Los X-Men y Los Vengadores combaten legalmente para tener a Quicksilver en su super-equipo
A un lado del cuadrilátero, con calzón rojo en representación de Marvel y Los Vengadores, Joss Whedon, y en el lado contrario, con calzón amarillo en representación de Fox y los X-Men, Brian Singer. Y justo en el centro ejerciendo de árbitro a la fuerza, Quicksilver. Este es el cuadro: ambos directores quieren al personaje para sus respectivas películas (Joss Whedon para Los Vengadores 2 y Brian Singer para X-Men: Días del pasado futuro), y por cuestiones legales sólo lo puede tener uno.
El marrón viene que Quicksilver, de nombre real Pietro Maximoff, es tanto un mutante de la serie X-Men como un miembro habitual de los Vengadores, pero que no puede salir en las dos películas, aún cuando aparece en los guiones de ambas. Aún así, Brian Singer ya ha dado por bueno al actor Evan Peters (visto en la serie American Horror Story) para que lo interprete, alegando que lo necesita para una escena crucial para el devenir de la película que sólo puede hacer él y sólo él (recordemos que Quicksilver es hijo de Magneto, así que igual van por aquí los tiros).
Por su parte, Joss Whedon, que parece que le haya cogido una pataleta de celos como a un niño que le quitan el juguete de las manos, hace constar en acta que Quicksilver está en el guión de Los Vengadores 2 desde el principio, mucho antes que en X-Men: Días del futuro pasado, y que tendrá importancia durante toda la película y no sólo en una única escena, por lo que le toca a él y sólo a él poder hacer uso del personaje.
Y así están las cosas. Quién se hará finalmente con la supervelocidad de Quicksilver es a día de hoy un misterio, así que todo indica que deberán arreglarlo en los tribunales, aunque nosotros desde Venusville ofrecemos una solución: que se lo queden los X-Men, que a fin de cuentas es donde salió primero (además de ser como hemos dicho hijo de Magneto, hermano mellizo de la Bruja Escarlata y hermanastro de Polaris), y que salga como Vengador con un nombre falsete para burlar los derechos como “Corre-que-te-pillo” o algo parecido. No pongan esa cara que no sería la primera vez que se hace, en El guerrero rojo por ejemplo Arnold Schwarzenegger se llamó Calidor porque no podían utilizar el nombre de Conan y se quedaron tan panchos.
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