es capaz de sostenerla. Bonita fotografía, eso sí.

 

Venusentencia: Congelada en carbonita

 

 

LAST NIGHT WITH THE DEVIL (Colin Cairnes y Cameron Cairnes, Australia, 2022)

Trailer, fotos, sinopsis y ficha

El prometedor conductor de un late show de la tv de los 70 (interpretado por un David Dastmalchian inconmensurable) está obsesionado por superar en audiencia a Johnny Carson, de modo que decide aprovechar el programa especial de la noche de Halloween para llevar al plató a una niña presuntamente poseída… y lo que ocurre a continuación les sorprenderá. La película se vende en su prólogo como una versión restaurada del metraje íntegro de dicho show, sin trampa ni cartón (“¡El programa que impactó a toda una nación!”) y es un brillantísimo ejemplo de lo efectivo, fresco y rompedor que sigue siendo el formato found footage cuando se hace como Dios (o en este caso el Demonio) manda.

Lo más impactante de Late Night with the Devil no es lo satisfactoria que resulta como obra de terror con toquecitos de comedia, sino la exactitud milimétrica con la que logra calcar un programa televisivo de la época (toda la película es “el programa” en sí, con formato de emisión televisiva, más la filmación con cámaras internas en blanco y negro de lo que ocurre en el plató durante las pausas publicitarias). Los invitados, el público, los decorados, las cortinillas, el ritmo… ¡Es que hasta los gags del monólogo de inicio del presentador están bien escritos! Su demoledor final resquebraja un tanto esa ilusión con un cambio de tono muy llamativo respecto a lo que hemos visto hasta ese instante, y quizás por ello pueda generar cierta controversia, pero al menos a mí me ha parecido tan valiente como argumentalmente brillante.

 

"La próxima vez intentaré superar a José Mª Iñigo"

 

La inspiración evidente de Late Night with the Devil es Ghostwatch, un “falso programa” que emitió la BBC en Halloween en 1992 con supuestos médiums invitados para tratar de probar en directo la existencia de lo paranormal, y que se ha convertido en una pieza de absoluto culto. De hecho, si algo cabría achacársele a Late Night with the Devil es que Ghostwatch ya hizo lo mismo 30 años antes y quizás mejor (aunque solo sea porque hubo muchos espectadores que, en efecto, se creyeron que lo que estaban viendo era real). Pero vamos, comparar los méritos de ambas cintas no es en realidad un reproche para Late Night with the Devil sino más bien un elogio, pues certifica la calidad con la que está ejecutada. Esto va a ser una bomba cuando se estrene.

 

Venusentencia: Venus Hall of Fame

 

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