SITGES 2014 crónica día 6: Sitges, drogas y Rock’n’roll

Sitges, drogas y Rock’n’roll

Sexto día de festival: La French; Annabelle;
The Double; Aux Yeux des Vivants

Por Chema Pamundi

<Sabes que empiezas a estar saturado de Festival de Sitges cuando, tras pegarte una carrera de diez minutos cuesta arriba desde el pueblo hasta el Auditori, echando el bofe por la boca, no llegas a tiempo de entrar en la sala y lo primero que experimentas, una vez recuperado el resuello, es una sensación de alivio (“Oye mira, pues estupendo, me voy un par de horas a los sofás a descansar la vista”). Ya desde el año pasado, las estrecheces presupuestarias derivadas de la crisis económica recortaron un día de duración al festival; y aunque desde luego es una lástima, la verdad es que llega un momento en el que agradeces que esto se vaya acabando, porque después de una semana y media de ver 5 o 6 películas al día y luego ponerte a escribir sobre ellas, ni el cuerpo ni la mente dan ya mucho más de sí.

Hoy mismo, durante el pase de Hyena (peli inglesa de polis corruptos que no comentaré en las crónicas, porque salvo un par de escenas cafres no es muy allá en ningún sentido), ha habido un momento en el que he empezado a tener alucinaciones: formas geométricas amarillas y verdes que aparecían flotando sobre las caras de los personajes. Lo peor del caso no es que ya esté empezando a ver películas en modo lisérgico, lo peor es que estoy tan acostumbrado a que me pase cada año, que lo llevo con total normalidad.

En fin, ¿y hoy qué he visto? Esperad que me acuerde…

La French (Cédric Jiménez. Francia, Bélgica, 2014)

> LA FRENCH ficha, fotos y tráiler

Nos encontramos en la Francia de los años setenta. Pierre Michel, un magistrado que ha estado trabajando en reinserción de menores, es enviado a Marsella como máximo responsable judicial de la lucha contra la “French Connection”, la organización criminal que controla toda la región y cuyo mayor negocio es la fabricación y venta de cantidades ingentes de heroína a las familias de la mafia italiana que operan en Estados Unidos. El jefe de todo el asunto, Gaetano Zampa, ha estado viviendo muy bien hasta entonces, untando a la policía y haciendo y deshaciendo a voluntad. Sin embargo, nunca había tenido que enfrentarse a un rival tan tenaz y con los huevazos tan bien puestos como el juez Michel.

La French es un peliculón de gangsters con maneras de Scorsese (la escena en la que un policía veterano le explica al juez Michel cómo funciona toda la maquinaria de trabajo de la mafia marsellesa es puro Uno de los nuestros), que se beneficia de una exuberante puesta en escena que recuerda a películas clásicas como Chacal o (claro que sí) French Connection, y un guión tan bien llevado que incluso yo, que soy un cenutrio para el cine policial, la he podido seguir de principio a fin sin perderme entre el marasmo de contactos, soplones, traiciones y ajustes de cuentas que se van deshilvanando a lo largo de casi dos horas y media que pasan en un suspiro.

"Pues si esto es un Scorsese a la francesa yo me pido ser Robert De Niro y ti te toca Joe Pesci"

Confieso que tras el hype (para mí exagerado) de The Artist había empezado a cogerle cierta manía a Jean Dujardin. Aparte de esa perenne sonrisa un tanto forzada que ha paseado ya por todas las alfombras rojas del planeta, sus posteriores papeles secundarios en películas como The Monument’s Men o El lobo de Wall Street me habían dejado la sensación de un actor excesivamente amanerado, que tira más de carisma y presencia que de verdaderas dotes interpretativas. Bueno, pues reconozco sin problemas que estaba equivocado: no puedo decir que el papel de Dujardin en La French sea el mejor de su carrera porque no he visto ni mucho menos su filmografía completa, pero sí que desde luego está que se sale, mucho más contenido, creíble y rico en matices que de costumbre, aguantando sin problemas las comparaciones con mitos del noir francés como Belmondo o Delon. Frente a él, Gilles Lellouche le da una réplica brutal como capo mafioso, un tipo que lejos de ser el típico villano unidimensional e hijoputa las veinticuatro horas del día, genera su propio carisma. En realidad ambos personajes tienen muchos puntos en común (maridos intachables, padres de familia abnegados, jefes con un alto sentido de la lealtad…), simplemente se encuentran en extremos morales opuestos.

Si algo negativo cabe achacarle a la película es que, pese a ser una aprendiz aplicada de muchas cintas anteriores, no aporta una sola idea nueva y tampoco consigue superar a sus modelos (al fin y al cabo nadie hace mejores Scorseses que el propio Scorsese). Pero vamos, eso es algo que solo piensas a la salida del cine. Mientras estás viendo La French, el espejismo funciona de puta madre.

