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SITGES 2023 crónica 7: Esto no es vida

White Plastic Sky; Vermin: La plaga; Concrete Utopia; Dream Scenario

CHEMA PAMUNDI

Sitges suele tener un notable catálogo de documentales sobre los temas más bizarros, y de vez en cuando incluyo alguno de ellos en mis reseñas. Sin embargo, este año no va a ser así. He visto tres documentales en Sitges 2023, todos ellos interesantes pero ninguno del todo redondo. Los comento brevemente:

Estaba seguro de que me iba a encantar A disturbance in the Force, que explica el making of del infame Star Wars Holiday Special que la CBS emitió en 1978 y que se ha convertido en una cima de la vergüenza ajena televisiva. Sin embargo, me pareció que era demasiado técnico, algo repetitivo y que no acababa de captar por completo el esperpento que fue aquel programa de televisión (mejor ver directamente el Star Wars Holiday Special, que está incluso en YouTube).

Satan Wants You no solo me interesaba, sino que me implicaba a nivel personal, pues detallaba los orígenes del "satanic panic" que azotó USA en los 80 y cuyos ecos recuerdo haber vivido de niño. Para mi decepción, su relato se limitaba al caso psiquiátrico que lo había iniciado todo, sin apenas prestar atención a un tema colateral para mí importantísimo: la estigmatización de cierta cultura pop de la época, como el heavy metal, el cine de terror o los juegos de rol, por considerarla demoníaca. O sea, que se me quedó incompleto.

Por último estaba Loch Ness: They Created a Monster. Este me hacía gracia porque siempre he sido fan de la leyenda del monstruo del Lago Ness (un fenómeno más simpático e inocuo que la creencia en los OVNIS, los fantasmas o las apariciones marianas), y porque justamente había estado un par de meses atrás visitando esa zona de Escocia. No es un documental sobre el monstruo del lago Ness en sí, sino sobre los "Monster Hunters" que intentaron probar su existencia en los años 70; y, bueno, aunque sus excentricidades tenían cierta gracia, me pareció que giraba demasiado rato sobre algo que no daba mucho de sí, y que ese metraje se podría haber usado de manera más entretenida para aportar algo de detalle sobre los orígenes del mito.

Y ahora, las películas del día:

 

 

WHITE PLASTIC SKY (Tibor Bánóczki & Sarolta Szabó, Hungría / Eslovaquia, 2023)

Trailer, fotos, sinopsis y ficha

¿En qué punto nuestra calidad de vida en la Tierra se habrá empobrecido tanto que hasta nos dará pereza seguir existiendo? White Plastic Sky sitúa ese momento en el año 2123, con todo el planeta convertido en un páramo tan letal que los humanos se han tenido que encerrar en megaciudades cubiertas por cúpulas. O, al menos, los habitantes de Budapest, porque la película no aclara si hay más asentamientos en pie o si ellos son los últimos vestigios de la especie. Dentro de esa concha protectora tampoco es que las cosas sean jauja: la escasez de recursos ha obligado a establecer una severa ley, según la cual los ciudadanos que cumplen 50 años pasan a ser propiedad del estado y se les coloca un implante que los transforma en árboles, para reciclarlos como comida. O sea, Soylent Green pero sin que nadie se escandalice por ello.

El protagonista de White Plastic Sky, Stefan, es un psicólogo del estado que ayuda a los parientes de las personas “recicladas” a superar su pérdida. Stefan defiende el sistema como un mal necesario… hasta que aparece por la puerta su esposa Nora, que ha decidido ser implantada de forma prematura porque ya no tiene ganas de seguir viviendo (su falta de esperanza recuerda un poco al personaje de Charlize Theron en La carretera). En ese punto, Stefan cambia radicalmente de parecer y decide que ambos escapen de la ciudad, en busca de un viejo laboratorio abandonado de la zona devastada, en el que podría revertir el proceso antes de que Nora eche raíces y le crezcan ramas.

 

"Tendrás que transformarte en cardo borriquero porque el sauce ya está cogido"

 

White Plastic Sky esta rodada en animación rotoscópica, una técnica de acabados fríos y caras algo inexpresivas que le sienta como un guante a esta relectura ecológico-deprimente de La fuga de Logan, sin Santuario al final del camino. La nitidez de líneas del dibujo permite además  algunos planos aéreos bastante guapos que aumentan la sensación de monumentalidad del paisaje y de insignificancia de los personajes.

