Categorías

SITGES 2011: EVA rueda: Inteligencia emocional

Inteligencia emocional

Cuarta nueva ley robótica asimoviana: no desconfiarás
de las películas fantásticas con robots Made in Spain

Por Ray Zeta

 

<Parece que fue ayer cuando estábamos en esta misma abarrotada sala, la Llevant para más señas, atendiendo a las explicaciones que nos daba Lluís Homar sobre su personaje en la película elegida para inaugurar el Festival de Sitges, y aquí estamos otra vez, inaugurando el Festival de Sitges atendiendo a las explicaciones de Lluís Homar sobre su personaje en la película elegida para inaugurar el Festival de Sitges. No nos digan que esto no parece y suena como un bucle temporal. ¿Será que como Bill Murray estamos atrapados en el tiempo y repetimos una y otra vez la misma rueda?

   Pero Homar no habla hoy de ciegos sino de robots, luego no es el mismo personaje ni la misma película, así que tampoco es el mismo día ni la misma rueda. ¡Ufffff! (suspiro de tranquilidad), ha pasado un año y de la inauguración de la edición pasada con Los ojos de Julia hemos pasado a la inauguración de la edición actual con Eva, arriesgada película catalana de ciencia-ficción con robots dirigida por Kike Maíllo, y protagonizada por Daniel Brühl, Marta Etura, la niña Claudia Vega, y el omnipresente en Sitges Lluís Homar, que como asiste cada año ya debe tener una habitación en el hotel Melià permanentemente a su nombre.

 

EVA_rueda_1

Rueda de reconocimiento robótica: adivinen quién es el androide

 

   Todos ellos presentes para defender esta particular versión de la Inteligencia Artificial de Steven Spielberg, aunque el director Kike Maíllo, vestido rigurosamente de negro para la ocasión, se empeñe en hablar con toda simpatía de inteligencia emocional más que artificial: “He utilizado la premisa robótica para poder hablar de la condición humana. En la película los humanos son tan imperfectos como somos los humanos, y los robots tan perfectos como esperamos que sean, pero cuando los robots se hagan tan sofisticados como los humanos, serán tan imperfectos como somos los humanos”.

   Si no han entendido este galimatías a la primera, vuelvan a leerlo, porque es un pensamiento que no tiene desperdicio y que el citado Homar corrobora en cada una de sus palabras, alegando que su personaje de robot es precisamente “el personaje más humano de la película pese a ser una máquina”. Un robot mayordomo apto para cualquier servicio doméstico, que a pesar de recordar otros robots empleados del hogar como el Andrew Martin de El hombre bicentenario o el C3PO de Star Wars, el actor dice no haberse inspirado en ninguno de ellos para crearlo, y que ha significado su récord personal de número de ensayos para conseguirlo.

 

"Cuando los robots se hagan tan sofisticados como los humanos, serán tan imperfectos como somos los humanos"

 

   Porque tal como he avanzado, Eva es una película de cine fantástico español con robots, robotitos y robotijos, combinación por la cual despertó más de un prejuicio cuando se anunció el proyecto. Tanto es así que hasta el propio Daniel Brühl estuvo a punto de rechazarla por prejuicios de desconfianza (será que no debía haber visto Acción mutante o El milagro de P. Tinto…): “Al principio tenía mis dudas, porque era una película de robots made in Spain, y con un director que no conocía, pero Kike me envió una muestra de cómo iban a quedar los efectos digitales, aunque las dudas también continuaron durante el rodaje porque es muy difícil en una película como ésta poder anticipar el resultado”.

   Cien por cien natural, sin aditivos ni conservantes como el zumo de naranja, tanto en su forma de vestir como de hablar, Daniel Brühl confiesa haberse sentido como Tom Cruise en Minority Report en las escenas en las que mueve pantallas virtuales, y haber pensado estar en una película de Ed Wood cuando vio los primeros ensayos de efectos digitales añadidos en post-producción (adivinen por qué), aunque “al final verla en la gran pantalla con los efectos hechos fue extremamente impresionante, ya que el resultado es espectacular”.

 

EVA_rueda_2

Así nos gusta, los menores bien protegidos por la dirección del festival

 

   Doy fe de ello. Los efectos digitales son espectaculares con resultados tan creíbles que los robots que salen nada tienen que envidiar ni a los mismísimos Transformers, y encima legales, pues mientras los Decepticons vienen a la Tierra de acampada y botellón, los de Eva obedecen las tres leyes de la robótica asimoviana (ya saben, no dañar al hombre, obedecerle y proteger su propia existencia), ya que en palabras del director, “la película trata de cuánto hay que ir en contra la segunda ley de Asimov (la obediencia), para que los robots dejen de ser robots esclavos para ser robots sociales y puedas tener con ellos puentes emocionales”.

   Otro punto interesante del que el robot Sonny de Yo, robot tendría mucho que decir. Por lo que a nosotros respecta sobre este tema, si los robots a tratar son como los de Las mujeres perfectas, que les mantengan la segunda ley completamente intacta./>

 

 

Daniel Brühl y Marta Etura con el Diario de "Evanusville"

 

Facebooktwittermail

No hay comentarios

Agregar comentario