		Sentencia Quaid: Copas de yate

Annabelle (John Leonetti. EE.UU., 2014)

> ANNABELLE ficha, fotos y tráiler

Pues esto va de una moñeca muy hijaputa y más fea que el culo de un mono titi (¿de verdad su fabricante pensaba que ese diseño estilo de mostrenco de feria podía triunfar entre la chiquillería? ¡Si dan más ganas de atarla a una silla que de peinarla!). La moñeca en cuestión se conoce que ESTÁ VIVA (¡aaaadiosss!) y se pasa hora y media de película haciéndoles la púa cosa mala a sus dueños (un matrimonio joven con bebé recién nacido). Mueve cortinas, da portazos, pone el tocadiscos a deshoras, enchufa la máquina de coser por las noches (cómo se nota que la factura de la luz no la paga ella), hace palomitas cuando nadie tiene hambre, toquetea el ascensor para que nunca llegues a tu planta (que mira que jode eso), y otras cosas aún peores. También anda por ahí un demonio que parece un ninja o un trapecista del Cirque du Soleil, y se ve que la moñeca y él se conocen de antes.

Annabelle, precuela de la estupenda Expediente Warren: The Conjuring, bien podría llevarse el premio honorífico de "mayor chasco de Sitges 2014", igual que el año pasado el sartenazo moral nos lo diera Insidious 2, del mismo equipo creativo (aunque lo de aquella fuese más doloroso, al haber sido escrita y dirigida por el propio James Wan, que en Annabelle se ha limitado a producir desde la distancia). ¿Qué ha salido mal en una cinta que a priori tenía papeletas de sobras para convertirse en un pequeño clásico del terror moderno? (el prólogo de Expediente Warren: The Conjuring en el que se nos presentaba a la muñeca de marras, presagiaba que allí había el germen de un cuento de terror merecedor de largometraje propio). Pues la verdad es que ha fallado casi todo.

"Como pueden imaginar Chucky y yo estamos hechos el uno para el otro"

Al igual que ya ocurría en Insidious 2, la película es un confuso batiburrillo de demasiados elementos sobrenaturales (que si fantasmas, que si demonios, que si muñecas infernales, que si maldiciones, que si que si casas encantadas...). Parece que a los guionistas les haya entrado una especie de horror vacui y no hayan querido dejar ni un solo cliché sin explotar. Eso tiene numerosos efectos perniciosos en el desarrollo y el tempo narrativo de Annabelle, siendo los principales que la presencia de la muñeca quede absolutamente diluida y desaprovechada (casi se convierte en un personaje secundario en su propia película), y que todo el conjunto parezca un mero reboot de Insidious con más presupuesto pero menos inspiración artística (la pareja protagonista pasa absolutamente inadvertida, y la dirección de John Leonetti no aporta ni una sola escena memorable a nivel visual).

El último plano de la película (tranquilos, no hay spoiler), nos deja justo donde empezaba Expediente Warren: The Conjuring: con la muñeca metida en una urna. Alguien en la sala ha gritado "¡Eso eso, y no la saquéis más!", lo cual ha arrancado un estallido generalizado de carcajadas y la mayor ovación de todo el pase. Con eso, me temo, está todo dicho.

		Sentencia Quaid: Congelada en carbonita

The Double (Richard Ayoade. Gran Bretaña, 2013)

> THE DOUBLE ficha, fotos y tráiler

Richard Ayoade es principalmente conocido por su descacharrante papel de Moss en la sitcom británica The IT Crowd (quien no la conozca, no sé qué hace leyendo esto en vez de ponerse a verla de inmediato). Menos gente sabe que además tiene una fructífera carrera como director de videoclips (bandas como Arctic Monkeys o Vampire Weekend le requieren a menudo), y que también es director de cine, periplo que inicio hace cuatro años con la estupenda comedia romántica de adolescentes Submarine, y que ahora retoma con la extraña, a ratos magnética y a ratos indescifrable The Double, adaptación extremadamente libre de una novela de, ahí queda eso, Fyodor Dostoyevsky.

The Double nos cuenta la historia de Simon, un tipo apocado, tímido y solitario, que es constantemente ninguneado tanto por sus compañeros de trabajo y su jefe, como por su madre, por la chica de la que está enamorado e incluso por los camareros de los restaurantes. No es que toda esa gente le humille aposta, sino más bien que Simon resulta virtualmente invisible para ellos. El muchacho tiene la situación bastante asumida, pero la cosa aún empeorará más cuando aparezca en su vida James, un tipo que es físicamente idéntico a Simon pero que tiene todos los atributos que a él le faltan: carisma, astucia, atrevimiento (llámalo jeta), don de la oportunidad y hasta encanto con las mujeres. Por supuesto, James no tardará en arrinconar aún más a Simon y empezar a arrebatarle todo lo que éste desea.

