MANSIÓN ENCANTADA (HAUNTED MANSION) crítica: Ghost Story

**Nueva versión de La mansión encantada con Rosario Dawson haciendo las veces de Eddie Murphy**

Será que a diferencia de Piratas del Caribe y Jungle Cruise, La mansión encantada de 2003 no funcionó como se esperaba para promocionar la atracción terrorífica familiar de los parques temáticos Disney. Y no me extraña, pues por mucho que tuviera a Eddie Murphy de protagonista (un Eddie Murphy que ya estaba en horas bajas encadenando fracasos como Showtime, Pluto Nash y Soy espía), la película se quedó en tierra de nadie al perderse en una comedia familiar tontorrona combinada con un elemento fantástico que no funcionaba en ningún momento, debido a un guión simplón, infantil y más facilón que un rompecabezas de una sola pieza.

Será por eso que el estudio de tío Walt ha decidido volver a intentarlo veinte años más tarde, esperando que sea tiempo suficiente como para haberla olvidado (ingenuos ellos, no se imaginan que los que la vimos en su momento, ya la habíamos olvidado al día siguiente). Nueva versión para la misma atracción, que pese a tener en su eje central una mansión encantada, renueva su envoltorio para que parezca una película diferente, aunque siga siendo el mismo perro con diferente collar, aunque en esta nueva entrega el collar sea más vistoso que el de la anterior.

"Ahora es cuando levitamos y nos ponemos a cantar la Banana Boat Song"

En esta ocasión, las víctimas fantasmagorizadas no son una familia a modo de huéspedes, sino un grupo de presuntos expertos unidos para expulsar a los fantasmas de la mansión en cuestión: la madre propietaria y su hijo, un fotógrafo científico, un cura, una médium y un profesor especializado en temas sobrenaturales. Una premisa más atractiva a priori que el típico matrimonio medio perfecto con dos hijos que nos vendía la versión anterior, y que nos brinda los mejores momentos de la película cuando muestra la formación de tan variopinto equipo.

“La actual Mansión encantada se pierde en un festival infantil de casquería fantasmagórica, con fantasmas, fantasmitos y fantasmones”

Desafortunadamente, dicho grupo está visiblemente descompensado tanto a nivel de guión (la mayoría no tiene la importancia que debería) como a nivel artístico (nada que ver el carisma que despliegan Rosario Dawson, Owen Wilson, Danny DeVito y Jamie Lee Curtis en sus posteriores intervenciones, con la anodina panfilería de LaKeith Stanfield y Tiffany Haddish). Lo que es una lástima, ya que era en este grupo donde radicaba la auténtica esencia de la película, y otro gallo fantasmón nos hubiera cantado si tanto por guión como por casting, se hubiera sabido hacer funcionar correctamente.

"La próxima vez contratamos al matrimonio Warren y acabamos antes"

En lugar de eso, la actual Mansión encantada se pierde en un festival infantil de casquería fantasmagórica, con fantasmas, fantasmitos y fantasmones ataviados de época para darle más colorido al asunto sin necesidad de provocar terror (se trata de promocionar la atracción, no de que los niños se nieguen a montarse por miedo a mearse en la cama), y un guión que pierde interés a medida que avanza diluyendo la importancia del grupo, lastrado, igual que ocurría también en la versión anterior, por la historia que explica las causas del encantamiento de la mansión.

Y del fantasma del sombrero de copa a modo de villano (personaje más forzado que un elefante en el maletero de un 600), hasta devenir en un sinfín de carreras p’arriba y p’abajo sin ton ni son, más propias de “La aventura” de los Payasos de la tele que de una peli de fantasmas. En fin, que si se preguntan cuál de las dos versiones es mejor, la respuesta es complicada. En la actual sale Rosario Dawson, pero dura 120 eternos minutos; en cambio en la anterior salía Eddie Murphy y duraba solo 100 minutos de nada, así que nos quedamos con la de 2003 por ser menos pesada para digerir. Bueno va, y por Eddie Murphy también.

INFORME VENUSVILLE

Venusentencia: Congelada en carbonita