SIN TIEMPO PARA MORIR noticia: Las condiciones de Rami Malek

Rami Malek aceptó el papel de villano de James Bond a condición de no ser un terrorista islámico

Terrorista sí, como marcan los cánones de toda buena misión de James Bond, un villano que amenaza con dominar el mundo con su tecnología, arrasarlo con una macro-bomba, o dejarlo sin tebeos de Pumby, pero terrorista islámico no, que está muy feo suponer que por ser árabe, un terrorista tiene que ser siempre un terrorista islámico. Esas fueron las condiciones de Rami Malek para aceptar su papel de villano en el nuevo James Bond, dados sus rasgos árabes por ser de origen egipcio:

«Es un gran personaje y estoy muy emocionado. Pero eso es algo que discutí con Cary Fukunaga. Dije: 'No podemos identificarlo con ningún acto de terrorismo que refleje una ideología o una religión. Eso no es algo que yo consideraría, así que si esa es la razón por la que soy tu elección, entonces no puedes contar conmigo'. Pero claramente esa no era su visión. Así que es un terrorista muy diferente».

Bien por Rami Malek en su intento de salvaguardar el honor de sus orígenes y huir de los tópicos más manidos, pero en una era en la que la corrección política se ha impuesto en Hollywood hasta niveles que rozan la exageración (ya no hay película que no tenga un representante de cada raza en su reparto, como si no pudieran ser todos de la misma, sea la que sea), era de esperar que no le fichaban por eso. Atrás han quedado los tiempos de Mentiras arriesgadas en los que los malos de las películas eran árabes con turbante, que eso sería muy feo y la liaría poniendo a todo el colectivo árabe en contra de la película, y de eso ya se guardan los productores por la cuenta que les trae.