Su ritmo es algo lento, pero a cambio construye un worldbuilding flipante a medida que la acción avanza, lanza reflexiones de bastante vértigo sobre el antropocentrismo visto como un absurdo (no somos el fin último de la creación, sino solo una fase más de la historia evolutiva de la Tierra), narra una emotiva historia de desamor, reencuentro y cierre de heridas para su pareja protagonista, y tiene un final que te conmueve hasta el tuétano. Ciencia-ficción especulativa y melodrama de primer orden.

 

Venusentencia: Copas de yate

INF VNV 4

 

 

VERMIN: LA PLAGA (Sébastien Vaniček, Francia, 2023)

Trailer, fotos, sinopsis y ficha

Un grupo de jóvenes intenta huir de un bloque de apartamentos de la Banlieue parisina absolutamente infestado por un ejército de arañas híper venenosas y más malas que la tiña. El problema es que la policía ha clausurado el lugar y no deja salir de allí a nadie. El prólogo de Vermin, en el que vemos a unos árabes de aspecto siniestro pillando arañas en un desolado paraje de oriente medio, hace pensar que vamos a ver una película con cierta seriedad, quizás con un trasfondo de terrorismo islámico o algo así (yo qué sé, igual quieren soltar a los bichos en alguna gran capital para generar el caos). Sin embargo, a partir de ahí la trama se decanta rápidamente por el nonsense de entretenimiento, con arañas cuya tasa de reproducción y crecimiento es supersónica (a las pocas horas de haberse escampado por el edificio, algunas han alcanzado ya un tamaño como para pagar billete completo en el transporte público) y personajes que se meten solos en habitaciones a oscuras, o que ven una toalla que se mueve sola y la levantan a ver qué hay debajo.

Lo de “la mejor película de terror con arañas desde Aracnofobia” no significa mucho, porque no es como si se hicieran dos o tres de estas cada año, pero sea como sea, Vermin: La plaga es realmente divertida. Sabe sacar buen partido al destartalado edificio como laberinto mortal estilo Rec. o La Horda, y tiene pasajes de notable tensión (como ese en el que los personajes deben cruzar un pasillo del trastero que las arañas han convertido en nido, y en el que las luces funcionan con un temporizador de 1 minuto), trucajes bien iluminados para que no se les note el cartón digital, inquietantes sonidos de carraca para las arañas, y mucha inteligencia a la hora de dar sustos a granel, sobre todo con el movimiento súbito de las arañas, que a veces saltan tan rápido que parece que se teleporten.

 

Personajes de Attack the Block, diez años después

 

Hay además en Vermin: La plaga cierto fondo de denuncia, porque los chavales son marginados con familias desestructuradas, que tienen el crimen como único ascensor social posible y son tratados como basura por la policía, pero a diferencia de lo que ocurría por ejemplo en Attack the Block (otro título con el que se va a comparar a Vermin: La plaga inevitablemente), aquí eso es un simple recurso para dar contexto y no hay detrás ninguna reflexión demasiado sólida ni afilada. Tampoco la afición del personaje principal por coleccionar animales invertebrados sirve para nada más que para justificar el macguffin de la película. Pero oye, nadie va a ir a ver Vermin: La plaga para que le ilustren sobre aracnología ni sobre el polvorín social del extrarradio parisino, sino para estarse rascando el cuerpo nerviosamente durante hora y media; y eso lo consigue con creces.

 

Venusentencia: Copas de yate

INF VNV 4

 

 

CONCRETE UTOPIA (Um Tae-Hwa, República de Corea, 2023)

Trailer, fotos, sinopsis y ficha

Un terremoto de nivel apocalipsis bíblico devasta todo Seul. ¿Todo? ¡No! Un edificio aún resiste en pie, convirtiéndose en un refugio salvador para los supervivientes que lo encuentran y en una leyenda mítica para quienes solo han oído hablar de él. Al principio los vecinos se organizan, eligen un líder, establecen un sistema de reparto de comida y bienes, etc, pero la situación no tarda en torcerse: los víveres escasean, llegan nuevas oleadas de supervivientes con intención de instalarse también allí y el sistema de gestión vertical de la comunidad se deja llevar por tentaciones totalitarias y corruptas que acabarán provocando un estallido social.

