TRANSFORMERS: LA ERA DE LA EXTINCIÓN crítica: Transformers 4, 5, 6 y 7, seguidas

Transformers 4, 5, 6 y 7, seguidas

Michael Bay se venga de todas las críticas recibidas
por la saga en plan, si quieres café, toma seis tazas

Por Mololo

<Yo, con Transformers 1 me emocioné. Fue ver ese espanto mecánico salir de la piscina, y en lo más profundo de mi corazón supe que Optimus Prime había llegado a la tierra y que pronto todo estaría bien. Que en cualquier momento se iba a cruzar con un camión, y el Optimus Prime ese que tanto significó para mí de crío iba a cobrar vida ante mí, y así fue. Aunque a los dos segundos le quitaran su cara y apareciera una boca debajo. Aunque pisara macetas. Aunque el prota fuera un niñato inaguantable. Aunque se tiraran toda la peli paseándome unas tetas por la cara (por miedo de que me aburriera, imagino)

Llegó Transformers 2 y todo se volvió turbio. Ese “quitarle la cara a Optimus y poner una boca debajo” se fue convirtiendo en metáfora del resto de cosas que estaban pasando. Las piezas de colores grandes y reconocibles que tanto representan a los Transformers, esa sensación de que un camión puede de pronto hacer “clicloclaclé” y convertirse en un robot de seis metros se iba difuminando, y de pronto había abueletes transformer y cuarenta minutos de toñas en las que todo estaba hecho de tantas piezas metálicas diminutas, que no sabías quién era quién y qué estaba pasando.

"¡Rapido! ¡Corramos antes de que Michael Bay me proponga hacer Pearl Harbor 2!"

Mi memoria no ha retenido Transformers 3. Y mira que tenía ganas de verla y de que me gustara, pero le pasa algo que evita que se pose en mi cerebro. Recuerdo a una rubia, y una fusión entre un T-1000 y el monstruo de La Cosa de Carpenter, y por mucho que me esfuerzo, soy incapaz de recordar qué mierdas pasaba con los robots en esa película.

Pues Transformers 4 lleva al absoluto todo lo responsable de todo eso. Hablamos de una cinta de tres horas que tarda una hora en empezar y, una vez llegado ese punto, vuelve a empezar sin pausa cada pocos minutos. En serio. Va a haber webs que van a jugar a ver cuántas veces empieza esta película. En la sala llevábamos doce y estábamos hartos antes de alcanzar la última hora de metraje. No tengo palabras.

"Hablamos de una cinta de tres horas que tarda una hora en empezar y, una vez llegado ese punto, vuelve a empezar sin pausa cada pocos minutos"

A ver, molar mola. Hay robots enormes partiéndose la cara a mansalva, aunque la mitad del tiempo es imposible saber cuál es cual. Durante dos horas sin pausa, de hecho. Dos horas enteras. Michael Bay ha encontrado la fórmula definitiva de la anti-molosidad por exceso. Nunca en mi vida una película guay en sus partes me había hecho desear arrancarme los ojos. Cada vez que decían “ahora sí, vamos a cruzar el puente” alguien en la sala gritaba “‘¡Al puente no, que es muy largo!”.

¿Los actores? Si uno no ha seguido con mucha atención el casting de esta película tardará media hora en pasar de “¿Qué hace el soldado de las otras pelis en un taller?” a “Ah, no coño, ¡que es otro actor! y de “¿Qué le ha pasado al agente gracioso del gobierno para volverse un psicópata?” a “Ah, no, que también es otro actor”. Todos los personajes iguales a los de las otras tres, pero distintos (falta el niñato imbécil, eso sí). Hay cinco malos en esta película, y todos te importan un higo.

"¿Seguro que no sois los Vigilantes que tiene Russell Crowe en Noé?"

¿Los efectos especiales? No sólo se resarce Bay en meter piezas diminutas hasta el desmayo y horas de metraje de guarrazos y explosiones hasta el agotamiento, sino que ya, dispuesto a demostrar que cambiará todo lo que le dé la gana, nos introduce como lo ultimísimo nuevos transformers que ni siquiera hacen ”cleclecle”, sino que se convierten en un mar de píxeles que se recombinan. Es horrible. Hace décadas que nadie ha puesto en una pantalla una escena en la que humanos interactúan físicamente con objetos CGI en la que no haya contacto alguno. Es como El cortador de césped en HD.

¿La trama? Hablamos de una película en la que te enseñan dinosaurios bañados en metal y luego transformers dinosaurio, y sin embargo no hay relación y no tiene sentido lo de los transformers dinosaurio. La primera hora no pasa nada. Entonces te presentan el problema y empieza una cadena de escenas de acción que detonan una en otra, y en otra, y en otra, y en otra, y en otra. Todas potencialmente el final de la película. Todas con el mismo objetivo, que se resuelve de un modo que lo podría haber resuelto en el mismo momento de la película en el que se planteó o en cualquier otro. En resumen: el horror. La anti-molosidad por exceso. Una tortura espartana. Un señor dándote en la cara con un bate superguay durante tres horas mientras ríe como un maníaco. No nos equivoquemos, no es una película mala, es maligna./>

INFORME VENUSVILLE

		Sentencia Quaid: Congelada en carbonita



		Recomendada por Kuato a: quien superalucinara con las horas de guantazos metálicos de las otras tres y no tenga compromisos en unos días.

		No recomendada por Kuato a: alguien que atesore su sentido de la vista o del oído.

		Ego-Tour de luxe por: em… Hmmmm… Eeeee… No. Hasta la tía buena es menor de edad, así que nada de que hablar por ahí. ¿Un chino gracioso que hay en un ascensor?

		Atmósfera turbínea por: ¡Al puente no! ¡Por piedad humana! ¡Llevamos aquí tres horas y media! ¡Al puente no!