TERMINATOR: DESTINO OSCURO crítica: Terminator Repetition

Nuevo episodio terminatero secuela pseudo-remake de T1 y T2, en Terminator: Destino oscuro

Los experimentos en casa y con gaseosa, debió pensar James Cameron tras ver Terminator Salvation y Terminator Génesis... Y es que "experimento" es de la única forma como se puede clasificar a ambos títulos, por no decir directamente experimentos fallidos. Pues si Terminator 3: La rebelión de la máquinas fue la continuación natural de los dos primero episodios, aunque a años luz de ellos, Salvation fue un ridículo reboot que intentó retomar la historia desastrosamente desde el futuro controlado por Skynet, y Génesis un invento pasado de vueltas con más paradojas temporales que las causadas por Peabody y Sherman, que convirtió el enésimo intento de relanzar la franquicia en un batiburrillo sin pies ni cabeza.

Por eso al regresar el hijo pródigo al regazo de papá Cameron, y hacerse éste de nuevo cargo de la saga, su decisión ha sido ignorar como si no existieran las mencionadas Terminator Salvation y Terminator Génesis, y ya de paso también Terminator 3: La rebelión de las máquinas, y plantear el nuevo episodio como secuela directa de Terminator 2: El Juicio Final, aunque esta vez ejerciendo sólo como productor por estar ocupado con sus eternos nuevos capítulos de Avatar. O sea, que se ha pasado por el forro toda película terminatera no dirigida por él (di que sí, James, que como las tuyas ninguna, todos los terminators que no son los tuyos son unos impostores porque los tuyos son los únicos genuinos y auténticos).

"Con la ilusión que me hacía a mí trabajar con Christian Bale..."

Y para ello ha vuelto a contar con la inestimable presencia de Linda Hamilton como Sarah Connor y con la habitual presencia de Arnold Schwarzenegger como el Terminator (ha estado en todos los episodios, hasta de forma digitalizada en Salvation), retomando la historia justo allí donde acabó T2, para continuarla, tras un salto temporal, en la actualidad. Y lo ha hecho contándola con el mismo estilo que imprimió en sus dos películas, con un look ochentero con cierto aire de serie B que convencerá al fan original de la saga de que ÉSTE sí, y ningún otro, es el Terminator de siempre, y de que Terminator: Destino oscuro y ninguna otra, es por derecho propio la secuela oficial de la saga.

El problema es que con tanto afán por crear un producto reconocible para el espectador, volver a la esencia de la franquicia y dejar los experimentos de gaseosa en casa, a James Cameron y Tim Miller (director elegido para la ocasión) les ha salido una mera copia, pura y dura, de las dos primeras películas. Así, Terminator: Destino oscuro repite personajes, situaciones y secuencias de acción ya vistas en T1 y T2, y lo hace de una forma tan pasmosamente descarada, que la nueva entrega parece más un remake combinado de ambas que una secuela. Es como si Cameron y Miller hubieran metido T1 y T2 a trocitos en una coctelera, hubieran añadido algún ingrediente nuevo como los actores que se incorporan, y la hubieran agitado.

"Terminator: Destino oscuro repite personajes, situaciones y secuencias de acción ya vistas en T1 y T2, y parece más un remake combinado de ambas que una secuela"

La prota vuelve a ser una chica (ya sabemos que a Cameron le ponen las tías guerreras), que como sucedía con Sarah Connor en T1 y John Connor en T2, de ella depende el destino de la humanidad. Por eso se envía desde el futuro a un terminator clavadito al T-1000 para matarla, y se envía también a un humano para protegerla, una mezcla de Kyle Reese y el T-800 de T2. A partir de aquí el esquema de la peli es clavada a sus dos modelos, con persecuciones automovilísticas, el terminator corriendo detrás del coche de los protas, peleas cuerpo a cuerpo con más destrucción de mobiliario urbano que ni la Cosa y la Masa jugando al "corre que te pillo" borrachos, y un clímax sito en una fábrica abandonada, como marcan los buenos cánones terminateros.

La única novedad aportada, es la presencia de Linda Hamilton y Arnold Schwarzenegger, de nuevo como Sarah Connor y el T-800 respectivamente, que se reúnen como dos viejos compañeros de instituto en un episodio en el que no son los protas absolutos sino meros personajes secundarios, en lo que Cameron nos da una de cal y otra de arena. Genial Linda Hamilton como Sarah Connor veterana, recuperando su mejor versión guerrera, ya explotada en T2. Un placer, un honor y un privilegio verla de nuevo, y lo mejorcito de la peli por delante de las nuevas y anodinas incorporaciones formadas por Natalia Reyes, Mackenzie Davis y Gabriel Luna, por ser insulsas copias de personajes anteriores, e incluso del mismo Arnie.

"Flipo con que a los modelos nuevos no se les rompa la cara siempre por el mismo sitio"

Porque con Arnie la cosa cambia, empezando porque su presencia es tan gratuita, innecesaria y forzada, que si no estuviera, la película no se resentiría de ello en absoluto, y continuando porque es a su pesar el causante indirecto del punto de guión más ridículo de la peli: su justificación como T-800 en la Tierra, una explicación que es en sí misma el gag de un sketche de "La hora de José Mota". Y toda una película como Terminator: Destino oscuro no puede sustentar la presencia de un T-800, aunque sea un T-800 circunstancial, en una justificación tan patillera como la presente, que divertirá a los nuevos espectadores no familiarizados con la saga e indignará a los antiguos desde hace 35 años, a partes iguales.

Terminator: Destino oscuro es pues, digna película hija de sus padres, y aunque se diga que quien a los suyos parece, honra merece, en este caso el honroso parecido provoca que el producto sorprenda menos que una peli porno. No puede ser que una película recién llegada como Alita: Ángel de combate, también producida por James Cameron, tenga mejor producción, arriesgue más y sorprenda más, que este nuevo Terminator impulsado por Cameron para resucitar la clásica saga. Quizás, bien mirado, algún experimento con gaseosa no habría venido mal del todo para romper el dichoso déjà vu que se arrastra durante todo el metraje, y no dejarnos con la sensación de que después de Terminator Salvation y Terminator Génesis, hemos visto "Terminator Repetition".

INFORME VENUSVILLE

Venusentencia: Dos Caras Harvey

Recomendada por Kuato a: el público español. Para que se entretenga jugando a identificar los lugares de Madrid, Salamanca y Alicante donde se rodó parte de la peli, con actores patrios como Tristán Ulloa y Alicia Borrachero.

No recomendada por Kuato a: Donald Trump, a quien le encantará ver a los personajes protagonistas convertidos en mexicanos que cruzan ilegalmente la frontera a Estados Unidos como espaldas mojadas.

Ego-Tour de luxe por: Linda Hamilton como Sarah Connor. En la próxima entrega, que se dejen de niñitas indefensas, y que sea ella la única caza-terminators protagonista.

Atmósfera turbínea por: que a pesar de las numerosas referencias existentes a las pelis anteriores, hayan olvidado la de "díselo a la mano".

■ TERMINATOR: DESTINO OSCURO. “Terminator: Dark Fate” (2019). Dirección: Tim Miller. Guión: Josh Friedman, David S. Goyer, Billy Ray y Justin Rhodes. Reparto: Arnold Schwarzenegger, Linda Hamilton, Gabriel Luna, Natalia Reyes, Diego Boneta y Mackenzie Davis. Estreno en Venusville: 31/10/2019.