Pese a su espectacular plantilla de cine de catástrofes (la puesta en escena, con numerosos planos generales de la ciudad arrasada hasta la línea del horizonte, es tremebunda), esto es sobre todo un sarcástico drama coral sobre la supervivencia y la lucha de clases. Un poco como 13 Rue del Percebe guionizado por el Robert Kirkman de Los muertos vivientes (pero sin zombis). Quizás el marketing de la película sea engañoso en eso, de modo que quien espere una cinta de acción y aventuras puede quedar decepcionado: aunque hay dos o tres escenas de carreras y mamporros, incluyendo varios flashbacks que vuelven sobre el momento del terremoto para explicar lo que estaba haciendo alguno de los personajes, aquí casi todo se soluciona discutiendo.

 

"Los del casting para la versión coreana de Aquí no hay quien viva, vayan pasando"

 

A Concrete Utopia le falla un poco el ritmo y se va mucho de duración en su último acto, centrando demasiado la atención en un misterio sorpresa que, si bien sirve como detonante del desenlace, parece un poco metido a martillazos y tampoco es tan interesante. Lo mejor de la película está en cambio en los pollos vecinales con toques de comedia negra, en la original observación de cómo el ser humano se adapta al desastre hasta asumirlo como su nueva cotidianidad (porque esa es otra: aunque no se aclara la naturaleza del terremoto, ninguno de los personajes plantea la posibilidad de que venga alguien a rescatarlos; es como si todo el continente hubiera quedado aniquilado), y en las reflexiones sobre el equilibrio entre libertad y seguridad en una situación de crisis extrema. Eso es lo que la sitúa como una cinta de catástrofes distinta a la mayoría.

 

Venusentencia: Dos Caras Harvey

INF VNV 3

 

 

DREAM SCENARIO (Kristoffer Borgli, EUA, 2023)

Trailer, fotos, sinopsis y ficha

Paul (Nicolas Cage) es un profesor universitario de biología evolutiva a punto de entrar en la sesentena. Pese a todo su elitismo intelectual y su bagaje científico, sabe que ha llegado a esa edad en la que te empiezas a volver invisible para casi todo el mundo, y a fijarte más en los trenes que has perdido (el libro que nunca escribiste, el prestigio académico que se llevaron otros…) que en los que aún podrías llegar a pillar. Por ello, no puede evitar sentirse como un tiktoker con zapatos nuevos cuando, de pronto, todo el mundo empieza a tener sueños en los que aparece él. En todos los casos lo hace como una simple figura estática, un mero observador que, como mucho, saluda con la mano al protagonista de dicho sueño. Una especie de Freddy Krueger, pero involuntario e inocuo.

Por supuesto, Paul no tarda en convertirse en un fenómeno mundial, y descubre el esponjoso placer de que la gente le reconozca y le infle el ego sin ningún esfuerzo ni mérito por su parte. Está encantado. Por fin es alguien. Sin embargo, cuando un tiempo más tarde dicha fama adquiera tintes más siniestros, la cosa dejará de hacerle gracia y podrá comprobar en sus carnes que, en una sociedad dominada por el espectáculo viral y los estímulos instantáneos, el amor y el odio son dos extremos que se tocan.

 

"Más pesadillas provoqué con el flequillo que llevaba en Ghost Rider"

 

Dramedia del absurdo al estilo Spike Jonze/Charlie Kaufman, con un personaje central que comparte rasgos con el de Vincent debe morir, y reflexiones entretenidas aunque algo obvias sobre la fama efervescente, la masculinidad frágil, la crisis de la mediana edad y ciertos comportamientos de manada digital como los linchamientos sociales, las espirales de silencio o la mal llamada cultura de la cancelación (ese mito ultraconservador para tratar de evitar que la gente se queje). Nicolas Cage compone otro de sus papeles memorables, mucho menos histriónico y mas cargado de matices de lo que podría pensarse atendiendo a la sinopsis de la película. Las situaciones ocurrentes se suceden a muy buen ritmo (las escenas oníricas en las que se relatan los sueños donde aparece Paul son particularmente brillantes, basculando entre lo bizarro, lo descacharrante y lo aterrador), con una evolución constante de la trama siempre en la dirección acertada.

Lástima que todo eso se tuerza en la media hora final, con un último giro forzadísimo que intenta colarnos una moraleja redentora no del todo necesaria ni satisfactoria. En el fantástico surrealista es mucho más fácil plantear una historia interesante que saber luego cerrarla de manera redonda, y Dream Scenario es buena prueba de ello. Ese desenlace puede dejarle a la película cierto regusto a guión poco cocido, lo cuál tampoco resultaría justo, porque en conjunto es una sátira resultona. Pero no, no es Charlie Kaufman.

 

Venusentencia: Dos Caras Harvey

INF VNV 3

 

SITGES 2023

 

 

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