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SITGES 2023: PHIL TIPPETT rueda: El hombre de los muñequitos

Phil Tippet galardonado con el Premi Honorífic, nos habla de su trayectoria y de mucho más

RAY ZETA

Phil Tippett, the legend himself, el maestro de los efectos especiales con 45 años de trayectoria, responsable del apartado visual de clasicazos como Star Wars, Indiana Jones, RoboCop, Willow, Jurassic Park, Starship Troopers y Crepúsculo (vaya, se me ha colado esta última… hagan como que no la han visto). El puto amo de los monstruitos, las criaturas, el stop-motion y los FX, en definitiva. O al menos eso es lo que dice su curriculum, porque lo que tenemos ante nosotros es a un señor de 70 años que aparenta 90, con cara de amargado, y que se enrolla como una persiana en cada intervención, contando de todo menos cosas interesantes.

Pero como son ustedes buenos chicos y fieles lectores hasta la médula, les ahorraré la paja y les  haré un extracto de lo más atractivo que ha dicho durante los 45 minutos que ha durado la rueda (traducción incluida), para que no le tengan manía cuando vean sus películas. Empezó con George Lucas haciendo stop-motion para La guerra de las galaxias (perdón, Una nueva esperanza), e incide en la importancia de crear a partir de un concepto. Para el Rancor Pit Monster por ejemplo, pensó en la combinación de un oso y una patata; con Jabba the Hutt en cambio, no se le encendió la bombilla hasta que George Lucas le dio la idea de que se pareciera al actor Sidney Greenstreet.

 

"George Lucas tiene papada desde que era así"

 

Con Jurassic Park todo cambió porque se hizo con efectos digitales obteniendo un resultado como nunca se había visto antes. Como él es de la vieja escuela, no tiene ni puta idea de ordenadores (“me considero un imbécil total tecnológicamente porque mi mente trabaja analógicamente”, confiesa), pero como había trabajado en labores de preproducción, producción y postproducción, le ascendieron a supervisor y esa fue su suerte. Además enseñó a los programadores cómo se debían mover los dinosaurios para que en la pantalla resultaran naturales, y lo hizo con muñequitos stop-motion. También les enseñó a los programadores de Starship Troopers cómo debían lucir los gusanos.

“Me considero un imbécil total tecnológicamente porque mi mente trabaja analógicamente”

De todos los directores con los que ha trabajado, que han sido muchos (George Lucas, Steven Spielberg, Ron Howard, Paul Verhoeven, Ivan Reitman…), su favorito es Paul Verhoeven. Porque comparten la misma filosofía y visión del mundo (ambos se consideran budistas existencialistas), y porque a diferencia de Lucas y Spielberg, “que siempre hacen lo mismo buscando el éxito en taquilla, Verhoeven quiere que todas sus películas sean diferentes”. Trabajando con él aprendió todo lo que pudo (“lo absorbí como un vampiro”, bromea), y lo aprendido durante su andadura verhoeveniana fue fundamental para llevar a cabo su proyecto personal Mad God.

 

"El T-Rex de Jurassic Park la tenía así"

 

Hablando de proyectos, tiene uno nuevo (o lo tenía, porque no sabe si lo va a hacer). Se titularía Pequin y es una visión cósmica de Dios más ligera que Mad God. La historia gira en torno a un personaje que se va de vacaciones en busca de aventuras. Al principio no tiene caracterización, pero irá obteniéndola a medida que avance la peli, hasta convertirse en el personaje completo. La idea surgió de querer hacer algo parecido a los cartoons de Tex Avery (aquí se ha puesto en modo Abuelo Cebolleta explicando que cuando tenía 20 años conoció a Tex Avery, y contando, sin venir a cuento, todo lo que recuerda de él). Tiene el guión y cincuenta personajes esculpidos, pero es tan lento en sus proyectos (para Mad God tardó 30 años) que no sabe qué hacer al respecto.

En cuanto al uso de la Inteligencia Artificial en el cine, opina que será transformadora, que lo cambiará todo, y que no habrá más cojones que aceptarla como toda nueva tecnología. "Las nuevas tecnologías no se pueden rechazar, se han de integrar y se ha de aprender de ellas", dice, y pone a modo de ejemplo metafórico, que es como si a un violinista del pasado le ofrecieran tocar con el primer Stradivarius de la creación. Tocaría para explorar, experimentar y aprender todo lo que fuera posible, ¿verdad? Pues con la Inteligencia Artificial sucederá lo mismo. “Me emociono cuando pienso las posibilidades de la Inteligencia Artificial en el cine, pero no tanto cuando pienso que puede aniquilar brutalmente la humanidad”.

 

 

Diario de "Venusphil"

 

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