"Ok pues, tú interpretas a Lex Luthor en Batman V Superman los días pares y yo los impares"

The Double se parece lo suyo a Brazil, no solo en lo visual y en su trasfondo de distopía paranoica sino también en la construcción de sus diálogos y situaciones, e incluso en la manera que tiene Ayoade de plantar la cámara. Por tanto, podría decirse que es la mejor película de Terry Gilliam no dirigida por Terry Gilliam (y eso no es poco elogio). En la parte negativa, su ritmo irregular y su narrativa a veces demasiado opaca pueden distanciar a ciertos espectadores (verbigracia: a ratos aburre), y tampoco es que lleve demasiado lejos su mensaje sobre la autoestima y la hipocresía como motores de la felicidad.

Curiosamente, en el cómputo global de la película ese acaba siendo un problema menor, porque la genial interpretación de Jesse Eisenberg en el doble papel de Simon/James es un espectáculo que por sí mismo ya paga el precio de la entrada (al menos yo desconocía que este chico fuese tan buen actor). The Double no aporta demasiadas respuestas satisfactorias a los enigmas que plantea, pero desde luego tiene capacidad para dejarte estupefacto y confuso. Es decir, exactamente igual que se siente el protagonista. Desde ese punto de vista, por tanto, la película solo puede interpretarse como un triunfo.

		Sentencia Quaid: Copas de yate

Aux yeux des vivants (Julien Maury, Alexandre Bustillo. Francia, 2014)

> AUX YEUX DES VIVANTS ficha, fotos y tráiler

Desde luego, lo que es a mí estos dos pájaros no me vuelven a engañar. Soy fan de A l`Interieur como el que más, y siempre he defendido que es una de las películas más frescas, divertidas y horripilantes (en el buen sentido) que ha dado el gore en la última década. Pero también, cada vez más, parece un accidente feliz en la filmografía de dos tipos que a cada nuevo estreno muestran más artificio y menos... en fin, menos de casi todo lo demás que se le debería pedir a una buena horror movie.

Tres chavales, compañeros de clase, deciden saltarse el último día de curso escolar antes de las vacaciones de verano para irse a dar una vuelta por el campo. Acaban encontrándose, en medio de la naturaleza, con unos estudios de cine abandonados (el lugar ideal para construir un complejo de esas características, di que sí). Bueno, abandonados abandonados no, porque en ellos habita una pareja de psicópatas padre/hijo la mar de salaos. El padre lleva una gabardina militar con capucha, y más mierda encima que el palo de un gallinero. Al hijo solo se me ocurre describirlo como Mortadelo en pelotas. Evidentemente, en cuanto la pareja basura detecte al trío de mozalbetes, hará lo imposible por mandarlos al camposanto con gran despliegue de dolor y crujir de dientes.

"Si los Goonies tenían en Sloth a su monstruo mutante, nosotros también tenemos el nuestro"

El problema de Aux Yeux des Vivants no es que sea un tópico slasher pasado de vueltas que calca patrones mil veces vistos. El problema es que, incluso como slasher, es malo con avaricia. Partiendo de un prólogo prometedor (que incluye el chiste privado de sacar a Béatrice Dalle, la actriz que interpretaba a la villana de A l`Interiur, haciendo justamente de madre embarazada), la película se convierte en una especie de versión gore-absurda de Los Goonies que se estropea a velocidad de vértigo, merced a un desarrollo patillero y mal contado (hasta los quince minutos finales, todo avanza como si fuera un prólogo), y a la nula empatía que despiertan los tres niños protagonistas (no por culpa de los actores, que no lo hacen mal, sino porque el patatero guión no consigue desarrollar la relación de amistad entre ellos de manera que al espectador le importen un pimiento). De los adultos ya mejor ni hablemos, porque todos se comportan como si acabasen de participar en un concurso de beber chupitos (¿para qué voy a alejarme del peligro y esperar a que la poli me salve del psycho que se me ha colado en casa, si puedo ir yo a por él pese a tener un brazo escayolado?).

Maury y Bustillo corren el serio peligro de labrarse una carrera que, no importa lo larga que sea, incorpore en el cartel de cada nueva película la frase "De los creadores de A l`Interieur". O sea, están a un paso de convertirse en "One-hit wonders". Dicen que por cuestiones de integridad creativa han rechazado ofertas diversas para irse a trabajar a los grandes estudios norteamericanos. Si la calidad de sus trabajos sigue cayendo en picado por debajo de lo visto en Aux Yeux des Vivants (y mira que a mí Livide, su anterior película, ya me pareció chunga), yo no tardaría mucho en contestar las llamadas de Hollywood, no sea que un día el teléfono deje de sonar.../>